Uno de los testigos más importantes que tiene el caso por la desaparición de María Cash volvió a contradecir al camionero Héctor Romero, detenido e imputado en la causa, al sostener que la joven diseñadora "nunca pasó por donde él dijo".
Ramón Crespín es el dueño de una gomería cercana a donde Romero había manifestado al principio de la causa, en julio de 2011, que dejó a María Cash luego de levantarla kilómetros atrás. Con el reinicio de la investigación, su papel volvió a ser fundamental para la detención del camionero.
Desde un comienzo Crespín sostuvo que nunca vio a la joven y ahora, 13 años, volvió a ratificarlo: "Al señor (Romero) no lo conozco. Acá en la gomería nunca paró. Puede haberla dejado donde él menciona, pero ella debería haber pasado caminando por acá. Y como digo, los perros son como un timbre. Pasa alguien, ladran y nosotros salimos. Por acá María nunca pasó".
Romero sostuvo en sus testimoniales que llevó a Cash desde la rotonda de Torzalito hasta la gruta de la Difunta Correa. Aun así, el dueño de la gomería confirmó que nunca vieron a la joven y que se enteraron del caso por los medios de comunicación.
"En ese tiempo, acá estaban mi papá, mi hermano, una señora que vendía velas junto a mi papá en la gruta de la Difunta Correa. Hay hombres que hacen dedo. Pasan bicicletas, alguno pide agua. Pero mujeres no pasan", contó Crespín.
El camionero seguiría detenido luego de que la Justicia lo haya imputado por el delito de homicidio calificado con alevosía.