Finalmente y luego de nutridas negociaciones que incluyeron varios niveles de acción, desde los sectoriales hasta los políticos, la cadena del maní fue quitada del listado de actividades que deberán comenzar a tributar derechos de exportación al 15%, tal como estaba previsto originalmente en el proyecto del Gobierno.
En rigor, el maní está incluido en el dictamen con alícuota “cero”. Eso generó un gran alivio en el sector manisero que había alertado por la pérdida de competitividad que las retenciones le propinaban, especialmente en los mercados internacionales, a donde va la mayor parte de la producción nacional. Esto fue celebrado en torno a la ruta 158, donde está el epicentro manisero, aunque ya su ámbito de expansión llegó ya a campos de Buenos Aires, Santa Fe, San Luis y La Pampa.
Ahora será el turno del debate en el recinto la próxima semana. Desde la Cámara Argentina del Maní (CAM) confían en que “será muy difícil que se cambie” lo dispuesto en el dictamen del oficialismo para el caso del maní. De hecho, buena parte de la oposición había cuestionado la política de aplicar retenciones a las economías regionales y de aumentarla para el caso de los cultivos extensivos. Por lo cual sería un contrasentido ahora que tanto esas fuerzas de la oposición como el oficialismo se vuelvan sobre sus propios pasos.
Teniendo en cuenta los cálculos productivos previstos para este 2024, el maní iba a resignar unos 150 millones de dólares en concepto de derechos de exportación si se le aplicaba la alícuota del 15%. Ahora esos recursos volverán a la zona manisera.
Y una de las novedades más importantes es que no dejará lugar a las interpretaciones forzadas de funcionarios a futuro, especialmente en el párrafo del proyecto que establece la totalidad de los productos de la cadena. Menciona puntualmente “todas las mercaderías”. Eso mismo alcanza a otras economías regionales que también pugnaban por salir del radar de las retenciones, como los complejos olivícola, frutícola, hortícola, vitivinícola, forestal, arrocero, legumbres, miel, azúcar, infusiones, lana, algodón, semillas forrajeras y ovoproductos.
El texto además contempla la situación de ciertas especialidades agrícolas, como es el caso del girasol confitero, maíz pisingallo, trigo sarraceno, mijo, lino, quinoa, lupino y jojoba. También incluye cueros bovinos, equinos y aceite esencial de limón.
Mientras que, el resto de los productos agroindustriales, que no integran el listado quedan comprendidos en la alícuota del 15%, aunque el proyecto expresa que el presidente, si así lo desean, puede suspender o reducir el tributo en casos específicos.
En tanto, las avícolas, harina de trigo, pesca, maíz y carnes pasarán a tributar el 15% como estaba previsto originalmente. El Gobierno, además, anticipó que ya no permitirá más cambios, aunque muchos diputados de la oposición, especialmente de Córdoba ya adelantaron que no acompañarán subas en las retenciones ni nuevas cargas para las economías regionales, por lo cual no se descartan más negociaciones abiertas en torno al debate parlamentario.