En el marco de las actividades previstas para los ingresantes a la Universidad Nacional, más de 5.000 jóvenes participaron de las Jornadas de Trabajo Solidario, coordinadas desde la Federación Universitaria (Furc) y articuladas con instituciones de toda la ciudad. Espacios como el centro cultural Mulato Mulé y la Granja Siquem fueron punto de intervención por parte de los estudiantes que pintaron y refaccionaron las instalaciones.
Julián Aguilera, de la Furc, señaló que, en esta octava jornada de trabajo voluntariado con los ingresantes a la Universidad Nacional, se intervino en puntos de la casa de altos estudios y “en diferentes sectores de la ciudad como en la Granja Siquem, el centro cultural Mulato Mulé, en la primera cancha de la asociación civil Los Gigantes y en merenderos”, explicó.
- ¿Cuál es el objetivo de estas jornadas solidarias?
- Se busca que el estudiante que ingresa a la Universidad tenga un contacto con la realidad que no se muestra en los medios de comunicación o las redes sociales, para conocer qué se vive en los barrios, y que al no tener contacto con ella no se sabe que es muy compleja, sumergida en problemáticas referidas a la falta de escolarización, violencia de género, y que está bueno que los chicos la puedan conocer.
Aguilera comentó que, ante el pedido de las organizaciones que los estudiantes visitaron, “se pinta en donde hace falta, se rastrilla y se juntan residuos, depende del punto que se visita para la intervención”, y aclaró que “es una jornada de trabajo no remunerativa, se paga con formación como persona y profesional, para que tengan una mirada diferente de la ciudad en la que van a estudiar”.
La iniciativa comenzó hace 8 años desde la Federación Universitaria y luego fue aprobada por el Consejo Superior y el Directivo de la Universidad. “En la Furc tenemos la comisión de Articulación Social que llega a distintos puntos de la ciudad con clases de murga, apoyo escolar, copas de leche, talleres culturales y con una continuidad durante el año”, declaró Aguilera, y sostuvo que “con estos trabajos voluntarios se busca despertar una chispa en los chicos que después puedan continuar en el año. Hay espacios para intervenir, sólo hace falta que los chicos tengan las ganas de participar”.
Estudiantes solidarios
Por su parte, dos de los estudiantes que están haciendo el ingreso a la carrera de Educación Física, Francisco Benítez y Juan Conde, destacaron el valor de espacios de trabajo como este. “No sabíamos que esta actividad se definía para el ingreso, pero cuando nos lo comentaron la mayoría lo tomó de la mejor manera e intentó aportar para cada institución”, indicó Benítez, mientras que Conde sostuvo: “Son actividades que nos forman como personas para el día de mañana, yo colaboro hace años con merenderos y es algo que me ha ayudado a crecer como persona. Estas experiencias sirven para nuestra formación y todos los chicos estuvieron muy predispuestos a participar”.
- ¿Cuánto sirve la experiencia de trabajos como este?
- Nos sirve para salir de la realidad que uno vive y conocer otras experiencias -sostuvo Benítez-, porque si no uno se queda con lo que tiene, en su posibilidad de ir a la Universidad y no sabe que hay otros chicos que tienen sus problemáticas que están lejos de nosotros.
- Deberíamos colaborar más como sociedad, acompañar a los niños y darles nuevas oportunidades, hay muchos que no tienen recursos y poder aportar nos enriquece como personas -completó Conde-.
Los chicos participaron de las actividades en toda la jornada de ayer, como parte del ingreso a sus carreras en la Universidad Nacional. “Cada uno puede aportar de acuerdo a sus intenciones y compromiso”, precisó Benítez, que agregó: “Siempre tenemos tiempo como para ayudar, con detalles como lo que se hizo en la jornada de trabajo voluntario ya se puede sumar en grande”.
- ¿Cuál es el objetivo de estas jornadas solidarias?
- Se busca que el estudiante que ingresa a la Universidad tenga un contacto con la realidad que no se muestra en los medios de comunicación o las redes sociales, para conocer qué se vive en los barrios, y que al no tener contacto con ella no se sabe que es muy compleja, sumergida en problemáticas referidas a la falta de escolarización, violencia de género, y que está bueno que los chicos la puedan conocer.
Aguilera comentó que, ante el pedido de las organizaciones que los estudiantes visitaron, “se pinta en donde hace falta, se rastrilla y se juntan residuos, depende del punto que se visita para la intervención”, y aclaró que “es una jornada de trabajo no remunerativa, se paga con formación como persona y profesional, para que tengan una mirada diferente de la ciudad en la que van a estudiar”.
La iniciativa comenzó hace 8 años desde la Federación Universitaria y luego fue aprobada por el Consejo Superior y el Directivo de la Universidad. “En la Furc tenemos la comisión de Articulación Social que llega a distintos puntos de la ciudad con clases de murga, apoyo escolar, copas de leche, talleres culturales y con una continuidad durante el año”, declaró Aguilera, y sostuvo que “con estos trabajos voluntarios se busca despertar una chispa en los chicos que después puedan continuar en el año. Hay espacios para intervenir, sólo hace falta que los chicos tengan las ganas de participar”.
Estudiantes solidarios
Por su parte, dos de los estudiantes que están haciendo el ingreso a la carrera de Educación Física, Francisco Benítez y Juan Conde, destacaron el valor de espacios de trabajo como este. “No sabíamos que esta actividad se definía para el ingreso, pero cuando nos lo comentaron la mayoría lo tomó de la mejor manera e intentó aportar para cada institución”, indicó Benítez, mientras que Conde sostuvo: “Son actividades que nos forman como personas para el día de mañana, yo colaboro hace años con merenderos y es algo que me ha ayudado a crecer como persona. Estas experiencias sirven para nuestra formación y todos los chicos estuvieron muy predispuestos a participar”.
- ¿Cuánto sirve la experiencia de trabajos como este?
- Nos sirve para salir de la realidad que uno vive y conocer otras experiencias -sostuvo Benítez-, porque si no uno se queda con lo que tiene, en su posibilidad de ir a la Universidad y no sabe que hay otros chicos que tienen sus problemáticas que están lejos de nosotros.
- Deberíamos colaborar más como sociedad, acompañar a los niños y darles nuevas oportunidades, hay muchos que no tienen recursos y poder aportar nos enriquece como personas -completó Conde-.
Los chicos participaron de las actividades en toda la jornada de ayer, como parte del ingreso a sus carreras en la Universidad Nacional. “Cada uno puede aportar de acuerdo a sus intenciones y compromiso”, precisó Benítez, que agregó: “Siempre tenemos tiempo como para ayudar, con detalles como lo que se hizo en la jornada de trabajo voluntario ya se puede sumar en grande”.
800 anotados más que en 2017
Para este año se anotaron 800 jóvenes más que el año pasado para cursar las carreras de la Universidad Nacional.
Finalmente fueron 5.440 los inscriptos para la casa de altos estudios y del total se estima que aproximadamente un 90% participó de las actividades propuestas en el ingreso, entre las que se encontró la jornada de trabajo solidario.
Fueron 3.500 los que completaron las documentaciones y se espera las del resto. En 2017 fueron 4.655 los inscriptos.

