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Tras 8 meses de encierro, el exjefe Oyarzábal volvió a aparecer en público

Fue citado como testigo del doble crimen de Mackenna. Recibió un gélido trato de un juez

El exjefe de Investigaciones de la Policía de la Provincia Gustavo Oyarzábal hizo ayer su primera aparición pública desde que el 7 de febrero de este año fuera detenido acusado de integrar la organización delictiva para el narcolavado.

Esposado, delgado y vestido con zapatillas, pantalón y remera negros, Oyarzábal fue conducido por dos guardiacárceles hasta la sala de juzgamiento de los Tribunales, donde fue citado para que declare como testigo, pues cuando se perpetró el crimen a los dos ancianos de Mackenna, el 11 de mayo de 2018, todavía era uno de los hombres fuertes de la Departamental Río Cuarto.



La caída



Después sobrevino la debacle para el exjefe policial. A principios de año, fue dado de baja en la fuerza y en febrero la Policía de Seguridad Aeroportuaria -la que tomó la posta en la investigación del narcolavado en Río Cuarto- fue a buscarlo a su domicilio y lo detuvo.

El juez federal Carlos Ochoa le atribuyó una activa participación para encubrir a las personas acusadas de integrar una banda para el lavado de activos provenientes del narcotráfico.

Desde entonces, Oyarzábal declaró en dos ocasiones en el Juzgado Federal pero siempre lo hizo con el rostro tapado.



Tensión



De los tres miembros del tribunal que le tomaron testimonio ayer, Emilio Andruet fue el que le formuló las preguntas más incisivas e incómodas. 

Ya sobre el final del testimonio, el vocal lo interpeló con gesto gélido, a propósito de su detención:

-¿Usted sigue siendo subcomisario?

-Sí, retirado. -Contestó seco Oyarzábal.

Su presencia como testigo lejos estuvo de ser decisiva. Dijo que no estuvo al frente de la investigación y que su participación fue colateral, en el momento en que allanaron los elementos que el acusado del doble crimen, Esteban Javier Fernández, se llevó de la casa de los ancianos.