En diálogo con Tranquera Abierta, el flamante presidente de la Asociación de Fabricantes de Maquinaria Agrícola de Córdoba (Afamac), Gustavo Piccioni, de la empresa Sohipren, repasó el momento de la industria y las expectativas hacia adelante. Reemplazó desde esta semana a Luciana Mengo, que cumplió dos mandatos en la cámara sectorial.
“El sector empieza a decaer desde agosto de 2022 con una limitación de acceso al financiamiento a tasas beneficiosas. Y después, el año pasado, obviamente se sumó la sequía, y para terminar y redondear la incertidumbre política y económica que la tuvimos todos. Entonces venimos de dos años muy complicados, y tocamos un piso allá por junio de este año, en donde dependiendo del tipo de maquinaria, porque nuestro mundo es muy diverso, hubo uso de capacidad entre el 30% y el 50%”, recordó Piccioni
¿Y a partir de ahí?
Bueno, la buena noticia, o el vaso medio lleno, es que a partir de julio aproximadamente, empezamos con una recuperación que se está afianzando mes a mes. Pero bueno, saliendo de tan abajo tenemos por delante un montón de caminos por recorrer.
Antes de esa pendiente, la maquinaria venía de años muy buenos, post pandemia...
Sí, veníamos de años muy positivos, de 2021 y 2022. Pero si me dan a elegir, yo prefiero ir creciendo de a poco y no las montañas rusas que hemos tenido, porque las subas y las bajas no son buenas para nadie y tampoco para nuestro sector. Porque, además, a los ciclos que son normales en la agricultura, países como los nuestros hacen que esas subas y bajas sean más marcadas.
Sobre los ciclos de la agricultura, a pesar de los pronósticos, el clima viene acompañando este ciclo...
La verdad que sí. Hace unas semanas atrás también se había generado la incertidumbre sobre la campaña 2024-25. Por suerte el escenario cambio, aunque los precios no son los mejores, sabemos que estamos en un ciclo de baja. Ojalá tengamos la oportunidad de compensarlo con cantidad, sabiendo que la ecuación del productor, por la presión impositiva, está muy justa. Pero la expectativa está fundamentada en dos temas: la cosecha y también la vuelta al financiamiento, que es un elemento clave en el sector. Y vemos que se van normalizando los plazos y las tasas.
La maquinaria venía también planteando la necesidad de diferenciar la producción nacional de la importada, incluso con una ley del Congreso, ¿cómo está eso hoy cuando el Gobierno avanza en abrir la economía?
Nosotros siempre hemos propuesto desde las cámaras de nuestro sector definir claramente cuándo es una maquinaria nacional y cuándo es una maquinaria importada, con un porcentaje de nacionalización y valor agregado. El problema es que eso está trabado, lamentablemente se han presentado un montón de propuestas, se han hecho un montón de iniciativas, pero eso no prospera. Así que, mientras tanto, creo que lo que más buscamos es que haya más y mejor calidad de crédito, y en ese sentido me parece que la estabilidad macroeconómica que estamos empezando a gozar, obviamente que va a ayudar.
Y la idea de abrir la economía, ¿cómo encuentra al sector?
Ese es uno de los ejes de trabajo de la Cámara. Creo que la normalización del comercio exterior es necesaria. Pero no existe una agenda de mejora de competitividad transversal a toda la cadena de valor. Nosotros entendemos que la competitividad es una construcción colectiva, no es una agenda solamente de puertas para adentro de la empresa, de productividad, de eficiencia, de innovación. Sabemos también es una construcción colectiva a través de materias de mejora, de tasas impositivas, de no gravar la actividad, de no poner impuestos distorsivos en los tres niveles de gobierno, no solamente nacional sino también provincial y municipal. Sabemos que venimos de un año de transición muy profundo, pero tenemos que poner en la mesa esta agenda técnica, productiva, para ver cómo podemos solucionar el problema de competitividad, porque sabemos que la solución que hemos implementado de cerrarnos con dos candados tampoco nos ha servido.
¿Qué cosas podrían hacer falta para eso?
Nosotros tenemos tres ejes estratégicos de mejora dentro de la empresa. Uno es la innovación. Sabemos que hoy estamos prácticamente en la cuarta revolución industrial con inteligencia artificial, con lo cual la velocidad de los cambios es tremenda. Uno cree que está siempre en la punta del viento, pero cuando está por llegar, le corren el arco. Pero en eso a la maquinaria agrícola argentina, y lo digo con mucho orgullo y satisfacción, siempre se la valora y respeta. El segundo eje es la internacionalización. Si pudiéramos conquistar solamente el 5% del mercado brasilero, significaría que tendríamos que aumentar la producción de nuestras empresas en un 30% y un 50% dependiendo del sector. Y después el tercer eje son los recursos humanos, el valor de la capacitación, de la educación. Todo eso, puertas para adentro a través de la potenciación del clúster de maquinaria agrícola. Puertas para afuera, insisto, porque tenemos la visión de una construcción colectiva de la competitividad, la clave desde nuestro punto de vista es ponernos a trabajar en mesas técnicas a ver, sin desfinanciar a las provincias y a los municipios, ¿cómo podemos bajar la carga tributaria del sector? Desde las tasas municipales a las tasas e impuestos que están en los servicios públicos. Sé que es un tema sensible, es un tema antipático, pero también sabemos que es un tema imprescindible para lograr una competitividad en serio, sistémica y sistemática.
¿Y hay margen para avanzar en eso?
Creo que en la provincia de Córdoba, ya desde hace mucho tiempo, tenemos muy buena construcción y comunicación para encontrar las soluciones y no tirarnos a la pelota unos a otros. Sabemos que nos tenemos que juntar del mismo lado porque la verdad es que si lo logramos hacer va a ser beneficioso para todos y en eso tanto la Provincia como los municipios de Córdoba tenemos buena gimnasia de diálogo y construcción colectiva. No sé si es más fácil decirlo que hacerlo, pero vamos por eso. Porque al fin de mes todos tenemos que pagar sueldos y cumplir con todas las obligaciones.
No es una tarea menor porque la característica de la maquinaria agrícola es que está presente en muchas localidades del interior, en muchos municipios diferentes...
Es un buen punto porque hoy todos estamos con la agenda y las miradas en la macro, que es una condición necesaria pero no suficiente porque la competitividad se empieza a gestionar y a construir desde el municipio, desde el pueblo, desde el recurso humano. Porque nuestra industria en el 99% de los casos está en el interior, entonces es ahí donde nosotros queremos poner foco, no solamente pensar en la macro.