Bajo la premisa “No más hijos rehenes”, se llevó a cabo en la mañana de ayer una manifestación pacífica en la explanada de acceso a los Tribunales locales con el objetivo de visibilizar una problemática que afecta principalmente a los menores en su etapa de formación.
La iniciativa fue promovida desde la organización “Crianza Sana”, cuya sede en Río Cuarto se encuentra en calle Cabrera 825, y se concretó en el marco del Día Internacional de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes, que se conmemora cada 20 de noviembre.
Viviana Pomilio y Silvy Sultani, referentes de dicha ONG en la ciudad, explicaron que tal convocatoria busca visibilizar un flagelo que afecta directamente a la vida de los niños. Puntualmente, cuestionaron la medida de obstrucción de vínculo parental que se imparte casi de forma inmediata ante la denuncia por parte de uno de los progenitores y que no solo recae sobre el o la restante, sino que en cierta manera se hace extensiva a toda la rama familiar del denunciado o denunciada, interrumpiendo así el contacto del menor con abuelos, tíos, primos, mientras dure el proceso judicial, que puede extenderse por años.
En ese marco, señalaron que en muchas ocasiones se trata de falsas denuncias que dejan al menor imposibilitado de conectar con su padre o madre, mientras se lleven a cabo las actuaciones correspondientes, y que el daño que puede ocasionar en el niño es proporcional al tiempo que se extienda el esclarecimiento del caso.
“No trajimos ningún petitorio para entregar, porque apelamos al sentido común de la Justicia. Consideramos que la obstrucción implica vulnerar los derechos del niño. ¿Cómo se concibe que un niño crezca sin la figura materna o paterna? Por eso pedimos que la Justicia investigue, que no sea un simple expediente sobre un escritorio o un cajón, porque detrás de cada caso hay vidas”, señaló Pomilio ante el móvil del programa televisivo Puntal AM!
Además, trajo a colación la reciente visita de Ramón Dupuy, abuelo de Lucio, cuyo asesinato fue el corolario de siete falsas denuncias previas hacia el padre biológico que lo dejaron imposibilitado de todo tipo de contacto.
“Después del caso Lucio (Dupuy), 96 niños en Argentina fueron asesinados por sus madres. Y muchos de esos casos, con el argumento de decir: ‘Si no son míos, tuyos no van a ser’. Por eso resaltamos que no son expedientes, son vidas”, expresó Pomilio, resaltando la necesidad de dar celeridad a la atención de los casos.
“Marca al niño para toda su vida”
A su turno, Sultani consideró que “la obstrucción del vínculo representa una de las peores agresividades, porque marca a los niños para toda la vida”. “El padre y la madre son indispensables para la crianza de un hijo. Hoy existen acompañantes terapéuticos o cuidadores domiciliarios que pueden acompañar a los niños para el encuentro con sus padres”, sostuvo la referente local de Crianza Sana.
Para agregar: “La obstrucción es la peor agresividad que se genera en la vida del niño y provoca rotura en las raíces de lo que serán los futuros árboles que se preparan para el bosque de la vida. No hay motivo para obstruir, porque quien obstruye está atentando contra la vida de un hijo, de una madre o de un padre”.
Por su parte, un papá obstruido del vínculo con sus dos hijos resaltó la necesidad de contar con mayor celeridad por parte de la Justicia en las actuaciones tendientes a dilucidar las denuncias, como así también de considerar mecanismos punibles ante la comprobación de falsas acusaciones y más aún si se registran de manera recurrente. “Hoy por hoy, te hacen una falsa denuncia y en 24 horas dejás de ver a tus hijos, pero después pueden pasar años para que se esclarezca y puedas volver a verlos. Y para peor, es que la medida trasciende al denunciado, porque cuando se obstruye el vínculo, hay tías que dejan de ver a su sobrino o abuelos que no pueden ver a su nieto. Porque cuando se hace una denuncia de este tipo, se les borra totalmente a los chicos la parte de la familia denunciada”, dijo en diálogo con Puntal. Y agregó: “Y en todo esto, la principal víctima termina siendo el niño o niña. Y no se está poniendo el foco en ellos, en el daño irreparable que es imposible de cuantificar. Porque acá no se habla de una separación de bienes, se habla del tiempo que perdiste junto a un hijo, que no se recupera nunca más”.
“Hoy te hacen una falsa denuncia y en 24 horas dejás de ver a tu hijos, pero después pueden pasar años para que se esclarezca y puedas volver a verlos”.