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"Te abrimos las puertas de nuestra casa", dijo la mamá de Catalina a Néstor Soto

Comenzó el juicio por la muerte de Catalina Gutiérrez. El joven, confeso asesino, está imputado de homicidio doblemente calificado, por alevosía y por mediar violencia de género

Con la presencia de amigas, amigos y familiares que llevaban remeras blancas con la consigna consigna ‘Justicia por Catalina’ comenzó la primera audiencia del juicio por el femicidio de Catalina Gutiérrez en la Cámara 11 del crimen de la ciudad de Córdoba. La joven fue asesinada en julio de 2024 y por el hecho está acusado el amigo de la víctima y compañero de la facultad, Néstor Aguilar Soto.

En una jornada cargada de conmoción declararon Eleonora Wollenweider, Lucía Gutiérrez, hermana de la víctima y Ezequiel García, el novio de la joven al momento del hecho.

Eleonora Wollenweider, mamá de Catalina, en su desgarrador testimonio conto cómo era Catalina, los detalles del último día de la joven y cómo iniciaron su búsqueda. Eleonora dijo que Néstor frecuentaba su casa siempre, que Catalina lo buscaba y lo traía de la facultad. “Ella se sentía segura con él y hacían trabajos juntos. Yo le decía a Catalina que lo invite a comer a casa porque su familia vivía en el sur y él estaba solo acá estudiando. La idea era ofrecerle el calor de un hogar”, dijo. Y a continuación se dirigió a él: “Te abrí las puertas de mi casa, Néstor”.

“Yo te abrí las puertas de mi casa Néstor”, le dijo al imputado.

“Catalina lo consideraba un amigo a pesar de algunas conductas controladoras y obsesivas de parte de Néstor. Nunca pensamos que esas conductas podían llegar a ese extremo”, afirmó Eleonora acompañada en el estrado por su esposo.

Desde que la mujer comenzó a declarar, Néstor nunca la miró a los ojos. En un momento, por lo bajo le dijo “perdoname”, lo que ameritó la intervención del tribunal para aclarar que el acusado no puede dirigirse a los testigos. Sin embargo, Eleonora manifestó que quería contestarle: “La única persona que te puede perdonar es Catalina y ella ya no está”.

El relato de los testigos

Eleonora, Lucía (hermana de Catalina) y Ezequiel (el novio) coincidieron en el relato de ese día. El miércoles 17 de julio el grupo de amigos de la facultad de Arquitectura de Catalina y Néstor organizaron reunirse en el bowling del Patio Olmos por motivo del Día del Amigo.

El encuentro era a las 20 pero Catalina no llegó a horario. En ese momento recibió fuertes reproches de Néstor quien, enojado con la situación, volvió a su casa. Ante esta escena, Catalina decide buscarlo en el auto cerca de las 21.20. Salió en el Clío de su mamá desde su casa de barrio Inaudi y llegó hasta barrio Jardín donde Néstor residía solo.

Néstor Soto hace entrar a su casa a Catalina y allí la golpeó, la asfixió y cargó el cuerpo de la joven en el Clío y luego lo llevó a una zona de una baldío donde intentó prenderle fuego.

“La única persona que te puede perdonar es Catalina y ella ya no está”, dijo la mamá de la víctima a Néstor Soto

“A las 22.30 empecé a escribirle a Catalina y no me respondía. Yo no fui a esa juntada porque estaba con mi familia que había venido a visitarme a Córdoba”, dijo Ezequiel, el novio de Catalina que compartía el mismo grupo de amigos.

Preocupado porque no le llegaban los mensajes decidió dar aviso a la mamá de Catalina, quien le comenta a su hija Lucía. Fue la joven quien aportó la ubicación del celular de Catalina: “Mamá, está en la casa de Néstor, quédate tranquila”, le dijo.

Pero Catalina no respondía. Ezequiel llamó a Néstor quien les respondió en forma fría lo mismo a los dos: “Acá no está. Me dejó clavado como siempre”. Fue entonces que Eleonora, su marido y su hija fueron a la comisaría mientras que Ezequiel pasó a buscar a Néstor en su auto para iniciar una búsqueda por el barrio pensando en la hipótesis de robo.

Mientras estaba en la comisaría, Lucía detectó que el celular de Catalina marcaba una nueva ubicación: la del lugar donde Néstor había dejado el cuerpo. La Policía fue y confirmó lo peor: “Ahí se desató el caos. Allí se quebró mi mundo”, dijo Eleonora.

“Cuando nos dicen que Catalina estaba muerta paré el auto. Néstor se agarraba la cabeza, gritó”, relató Ezequiel.

De la sospecha a la confirmación

Al llegar a la comisaría, Néstor abrazó a Eleonora y le dijo: “¡¿Quién le pudo hacer esto a Catalina?!”.

De la comisaría de barrio Inaudi la familia se trasladó a la Jefatura de Policía de barrio Alberdi para seguir el protocolo. En ese recorrido, según declaró ante el Tribunal, la mujer le dijo a su hija Lucía que sospechaba de Soto. “Antes de pasar el Jockey dije ‘les voy a decir una barbaridad de la que a lo mejor me arrepiento toda mi vida. Yo sospecho de Néstor”, se sinceró. Luego, relató la actitud de su hija Lucía: “Me miró y me dijo: ‘¿Cómo podés decir eso? Es el mejor amigo de Catalina, ni lo repitas”.

La audiencia continúa hoy, se espera que declare Néstor Soto.