El seleccionado argentino, que viene de vencer a Australia en Sídney, jugará frente a los Springboks en una sede neutral con la intención de “seguir fortaleciendo el desarrollo del rugby argentino” y engrosar las arcas de la institución.
El presidente de la Unión Argentina de Rugby, Gabriel Travaglini, comentó en febrero, fecha en la que se confirmó la decisión: “Es un honor que Los Pumas tengan la oportunidad de enfrentar a los Springboks, en el mítico estadio de Twickenham, conocido como la Catedral del Rugby. Agradecemos a World Rugby y Sanzaar por esta oportunidad, que representa un reconocimiento al crecimiento y al nivel de nuestro rugby. Sin duda, será una experiencia inolvidable para nuestros jugadores y una gran oportunidad para mostrar nuestro rugby a todos los fans del mundo”.
Por su parte, Felipe Contepomi, entrenador del conjunto albiceleste, agregó: “Enfrentar a los campeones del mundo siempre es un gran desafío. Jugar contra los mejores eleva nuestro nivel y es una gran oportunidad para seguir creciendo”.
A falta de un par de partidos para el final (ambos serán contra el conjunto africano), Los Pumas, que ganaron la mitad de los cuatro compromisos que disputaron, marchan últimos en el Rugby Championship con 9 unidades, una menos que Nueva Zelanda y Australia y dos por debajo de Australia, líder del certamen. Por ende, el escenario está abierto para una sorpresa sudamericana.