Lunes 24.- El Presidente querellará a Patricia Bullrich por el supuesto pedido de “retornos” a Pfizer.- Esta mácula dentro de un plan de vacunación que marcha de manera tan transparente y afinada no puede ser otra cosa que un malentendido. Porque por un lado, quién podría creer que una dirigente prudente y juiciosa como Patricia iba a hacer una denuncia tan ruidosa sin pruebas tan contundentes e irrefutables como las que están acostumbrados a exigir sus exigentes seguidores. Pero por el otro, también aparece como delirante y traída de los pelos la idea de que a funcionarios de un gobierno nacional y popular con los antecedentes del que tenemos la suerte de estar disfrutando se les ocurra hacer un negocio raro con una adquisición del Estado. Si a esto se suma que la tercera pata involucrada es una entidad tan comprometida con el bienestar general de los pueblos como una multinacional farmacéutica, imaginar qué puede haber ocurrido se presenta como una misión imposible para una opinión pública a la que jamás se le ha dado motivos para desconfiar de lo que acontece en las altas esferas. En fin, menos mal que esclarecer qué ocurrió, separar la paja del trigo y despejar toda hipotética duda quedará en manos de la Justicia argentina, cuyo expertise para resolver cuestiones de supuesta gravedad institucional ya se ha vuelto legendario.

Martes 25.- Hubo marchas anticuarentena en todo el país, con incidentes y detenidos en Rosario.- No es por despreciar los méritos de un tedéum virtual o de un recordatorio sobre el origen del feriado, para espabilar a los que creen que es por el aniversario de la fundación de River Plate en 1901 o el “Día del Orgullo Friki” (sic), e ignoran que en realidad se evoca la fundación de la Patria en 2003, cuando Néstor llegó a la Casa Rosada sin dejar las convicciones en la puerta. Pero nos quedamos con esta otra refundación, la de la propuesta alternativa para hacer frente a la pandemia dándole la cara al virus en lugar de acovacharse obedientemente, presas del terror, una toma de posición que siempre había aportado al debate argumentos interesantes (como el de que el virus es una excusa para inocularnos por medio de la vacuna un chip mediante el cual Bill Gates controlará todos nuestros movimientos, ponele) pero últimamente andaba medio alicaída. Es que si los que salen a la calle son tipos que pretenden mandar a los chicos a la escuela o piden que los dejen abrir el negocio, el consiguiente riesgo es que la discusión ingrese en un terreno embolante, sujeto a la tiranía del sentido común. ¡Qué falta nos hacían estos “Médicos por la Verdad” de Rosario, versión laica de algunos de nuestros pastores de acá a la vuelta, listos para desafiar la historia oficial repleta de falsedades que desgrana el poder para ejecutar sus siniestros planes de dominación mundial. Sin siquiera pedirte que les pagues el diezmo, te baten la justa: Tenés que dejar de usar barbijo porque “el barbijo mata”, porque el diabólico trapito en la cara “debilita el sistema inmunológico”, porque es “una forma de esclavitud”, y porque andar a cara descubierta es la manera más rápida e inocua de terminar con “el único virus que circula hoy”, que se llama “terrorismo de Estado”, y es instaurado por una “dictadura disfrazada de ciencia”. En cambio, la ciencia sin disfraces de ellos te receta el famoso y prestigioso dióxido de cloro, que mientras te liquida el coronavirus también te desinfecta los vasos sanguíneos por dentro, además de curarte el autismo, la halitosis y ya que estamos el mal de ojo. Nos imaginamos lo felices que pondrá a los dueños de bares y restaurantes, a los promotores de espectáculos y a los operadores de agencias de turismo que el bando de los desesperados que quieren abrir todo urgente tenga como representación pública más visible a científicos de semejante categoría.

Miércoles 26.- Caso Skanska: piden citar a 700 testigos y entrecruzamiento de llamadas entre exfuncionarios y empresarios acusados.- Preocupante. No es que pongamos en duda la idoneidad del fiscal que hizo el pedido, pero la noticia del arranque de este juicio oral y público nos genera el interrogante de si no nos estaremos apresurando un poco. Teniendo en cuenta lo ocurrido, por ejemplo, en el caso del contrabando de armas, originado a comienzos de los ‘90, y por el cual Carlos Saúl fue condenado ayer nomás, y no le quedó tiempo para demostrar su inocencia en el juicio por las explosiones de 1995 en Río Tercero, una causa como Skanska, que arrancó en 2006, es como demasiado reciente. Además, no se sabe si todos esos testigos y entrecruzamientos bastarán para esclarecer si hubo o no coimas, dada la extrema complejidad de un expediente donde solamente existen pruebas tan débiles y controversiales como la declaración de los pagadores de las coimas de que efectivamente se las pagaron a los coimeros. Pero bueno, la ventaja es que se va a aclarar más rápido que se trató de una burda maniobra para desacreditar al proyecto de matriz productiva con inclusión social, o de matriz inclusiva con contención social, o de matriz compulsiva con producción total (o algo así, ustedes me entienden) en aquel momento incipiente, pero ya víctima de un lawfare que ni siquiera había empezado a llamarse así.

Jueves 27.- “No estoy para acumular dólares sino para que coman los argentinos”.- Bien por nuestro Presidente, que con declaraciones como ésta revela no sólo una fuerte identificación con la tradición histórica del movimiento del que forma parte (“¿Alguna vez vieron un dólar?” es una frase emblemática del general), sino una lucidez en materia de comprensión de las realidades económicas y sociales que bien podría ser reconocida formalmente a través de su inclusión en un club de rebeldes alternativos que ya mismo bautizaríamos “Políticos por la Verdad”. Ideas como la de que frenar las exportaciones de carne impulsaría a los ganaderos a producir soja y a la larga encarecería los precios del vacío y la marucha son como formas de esclavitud promovidas por dictaduras disfrazadas de ciencia, tan falsas como la de que la emisión sin respaldo estimula la inflación. Creer que a un país le hace falta tener dólares en el Banco Central es un mito que forma parte del plan de dominación mundial, dentro del cual hambrear a la gente juega un papel clave. Las exportaciones son el recurso hallado por los conspiradores para empobrecer el país, o acaso los países más prósperos no son esos que no venden absolutamente nada. Y prohibirlas vendría a ser el dióxido de cloro que va a despejar de obstáculos los circuitos de comercialización, para que los argentinos puedan volver a disfrutar de los asaditos tal como Alberto les garantizó en la más clamorosa de sus promesas de campaña.

Viernes 28.- González García y las negociaciones con Pfizer:“Hasta les llegamos a ofrecer una cosa casi indigna”.- Lindo susto el que nos dio Ginés con este título, no podíamos creer que un gobierno tan celoso de su dignidad que en su versión anterior acostumbraba a garpar más de lo que le pedían (al FMI, al Club de París, a Repsol, etc.) para dejar en claro que el honor importa más que unos miserables miles de millones de dólares más o menos, se hubiera hincado de rodillas ante un interlocutor de quien tampoco podíamos creer que no actuara como el benemérito benefactor de la humanidad que siempre ha sido. Afortunadamente el título era engañoso, y después la información precisa cuál era exactamente la oferta del amigo de sus amigos:“Una firma de responsabilidad individual, de cada uno de los vacunados, diciendo que no iban a hacer ningún reclamo”. O sea que no estaba dispuesto a entregar el rosquete, sino en todo caso a entregar el nuestro, en línea con un recurso que responde a una larga tradición histórica para garantizar la preservación de la dignidad de los gobiernos. En cualquier caso, aunque no vamos a negar que nos ofende un poco que Pfizer no haya agarrado viaje, desde acá les decimos que ustedes se lo pierden, total tenemos un montón de proveedores menos quisquillosos que se atropellan para vacunarnos, y a este ritmo vamos a tener el problema resuelto para 2026.