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Crearon una red para la contención de las familias migrantes

Es una iniciativa que busca generar espacios de trabajo y facilitar su integración en la sociedad riocuartense que se articula desde un grupo pastoral y que cuenta con el acompañamiento de familias de la ciudad. Hacen un censo de inmigrantes venezolanos

Comenzó a desarrollarse una red de contención para las familias migrantes organizada desde la Diócesis de Río Cuarto. El Equipo Pastoral de Migrantes, junto con un grupo de familias que se desempeñan como voluntarias, busca dar trabajo y vivienda a los ciudadanos de países vecinos que llegan a Argentina con la esperanza de contar con una mejor calidad de vida.

En diálogo con Puntal, miembros de la Pastoral de Migrantes destacan que este proyecto surge en la Iglesia católica hace más de 150 años, y se consolidó a mediados del siglo pasado, siempre buscando el desarrollo asistencial a quienes migraron, por ejemplo desde Europa a América. En la actualidad apunta a integrar en las comunidades parroquiales a los recién llegados.

Desde la pastoral están trabajando en lo que denominan un “reconocimiento de los recién llegados”, es decir, de todos los que han migrado en los últimos 15 años. Es una red para ciudadanos vecinos, de la que participan familias de la zona.

“Se ve que los hijos de inmigrantes de tercera o cuarta generación es la que ya se afinca, como quienes somos descendientes de españoles o italianos”, explicaron.

En la Pastoral de Migrantes de la Diócesis de Río Cuarto, en el centro del país, se busca brindar un espacio de integración, en particular a los vecinos de Paraguay, Bolivia y Perú, sumado a venezolanos y dominicanos, más otros que son de grupos más reducidos. “Trabajamos en una red nacional, de la Comisión Episcopal de Migraciones, y allí contamos con asesoramiento legal, mientras que hacemos una red de contención”, desarrollaron desde la diócesis local.

En relación a esta red, que en este momento se está desarrollando con los inmigrantes venezolanos, organizan espacios de integración en el interior del país, para que no se queden en Buenos Aires, sino que cuenten con trabajo y vivienda en el interior.

En tanto, se lleva a cabo un trabajo interno con las comunidades para mejorar la capacidad receptora y de integración, “que también resulta complicado para la inclusión de quienes vienen con costumbres diferentes”, aseguraron.

La contención a las familias de quienes vienen de países vecinos también contempla la inclusión laboral a través de los voluntarios. A partir de una bolsa de trabajo se espera incorporar a quienes llegan al país en busca de una mejor calidad de vida.

Desde la pastoral están trabajando en lo que denominan un “reconocimiento de los recién llegados”, es decir, de todos los que han migrado en los últimos 15 años. Es una red para ciudadanos venezolanos, bolivianos y peruanos, entre otros, de la que participan familias de la zona.

Los integrantes de la pastoral comentan que en los espacios de trabajo territorial se van sumando los voluntarios para compartir en la red. El equipo se empezó a armar antes de la pandemia y con el cese de actividades debieron suspender los trabajos para dedicarse a la capacitación para la pastoral. Ahora inician con los trabajos nuevamente y con la idea de llevar a cabo un festival de migrantes, en los que a lo largo de varios fines de semana puedan compartir sus costumbres, comidas, cultura y experiencias de cada comunidad.

Se esperaba realizar estos desfiles en septiembre de este año, pero con el retorno a la actividad se vuelve a organizar pero pensándolo para la misma época en 2022.

La contención a las familias de quienes vienen de países vecinos también contempla la inclusión laboral a través de los voluntarios. A partir de una bolsa de trabajo se espera incorporar a quienes llegan al país en busca de una mejor calidad de vida. “Desde países como Venezuela llegan muchos profesionales y se apunta a revalorizar su labor”, comentaron.

Lo que ya se empezó, hace 2 semanas, es un censo con todos los ciudadanos venezolanos que se encuentran en Río Cuarto, para lo que desde la Pastoral están siendo asesorados por algunos vecinos locales que han venido del país vecino.

La comunidad gitana también tiene su contención a nivel provincial, que de a poco se va incorporando al trabajo en nuestra ciudad, y, por otra parte, se aborda la situación de temáticas como turismo, itinerantes y trata de personas, para lo que se están armando los grupos de trabajo.

Espacio para asesoramiento

El trabajo de la Comisión Episcopal de la Pastoral de Migrantes e Itinerantes, de la que depende el trabajo de la pastoral de nuestra diócesis, cuenta con diversas áreas para la contención de estas familias: la laboral, la legal y de documentación, la de trata de personas, la de campañas y acciones de concientización, y las clases de idiomas para extranjeros.

Entre las principales áreas, la laboral tiene entre sus objetivos el asesoramiento para el armado de curriculums; la explicación sobre requisitos para trabajar en la Argentina, tanto en relación de dependencia como independientes; la información sobre capacitación laboral gratis o a bajo costo; la propuesta de talleres de capacitación laboral; y el coaching sobre desarrollo profesional.

En tanto, se acompaña a las mujeres emprendedoras migrantes para potencian sus emprendimientos y mejorar sus ingresos para sostener a sus familias.

En la legal, en tanto, se los asesora en relación a la documentación requerida en el país al que migraron y se los ayuda con información jurídico gratuito, patrocinio legal en el ámbito administrativo y judicial, y acompañamiento ante dependencias públicas, administrativas y judiciales.

Del mismo modo, se brindan espacios para consultas legales de instituciones y para la sensibilización y difusión.

Respecto de lo que es la trata de personas, un tema sumamente sensible y que requiere de una atención especial en lo que refiere a la migración de un país a otro, el área específica de la Comisión Episcopal tiene como función fundamental desarrollar campañas de sensibilización y concientización, brindar asesoramiento, realizar proyectos en diversas diócesis del país apoyando a los delegados y participar en mesas de trabajo conjunto: Equipo No a la Trata de la Comisión Nacional de Justicia y Paz, entre otras.

Del mismo modo, se busca coordinar acciones en terreno con las delegaciones de Argentina.

“Para la Jornada Mundial de Oración y Reflexión contra la Trata de Personas (8 de febrero, fiesta de Santa Josefina Bakhita), aporta subsidios litúrgicos para animar las celebraciones, además de expresarse a través de oportunos Comunicados sobre este tema. Lo mismo se realiza cada 23 de septiembre, en el Día Internacional de la Lucha contra la Trata de Personas y la Explotación Sexual de Mujeres, Niñas y Niños y Adolescentes”, destacan desde el sitio web en el que, además, los interesados pueden contactar por más información.

Finalmente, desde este espacio de trabajo para la contención de los migrantes, se llevan a cabo diversos proyectos como el "Construyendo Puentes", junto al Fondo Canadá de Iniciativas Locales; el "Se trata de nosotros", contra la trata de personas; las capacitaciones jurídicas itinerantes para migrantes en CABA; el programa de Turismo Sustentable en el noroeste argentino; y el programa contra la explotación, trata y tráfico de personas; entre otras propuestas de contención.

Jornada mundial del migrante e itinerante

El domingo pasado, 26 de septiembrel, se celebró la Jornada Mundial del Migrante e Itinerante, en la que desde la Iglesia católica se compartió un mensaje del Papa Francisco destinado a un “nosotros cada vez más grande”, queriendo así indicar un horizonte claro para el camino común en este tiempo de crisis sanitaria.

“La historia de la salvación ve un nosotros al inicio y un nosotros al final, y en el centro, el misterio de Cristo, muerto y resucitado para que todos sean uno”, indicaron desde los sitios web de la Comisón Episcopal, mientras que agregaron:“El tiempo presente, sin embargo, nos muestra que el nosotros querido por Dios está roto y fragmentado, herido y desfigurado. Y esto tiene lugar especialmente en los momentos de mayor crisis, como ahora por la pandemia”.

En otro fragmento del documento publicado en aquella jornada, se sostuvo que “el precio más elevado lo pagan quienes más fácilmente pueden convertirse en otros: los extranjeros, los migrantes, los marginados, que habitan en las periferias existenciales”.

Y citaron a Francisco: “Todos estamos en la misma barca y estamos llamados a comprometernos para que no haya más muros que nos separen, sino que haya más ‘otros’, sino solo un ‘nosotros’, grande como toda la humanidad”.

Finalmente, se indicó que en estas jornadas se busca “salir a las calles de las periferias existenciales para curar a quien está herido y buscar a quien está perdido, sin prejuicios ni miedos, dispuestos a ensanchar nuestros espacios para que podamos recibir a todos”.

Luis Schlossberg.- Redacción Puntal