Mariem Baggini cumplió años ayer y decidió celebrarlo de una manera muy particular: ser ella quien obsequiará un regalo a una persona entrañable, a quien la une más que la enseñanza de literatura. La profe pidió de regalo un triciclo eléctrico para su alumno Pablo Verón, un joven con parálisis cerebral, que desde hace años participa del taller de literatura municipal.
En su cumpleaños pidió un triciclo eléctrico para regalarle a su alumno
Mariem Baggini es docente de Pablo Verón, un joven con parálisis cerebral. Comparten la pasión por la literatura. Ambos viven en General Cabrera. Ayer ella festejaba su día y como obsequio les solicitó a sus padres ayuda para comprar el móvil para su estudiante
El miércoles 10 de junio de 2020 quedará por siempre en el recuerdo de estos protagonistas, que, en medio de la pandemia y cuando la noticia central pasa por el coronavirus, supieron poner en agenda otro tema: los valores de la solidaridad, empatía y compromiso social.
Ayer Pablo Verón llamó a su querida docente para desearle “feliz cumpleaños” y pedirle permiso para pasar por su casa a dejarle un regalo. Pero las cosas no se dieron como esperaba, la profe Mariem le respondió que no podía recibirlo, pues no sabía si iba a estar.
Algo desconcertado y desilusionado, el alumno no entendía. Pero al mediodía del miércoles ocurrió lo inesperado; Mariem fue quien se llegó hasta la casa de Pablo y allí en la puerta lo esperó. Al salir se encontró con la sorpresa de que su profesora le llevaba a él un regalo único, invalorable, el triciclo eléctrico que le facilitará su traslado por la ciudad de General Cabrera.
La sorpresa
“Me mentiste, me mentiste”, repetía Pablo mirando a Mariem que, emocionada lo miraba y sentía que allí ambos habían recibido el mejor regalo de sus vidas.
Mariem llegó a la casa de Pablo acompañada de su esposo Sebastián y su hija menor, Josefina. “La más grande (Valentina) se había quedado en casa haciéndome la torta de cumpleaños”, dice entre risas la docente.
Aún emocionada la profesora, licenciada en Ciencias de la Comunicación, oriunda de Washington, contó cómo se gestó esta idea a Puntal, que en principio esperaba que quedara en la intimidad familiar, pero en tiempos de redes esto es imposible.
"Recibí el regalo un poco de mis padres, ellos me ayudaron para poder concretarlo. Y bueno sí, elegí el triciclo para Pablo. Para mí era tener como regalo la felicidad de Pablo”, sintetiza esta apasionada docente.
Por las clases de Mariem pasaron muchos alumnos y para ella cada uno es especial. Pero Pablo aún más. Lo tuvo como estudiante en el colegio, pero luego con los años lo reencontró en el taller de literatura municipal.
Cuenta: “Con todas sus dificultades, él siempre fue un alumno especial, pero más allá de su problema de salud, siempre se ganó su lugar. Demandaba ayuda para movilizarse, pero intelectualmente sobresalió. Y no sé por qué se creó entre nosotros un vínculo especial. Hasta que un día me escribió diciéndome que quería participar del taller literario”, que depende del área de Cultura de la Municipalidad de Cabrera.
Según dice la docente, sucedieron cosas “mágicas” con Pablo, que tiene un don natural por la escritura y llegó hasta escribir un libro y está trabajando en un segundo. Siempre bajo la tutela de Mariem.
"Más que corregir (sus textos), era aprender de su vida. Se estableció una amistad muy fuerte. Dije y me propuse que lo iba ayudar con su libro. Lo logramos y así estábamos en proceso de otro libro”, remarca la docente.
Pero además, Mariem siempre estuvo preocupada por la seguridad de Pablo, que se moviliza por la ciudad en un triciclo que le demanda mucho esfuerzo, puesto que tiene su movilidad muy reducida.
“Me perturbaba su movilidad. Él venía al taller y había días que llegaba tarde y me decía que era porque había tenido que parar porque se cansaba”, admite. A su vez, al concluir la clases, Mariem quedaba a la espera del llamado de Pablo avisando que ya estaba en su casa. “Cuando se tardaba me generaba angustia”, comenta.
La búsqueda del triciclo adecuado
En las vísperas de su cumpleaños, Mariem recibió la consulta de sus padres respecto del obsequio que quería y la respuesta fue el triciclo para Pablo.
“Ellos saben de mi vínculo con él. Empezamos a averiguar, porque hay varias opciones, pero no todas les servían a él. Entonces en complicidad con la hermana empezamos a ver qué movilidad tenía; en qué mano, que su derecha. Pero a su vez, tenía que permitir que Pablo siga haciendo actividad física. Es decir que por momento pedalee”, relata Mariem.
Así se logró dar con la tricicleta que posee un motor eléctrico.
“Hubo que adaptarla y ponerle un acelerador de dedo, y vemos que hay que hacer otras adaptaciones. Pero bueno, ya la pudo usar. Al principio hasta fue gracioso porque íbamos detrás por temor a que se cayera”, menciona.
Pablo volcó toda su emoción en un escrito en las redes agradeciendo a su profe por el regalo (ver aparte).
Felicidad y agradecimiento
Mariem no dimensiona aún la importancia del gesto que toda la comunidad cabrerense celebró.
Elige saber que hizo feliz a Pablo. Y a su vez, agradece a sus padres, Blanca y Rubén, quienes hicieron posible cumplir este sueño. “Ellos no pudieron estar presentes, pero mantuvimos una comunicación. Casi no pudimos hablar, porque llorábamos”.
Finalizando, esta docente sostiene que el mérito o el premio más grande es el poder hacer feliz a alguien, más allá del valor económico: “A veces con sólo dedicarle un ratito a una persona deja una ganancia enorme”.
Pablo también pudo entregarle su regalo a Mariem: un libro con una dedicatoria y un cuellito tejido por su mamá, especialmente, para su docente más querida.
En adelante, viene el desafío de otro libro con Pablo. Mientras tanto, en cuarentena, continúan con el taller de literatura de manera virtual.
El eterno agradecimiento de Pablo y su familia
“Hoy estoy muy feliz!!! Doy gracias a la vida que me rodea de estas hermosas personas. Hoy Mariem junto con su familia me regalaron una bicicleta con motor. Es increíble lo que estoy viviendo. Mariem es una persona hermosa que el día de su cumpleaños es feliz regalando a alguien más. Gracias, gracias, gracias por la generosidad, el cariño y el amor!!! También un agradecimiento especial a los padres de ella y a Seba”.
Este es el mensaje que Pablo Verón dedicó por las redes a su profesora.
El joven escritor esperaba ser él quien agasajara a su docente, pero el obsequio fue mutuo.
Patricia Molina, la mamá, de Pablo, aún emocionada, dice: “En estos tiempos gestos como estos hay muy pocos y estamos infinitamente agradecidos”. Detalló cómo fue el emotivo momento: “Cuando llegó Mariem, le dije a Pablo que saliera porque ella no podía entrar. Y bueno, se encontró con esta sorpresa”.
Patricia no deja de agradecer y menciona a Mariem como la persona que confió en su hijo, que lo incentivó, que lo ayudó a escribir un libro. “Es bueno pensar que los sueños se cumplen”, subraya.