Las panaderías de Río Cuarto legalmente constituidas serían menos que las que operan diariamente sin estar debidamente inscriptas. Así lo estimaron desde la sede local del Centro de Industriales Panaderos y Afines de la provincia de Córdoba.
“Tenemos unas 55 panaderías registradas en la ciudad, pero sin dudas que las que están por fuera son muchas más. Lógicamente que esto es una estimación porque al estar en negro no hay una precisión sobre la cantidad que serán”, explicó Bruno Prizzón, vocal del Cipac en Río Cuarto.
En ese marco, las autoridades del centro de panaderos se reunieron la semana pasada con autoridades del Municipio para elaborar un plan de acción tendiente a regular la actividad en la ciudad.
“Estuvimos reunidos con el secretario de Gobierno, Maurcio Dova, y con el subsecretario de Agroindustria, Daniel Reiloba, con la idea de darle un marco de mayor transparencia y ordenamiento al sector”, explicó Prizzón. También participaron del encuentro el secretario general del Cipac, Reinaldo Rusconi, y los representantes gremiales del sector, Ariel Peralta y Alejandro Díaz. Se sumaron también empresarios panaderos.
“Encontramos una muy buena recepción a esta problemática que fuimos a plantear de manera conjunta los integrantes del Cipac y del gremio, porque lo que estamos viendo es que el impacto sobre las panaderías legales es muy fuerte y eso hace peligrar fuentes de trabajo en blanco”, detalló Prizzón.
Según precisaron los panaderos, los funcionarios municipales aprobaron la conformación de una mesa de trabajo para tomar las medidas pertinentes que contribuyan a la normalización de la actividad.
En la audiencia se expresó la situación general de la industria panaderil y se establecieron algunos ejes de trabajo a futuro. Entre ellos se realizará una campaña de concientización para toda la ciudadanía, con respecto al consumo de productos panificados, que deben ser adquiridos en los lugares habilitados que cuenten con certificación, y que cumplan con todas las normativas de buenas prácticas garantizando salubridad. “Esto es importante, porque más allá de que no haya inscripciones y no tributen lo más grave es que están al margen de los controles bromatológicos”, reforzó Prizzón.
Al mismo tiempo, se aclaró que se buscará incorporar al sistema a aquellas panaderías que se encuentran en una situación de marginalidad y/o irregularidad con las normativas correspondientes, por medio de mecanismos de control de las distintas áreas, como habilitación, bromatología, transporte de mercaderías, carnet sanitario y fiscalización, entre otras.
También se alentará la generación e incorporación de empleo calificado, con la participación efectiva del sindicato y capacitación de los mismos para la inserción laboral.
Por último, se remarcó la intención de generar un flujo continuo de trabajo e información para el tratamiento de las temáticas debatidas.
En ese marco, las autoridades del centro de panaderos se reunieron la semana pasada con autoridades del Municipio para elaborar un plan de acción tendiente a regular la actividad en la ciudad.
“Estuvimos reunidos con el secretario de Gobierno, Maurcio Dova, y con el subsecretario de Agroindustria, Daniel Reiloba, con la idea de darle un marco de mayor transparencia y ordenamiento al sector”, explicó Prizzón. También participaron del encuentro el secretario general del Cipac, Reinaldo Rusconi, y los representantes gremiales del sector, Ariel Peralta y Alejandro Díaz. Se sumaron también empresarios panaderos.
“Encontramos una muy buena recepción a esta problemática que fuimos a plantear de manera conjunta los integrantes del Cipac y del gremio, porque lo que estamos viendo es que el impacto sobre las panaderías legales es muy fuerte y eso hace peligrar fuentes de trabajo en blanco”, detalló Prizzón.
Según precisaron los panaderos, los funcionarios municipales aprobaron la conformación de una mesa de trabajo para tomar las medidas pertinentes que contribuyan a la normalización de la actividad.
En la audiencia se expresó la situación general de la industria panaderil y se establecieron algunos ejes de trabajo a futuro. Entre ellos se realizará una campaña de concientización para toda la ciudadanía, con respecto al consumo de productos panificados, que deben ser adquiridos en los lugares habilitados que cuenten con certificación, y que cumplan con todas las normativas de buenas prácticas garantizando salubridad. “Esto es importante, porque más allá de que no haya inscripciones y no tributen lo más grave es que están al margen de los controles bromatológicos”, reforzó Prizzón.
Al mismo tiempo, se aclaró que se buscará incorporar al sistema a aquellas panaderías que se encuentran en una situación de marginalidad y/o irregularidad con las normativas correspondientes, por medio de mecanismos de control de las distintas áreas, como habilitación, bromatología, transporte de mercaderías, carnet sanitario y fiscalización, entre otras.
También se alentará la generación e incorporación de empleo calificado, con la participación efectiva del sindicato y capacitación de los mismos para la inserción laboral.
Por último, se remarcó la intención de generar un flujo continuo de trabajo e información para el tratamiento de las temáticas debatidas.