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Mónica Sanabria: "Río Cuarto es una de las ciudades con mayor cantidad de especialistas médicos"

La experta en alergia e inmunología acaba de asumir como presidenta del Colegio Médico. En ese marco, aseguró que uno de los objetivos que se plantea es dignificar la tarea de los profesionales. A la vez, habló sobre la pandemia y ponderó las vacunas. Sostuvo que hay que esperar a que avance enero para dimensionar la situación

Tras asumir recientemente como presidenta del Colegio Médico, la doctora Mónica Sanabria dijo a Puntal que el objetivo central de su gestión está relacionado con el reconocimiento y la dignificación del trabajo de los médicos. Además, sostuvo que Río Cuarto es una de las ciudades con mayor cantidad de especialistas y se refirió al estado actual de la pandemia de coronavirus.

-Acaba de asumir como presidenta del Colegio Médico…

-Sí, se renovó la comisión directiva. Los mandatos son de dos años y siempre se renuevan en julio. En este 2021, por la pandemia, la asamblea se pasó a diciembre. Es la primera vez que ocupo la presidencia, aunque trabajo en el Colegio Médico desde hace más de 10 años. He ocupado las áreas de científica, hacienda y personal, previsión, acción social, gremial y obras sociales, y ahora la presidencia.

-¿Qué desafíos se plantea en este nuevo rol?

-Atravesamos momentos difíciles. Trabajaremos para mantener unidos a los médicos y seguir junto a las grandes instituciones para cumplir objetivos en conjunto, y que eso redunde en beneficio de todos, es decir, de los médicos y de la sociedad. Para nosotros, es fundamental la dignificación del acto médico y su reconocimiento.

-La situación de la pandemia no se puede dejar de lado en cualquier análisis que se quiera realizar, ¿cree que el rol del médico y de los profesionales de la salud realmente ha sido valorado?

-No, creo que no. Si bien los médicos estamos más visibilizados, somos reconocidos cuando la gente se enferma. Es decir, cuando al paciente le da el positivo y uno lo va a visitar, lo escucha y no lo deja solo. Pero más allá de los médicos, está el resto del personal de la salud como los bioquímicos, nutricionistas, kinesiólogos, las enfermeras, los camilleros, la gente de las cocinas y los que se ocupan de la limpieza. En general, ellos no han sido reconocidos. Ha habido muy poco reconocimiento económico por parte de los gobiernos. Los médicos hemos tenido un rol activo, pero también lo han tenido todos los otros actores de la salud.

-En un momento crítico de la pandemia ustedes estaban con las salidas domiciliarias para atender a los pacientes, ¿hoy eso quedó de lado?

-Eso arrancó en agosto de 2020 y se siguió hasta octubre de 2021. Después, como hubo una baja abismal de casos, se suspendió. Fue cuando se levantó la carpa que estaba en la zona del Hospital y se suspendieron las visitas domiciliarias porque ya no eran necesarias. En este momento, todavía no hay nada nuevo. No se ha armado ninguna cuadrilla porque, por suerte, a pesar de la gran cantidad de casos que hay, la gravedad no es alta. Sí hay mucha transmisibilidad, por eso hay tantos contagiados, pero hay que esperar para ver si eso impactará en una mayor demanda sobre el sistema sanitario.

-¿Cuánto tiempo hay que esperar para ver el impacto de los elevados números de contagios que se han visto en los últimos días?

-A medida que avance enero vamos a tener más certezas sobre los casos. Seguramente, por las reuniones de Año Nuevo, vamos a tener otro pico. La baja de la gravedad y de la mortalidad se debe a la cantidad de gente vacunada. Eso no se discute. Muchos dicen “para qué ponerme la vacuna si lo mismo me voy a enfermar” y ese es un error. La gente que está con esquema completo, con dos o tres dosis, no tiene mortalidad, es decir, pasa el coronavirus como una enfermedad virósica suave. Por lo general, la gente que llega a internación es la que no está vacunada o no tiene los esquemas completos. Estar vacunado no impide necesariamente el contagio. Muchos jóvenes de entre 20 y 40 años se han colocado sólo la primera dosis. Ahora, a partir de la implementación del pase sanitario, están volviendo a completar el esquema.

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Durante los momentos más críticos de la pandemia, la doctora Sanabria atendió pacientes con Covid a domicilio.

Durante los momentos más críticos de la pandemia, la doctora Sanabria atendió pacientes con Covid a domicilio.

-Si uno mira a la Argentina con respecto a otros países, la expresión de los antivacunas parece ser minoritaria…

-La Argentina, a pesar del déficit que tuvo al comienzo de la campaña, ahora está en buenas condiciones con respecto a la cantidad de vacunas. Tenemos un alto índice de personas vacunadas, pero todos deberían completar el esquema. Son vacunas seguras y confiables para todas las edades. En los niños de 3 a 11 años, la que se está utilizando (Sinopharm) es una vacuna ya conocida. La plataforma es igual a dos vacunas que ellos han recibido en los primeros meses de vida y eso da una gran tranquilidad. Por algo no tuvimos la ola de contagios que se esperaba de Delta. Se pudo evitar gracias a la vacunación. Muchos de los casos que tenemos ahora son asintomáticos y otros con síntomas leves. Hay una gran relajación de la población y un mal uso de barbijos (los cuales deberían cubrir nariz y boca por completo en todo momento). Además, los barbijos de tela no son eficaces. La población debería usar los barbijos quirúrgicos o N95.

-Usted y parte de su familia cuentan con un centro de atención para niños y adolescentes, ¿han tenido consultas por efectos adversos de las vacunas contra el Covid-19?

-De niños, no. Yo hago alergia e inmunología y ese tema entra en lo que se conoce como reacción adversa a medicamentos y, si bien me han consultado del Hospital y de otros centros, son muy pocos los casos, diría que cuatro o cinco entre miles y miles de vacunados. Lo importante es que ninguno ha presentado extrema gravedad y mucho menos mortalidad. Por otro lado, al inicio se contraindicaba la vacunación en personas con antecedentes severos de alergia a medicamentos o alimentos. Hoy, con protocolos preventivos específicos, esa población ya está vacunada.

-Hay padres que opinan que los niños no deben ser vacunados porque ellos no transitan cuadros graves de coronavirus…

-Los niños son grandes propagadores del virus. El 95% de los niños van a cursar cuadros leves si se infectan, pero pueden llevar la enfermedad a un adulto con riesgo y ese es el gran problema. Por eso se hizo una campaña hace unos meses para vacunar con tiempo para que se puedan formar los anticuerpos para el momento que estamos viviendo ahora. La vacuna no evita la enfermedad, evita que la enfermedad sea grave. Por eso la ocupación de camas críticas es baja.

-La saco del tema de la pandemia y le pregunto otra vez como presidenta del Colegio Médico, ¿qué opina sobre la falta de profesionales en especialidades críticas como clínicos, pediatras y obstetras?

-Hay estudios hechos que marcan que el interior ha perdido especialidades y profesionales en general. Muchas clínicas se han cerrado y la atención se ha concentrado básicamente en Río Cuarto. Las especialidades como clínica médica, pediatría y obstetricia están en crisis porque hay poca gente interesada en formarse en esas ramas de la medicina. Hay que buscar incentivos. En general, la mayoría de los médicos trabajamos con las obras sociales y prepagas y los plazos de pagos van entre 45 y 60 días. Vamos siempre atrás de la inflación y los costos para trabajar son muy altos. Los insumos han aumentado en desproporción con los ingresos y eso crea un escenario muy difícil para las instituciones que, si no se revierte, redundará en que corra peligro la buena atención.

-¿Cómo evalúa la formación y el nivel de los profesionales que trabajan actualmente en las instituciones públicas y privadas de Río Cuarto?

-Tanto en el sector público como en el privado el nivel de atención es muy bueno. Río Cuarto es una de las ciudades que tiene mayor cantidad de especialistas médicos. Nosotros hacemos la carrera básica que son 6 años, como mínimo, y luego está la especialidad que son otros 3 o 4 años. La mayoría de los médicos de Río Cuarto tiene cursada y rendida la especialidad, lo cual significa una actualización constante y se re-certifica cada 4 años. Muchos de esos médicos están en la parte pública y en la privada.