La moldense Luciana Sagripanti fue reconocida con el premio "Lía Encalada" en la Facultad de Agronomía de la UBA, organizado por la Asociación Civil Mujeres de la Ruralidad Argentina.
Una moldense, entre las mujeres premiadas por su labor en la ruralidad
Se trata de Luciana Sagripanti, quien desde hace 16 años y junto con su familia apuestan a la agroecología para producir en su campo. Sobre el reconocimiento, dijo que visibiliza el trabajo de las mujeres en este sector
Se trata de un reconocimiento que permite visibilizar la tarea de la mujer en todos sus roles dentro de la ruralidad. En el caso de Sagripanti, su labor trasciende por haber apostado hace ya 19 años a la producción agroecológica.
“La nominación al premio me la otorgan no solamente por ser productora agroecológica, sino también por el trabajo que realizo en grupo de productores que quiere iniciarse en esta transición hacia la ecología”, comenzó explicando Sagripanti.
Asimismo, destacó la importancia de este premio e indicó: “Las mujeres en general tenemos muy poco reconocimiento en la labor que realice, sea cual fuere. El reconocimiento por sí mismo es algo extraordinario, pero además que se difunda nuestra tarea”.
Con más de 300 personas presentes, se realizó la segunda edición del premio “Lía Encalada”, quien fuera la primera ingeniera agrónoma egresada de FAUBA, y reconoció la labor de las mujeres en la ruralidad.
En el caso de Luciana Sagripanti, desde hace 16 años comenzaron con la transición en la forma de producir en sus tierras, apostando a la agroecología.
“Lo que rescato, más allá del reconocimiento en sí, es que justamente en la agroecología tienen muchísima participación las mujeres. Como que ese despertar de conciencia viene de mano de un cambio de rol de las mujeres en el campo. Lo que nosotros decimos es que la agroecología, además de estar hecha por mujeres, es muy equitativa con el rol de la mujer y es otra de las cosas que nos caracterizan”, rescató la productora moldense.
Su experiencia
En el campo familiar ubicado en la zona rural de Coronel Moldes y en proximidades de Villa Marcelina, Luciana lleva adelante la producción de animales y de cultivos a partir de la agroecología.
“Nosotros teníamos una explotación tambera y entre el 2001 y 2005, que se dio todo el cierre de los tambos, se nos plantearon dos opciones: o alquilábamos para soja o buscábamos una alternativa. Y dentro de esto último fue empezar a hacer ganadería de ciclo completo y algo de agricultura”, contó en diálogo con Puntal.
Lentamente, comenzaron el proceso de transición para dejar de usar productos de síntesis química y volver a trabajar la tierra y producir de manera totalmente natural.
Hoy en sus tierras se dedican a la ganadería de ciclo completo, esto es, se llega hasta el engorde y producción de carne. Y de manera oportunista se hacen algunos cultivos cuando el lote, el año y el clima son favorables. Así, por ejemplo, mencionó centeno, trigo o sorgo blanco.
Consultada sobre los beneficios que conlleva la producción agroecológica, enumeró: “Primero, y en una evaluación integral de la actividad, salta a primera vista que no hay contaminación alguna, que tenemos recuperación de suelos. Además, ya no hay erosión y logramos que los suelos recuperen la capacidad de retener agua. De tener vida y recuperamos la biodiversidad”.
Y, tan importante como lo antes mencionado, Sagripanti manifestó que este tipo de producción da muchísimo trabajo local, a lo que se suma el aporte de alimentos saludables también a nivel local. “Eso es lo que nos caracteriza y diferencia de cualquier otro sistema”, expuso.
A su vez, consideró que la agroecología es el modelo de producción que se viene. Y que cada vez son más los productores que se interesan por este modelo.
“Está siendo la alternativa para gente que decide quedarse en el campo, o que decide volver. Y acompañado por una demanda de productos saludables”, concluyó finalmente la ruralista.