"Marinero de luces" no fue una canción más en la noche de las audiciones a ciegas a atraviesan esta etapa del certamen de canto de Telefe. Tan melodiosa como una sirena, la cordobesa Luciana Irigoyen tomó su micrófono y se adueñó del escenario para contar una historia de sueños que conmovió al jurado, en especial a Ricardo Montaner y a sus hijos Ricky y Mau.
“Mi mamá se fue de mis brazos mientras yo le cantaba la gloria de Dios y dije que no iba a cantar más. Sin embargo, voy a La Voz, que era algo que ella quería para mi”, declaró Luciana.
Pero no solo el jurado quedó impactado por la presentación de Luciana. La joven de 28 años creó un puente con todo el público por la valiente confesión de un durísimo trance personal al dedicar la canción a su mamá fallecida apenas un mes atrás y quien ha sido su mayor inspiración.
Este martes, la joven que vive en Río Cuarto desde hace ocho años brindó unas palabras a Puntal AM y Radio FM Digital Interactiva donde contó cómo se sintió al estar bajo la mirada de todo el país tras ser elegida por el "Team Montaner".
"Hoy es un día de mucha emoción y alegría que jamás en mi vida soñé que pasara, y sin embargo, me falta una pata en la mesa, me falta ese pedazo de mí, que siempre desde que yo tengo uso de razón mi mamá ha sido el impulso, el sostén de todo lo que musicalmente soy", señala Luciana.
Respecto de Ricardo Montaner, su ahora coach, la joven indicó que lo ha admirado desde siempre por "sus canciones y por su forma de expresarse". Luciana destacó que se siente muy afortunada por lograr la preclasificación, dado que solo siete cordobeses alcanzaron esta instancia.
"Según me contaron, fueron al casting 20.000 personas de toda la Argentina y solo 200 llegaron a las ciegas. Si no pasaba igual me sentía afortunada llegar a estar entre los siete de Córdoba", reconoció. También reveló que "Marinero de luces" no fue elegida por ella para cantar sino que la producción del programa tomó esa decisión.
Además, la ahora integrante del Team Montaner contó que llegó a Buenos Aires acompañada por dos amigas. "Ellas me hicieron la gamba, para que no dejara, para que siguiera", reveló Luciana.
Finalmente, la joven se despidió con un mensaje "para mi querido imperio": "Me siento completamente afortunada por representar a Río Cuarto y daré todo de mí para no defraudarlos".
¡Éxitos!