“Identificamos la necesidad de armar un espacio que no solo enseñara un oficio, sino que también brindara herramientas para que las mujeres pudieran emprender sus propios proyectos productivos”, afirmó la funcionaria. Según detalló, el nombre de la formación fue propuesto por las mismas participantes, como una manera de reforzar el sentido de pertenencia y apropiación de la propuesta.
El taller no se limita a la producción de alimentos. A lo largo de la capacitación, las mujeres reciben formación en manipulación de alimentos, con la colaboración del área de Bromatología, y participan en talleres de economía familiar, orientados a brindarles herramientas para la gestión de sus propios emprendimientos. “Trabajamos con grupos rotativos. En esta primera etapa nos hemos enfocado en la producción de pan, pero también abordamos otros temas importantes, como la capacitación en manipulación de alimentos y el manejo de emprendimientos”, detalló Paredes.
Enfoque integral y comunitario
Además del aprendizaje técnico, el taller tiene un fuerte componente social y comunitario. La secretaria destacó la importancia de vincular esta iniciativa con otros espacios de la comunidad, como los merenderos barriales, con los que las participantes colaborarán donando parte de su producción. “No solo se trata de una oportunidad para las vecinas que participan, sino también de un aporte a la comunidad. Las mujeres que se capacitan acá no solo van a producir para su consumo o para la venta, sino que también van a colaborar con los merenderos de distintos sectores”, rescató.
Según Paredes, el objetivo final es fortalecer tanto la economía familiar como los lazos de solidaridad en Vicuña Mackenna.
De la capacitación al emprendimiento
Una de las historias que reflejan el impacto de este taller es la de Valeria Liz Mazza, quien se sumó al proyecto el mes pasado. La mujer es madre de tres hijos, sostén de familia, y como muchas otras vecinas, encontró en este espacio una oportunidad para aprender un nuevo oficio y generar ingresos adicionales. “El área Social de la Municipalidad siempre me ayudó, y con este emprendimiento del pan te dan todos los materiales para elaborarlo. Lo podés usar para consumo propio o venderlo y así generar tu propio dinero”, relató y destacó lo accesible que ha sido el curso, incluso para aquellas que no contaban con experiencia previa en panificación.
“Hoy en día, muchas mujeres tienen que salir a buscar otras alternativas para generar ingresos. Para mí, este taller ha sido una gran ayuda y estoy muy agradecida por la oportunidad”, expresó. Además de trabajar en un negocio local, la emprendedora ahora dedica parte de su tiempo a la panificación, lo que le permite generar ingresos extra para su hogar.