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Teresita Inés Alaníz: el fuego sagrado

La pianista riocuartense murió ayer a los 74 años. Luego de actuar en diversos escenarios del mundo, estaba radicada en Alpa Corral.

Si a Teresita Inés Alaníz, que había nacido en Río Cuarto el 4 de mayo de 1946, le hubiese sido dado elegir un lugar para que su vida se apagara, acaso hubiese señalado sin vacilar su bella casa de Alpa Corral, ese refugio en el que cada verano, desde hace varios años, ponía la música por encima del redoblar del turismo cargado de murmullos, lógicamente “pum para arriba”.

Es que Alpa Corral, lo repetía, fue una y otra vez su muro de contención, su bálsamo. Y en los últimos tiempos, luego de andar profusamente por escenarios del mundo, concentró allí su modo de resistir frente a una salud vacilante: enfrentando el dolor sin renunciar ni por un instante a ese torrente musical que la sacudía muy hondo, se diría que desde antes del agua.

Aunque su nombre no haya sonado profusamente en los oídos acostumbrados al arte de masas, y desde luego haya aparecido mucho menos de lo merecido en los Medios de Comunicación, la trayectoria de Teresita es una de las más rutilantes de un artista riocuartense, y bastaría con repasar su curriculum para que de eso no quedara duda alguna (ver aparte).

Luego de estudiar en Río Cuarto y en Córdoba, y de formar parte del Coro Polifónico Delfino Quirici, desarrolló una trayectoria pianística muy destacada, realizando conciertos en las mejores salas de la Argentina y proyectándose luego a escenarios de varios países de Europa y de Canadá, en presentaciones como solista y junto a reconocidas orquestas sinfónicas internacionales.

Conciertos de verano

Aquietado ese andar, hizo de sus apariciones de cada uno de los últimos veranos en ese bello lugar que tenemos aquí nomás, al alcance de la mano, la expresión de un contraste poderoso: de un lado sus dificultades para andar y del otro ese torrente de música que aparecía apenas se sentaba al piano: el espectáculo de la vida resistiendo al dolor a través de una de sus expresiones más sublimes.

En esos tan breves como mágicos momentos, sus inquietudes intelectuales (además de sus saberes musicales fue licenciada en psicología, profesora de inglés y de esperanto, y bachiller en Artes) y su espíritu andariego, parecían resumirse y concentrarse en el instrumento y, prodigio que consiguen los artistas, el tiempo se detenía y ese instante amenazaba con ser eterno.

Ahora que acaba de morir, ese trajinar suyo por los mundos musicales de Beethoven, de Chopin, de Liszt, de Ginastera, de Piazzolla (por citar algunos de los grandes creadores a los que interpretó en las últimas noches de verano) se ramifica en el recuerdo como una de esas emociones que sólo el arte consigue afirmar en lo más íntimo, de una vez y para siempre.

Bendecida por un gran talento musical que merece ser recordado como un patrimonio de nuestra cultura, Teresita Inés Alaníz conservó hasta el último aliento el fuego sagrado, esa condición de artista dotada para conseguir que el piano fuese el instrumento de su propia sensibilidad, y un puente para iluminar la de quienes tuvimos el placer de escucharla.

Ricardo Sánchez. Especial para Puntal

Currículum notable

Declarada Ciudadana Ilustre de Alpa Corral y Río Cuarto, Teresita Alaniz se ha presentado sola, con orquesta sinfónica o integrando el Dúo Alaniz-Tomás (junto a su esposo, el barítono y clarinetista Gustavo Tomás) en importantes auditorios de Argentina y en el exterior, en una veintena de países de Europa y América con el auspicio de la Cancillería Argentina, la Asociación Argentina de Compositores e invitada por diversas instituciones tales como el Gobierno de Polonia, la Asociación Unilversal de Esperanto de Holanda, la Dirección de Cultura de Cuba, el Toronto Board of Education, etc.

Entre sus presentaciones se destacan las que realizó en el Teatro Colón de Buenos Aires, Salón Dorado, el Castillo Real de Varsovia y el Palacio de Cultura y Ciencia de la misma ciudad, el Paraninfo de la Universidad de Panamá, el Palacio de Bellas Artes de México, la Universidad de Puebla de Zaragoza, la Toronto Faculty of Music de Canadá y la Chesh ire School of Music de Inglaterra (dos instituciones de las que fue profesora de piano), el Family Insrirure de Washington y la Biblioteca Pública de Boston, EE.U U., habiendo actuado también en la prestigiosa Sala Eldborg del afamado Centro de Conciertos y Conferencias "Harpa" de Reykial'ík (Islandia), en Finlandia. Nicaragua, Cosca Rica, Austria, España, Inglaterra, entre otros países, y siempre con excelente crítica.

"Chiquilin de Bachín" de Ástor Piazzolla. Arreglo: Dúo Alaniz-Tomás. Teresita Inés Alaniz: piano

Dictó numerosos seminarios internacionales de técnica pianística e interpretación musical, así como conferencias en castellano, inglés y esperanto sobre distintos remas de su especialidad, destacándose en la difusión de la cultura argentina y preponderantemente de su folclore. Realizó tertulias de apreciación musical con interpretaciones en vivo ejecutadas por ella, grabó para radios y TV, reestrenó y estrenó obras de compositores argentinos (Carlos Suffern, Jorge Delorenzi, Carlos Michans, Gun­ rer Parpan, etc.) en el país y en el exterior, compuso y ejecutó la música de escena para la representación de rivede Sirges, España, temporada 2011-2012.

Fue asistente de cátedra en la Universidad de Buenos Aires, profesora en escuelas secundarias en Toronto, Buenos Aires y Alpa Corral, jurado internacional de composiciones para canto en Roterdam, Holanda y pianista estable de la Royal Academy of Dancing, de la Oysrería Operística "Fígaro" y del Toronto Board of Educarion en Canadá, así como de la Escuela Nacional de Damas "María Ruanova" de Buenos Aires. Como asistente técnica y artística de la Dirección Nacional de Música de Argentina fue profesora itinerante brindando numerosos cursos de apreciación musical, historia de la música y perfeccionamiento docente en distintas localidades de Argentina, cursos públicos de una semana de duración que culminaban con un concierto brindado por ella.

Organizó y participó de diversos congresos nacionales e internacionales, en estos últimos representando a Argentina, del idioma auxiliar internacional esperanto y de su cultura.

Era asimismo psicóloga egresada de la UBA con Diploma de Honor, Perico Mercantil egresada con Medalla de Oro de la Escuela Nacional de Comercio de Río Cuarto, profesora de danzas nativas argentinas, traductora de inglés y esperanto, así como examinadora internacional de este último designada por el ILEI de La Haya, Holanda; Bachelor of Science de la Universidad de Toronto, Medalla de Oro del Primer Concurso para Pianiscas Jóvenes de la Provincia de Córdoba y Primer Premio de la División Musical de Casa América en Buenos Aires.