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Tristeza, amargura, dolor y bronca, el día después del voraz incendio

El fuego logró ser contenido, aunque había personal apostado para evitar que se reavive. Las condiciones climáticas ayudaron. Se vieron afectadas unas 4.500 hectáreas. Hay familias que perdieron todo

El incendio forestal de grandes dimensiones que arrasó el miercóles y ayer la vegetación y derrumbó casas y cabañas a su paso entre las localidades de Potrero de Garay y San Clemente en el Valle de Paravachasca, dejó una sensación de tristeza, amargura, dolor y bronca, de acuerdo a lo reseñado por algunos damnificados.

El intendente de Potrero de Garay, Gerardo Martínez, dialogó con Télam y aclaró que “en este momento se encuentra la situación controlada y en guardia de cenizas”, aunque personal de Defensa Civil y 11 dotaciones de bomberos continúan en las tareas de enfriamiento del sector, en una jornada en la que las condiciones climáticas mejoraron respecto al miércoles.

Al menos 65 casas y cabañas sufrieron la quemadura total de sus construcciones, de las cuales más de 50 se encuentran dentro del complejo Potrerillo Pueblo de Montaña, una urbanización en donde los pinos ardieron en llamas toda la tarde del miércoles y arrasaron con todo a su paso. Otras veinte sufrieron daños de distinta magnitud. No hay registros en la provincia de daños de tal magnitud

El fuego de estos dos días afectó unas 2.500 hectáreas en los valles de Calamuchita y Paravachasca.

Hoy se realizaría el relevamiento para evaluar los daños que dejó el peor siniestro del año.

“Imagen apocalíptica”

Eldo Brussa, propietario de una de las viviendas que quedaron completamente destruidas, dijo bajo una notoria decepción: “Nos enteramos por los medios, era imposible llegar, no nos dejaban pasar”.

“Vinimos hoy (por anteayer) y encontramos una imagen apocalíptica, cuesta creer lo que vemos, parece que pasó una guerra”, describió el hombre, quien afirmó que ahora no puede pensar qué va a hacer en el futuro en ese lote de ese barrio, que fue pensado como un lugar distinguido dentro de la montaña que antecede al Valle de Calamuchita.

Brussa dijo sentir “mucha tristeza, amargura y bronca”, y al ser consultado sobre si se podría haber prevenido con obras o demás acciones para evitar la propagación del fuego, sostuvo que siempre "se puede hacer algo más, pero el pino cuando agarra fuego no lo parás más”.

Sobre esa situación habló también el intendente, quien aclaró: “Por más cortafuegos que hubiera, el fuego cruzó 12 kilómetros en 20 minutos. Se calcularon ráfagas de unos 90 kilómetros por hora, y sólo logramos combatirlo en las calles”.

Martínez afirmó tener también una “sensación de tristeza, amargura, dolor”, aunque dijo que "reconforta que los vecinos lucharon para que fueran más aliviadas las consecuencias”.

Esa situación de solidaridad encontró el intendente al bajar de la zona más alta de la montaña, donde dijo que en un momento quedaron atrapados por el fuego cuando circulaban por una ruta en una camioneta junto a un grupo de trabajadores de la comuna: “Los chicos tuvieron miedo”, destacó.

Por su parte, Efraín Agustinoy, desarrollista de Potrerillo Pueblo de Montaña, el sector más dañado, donde el fuego arrasó 200 hectáreas y más de 50 viviendas, dijo: “Hemos tenido incendios, pero bueno, no puedo certificar cómo ha entrado, supongo que ha sido algo en el mismo complejo o el juez de paz que ha certificado la caída de una torre de Epec y que originó todo este lío”.

“Íbamos alertados del inicio de un fuego en la zona alta, y nos encontramos con que se había iniciado otro incendio por la caída de cables de tendido eléctrico”, indicó.

Sobre lo sucedido en la zona, el director General de Defensa Civil de la Provincia, Diego Concha, informó a Télam Radio que continúan trabajando, entre personal de Bomberos Voluntarios y personal del Equipo Técnico de Acción ante Catástrofes, Plan Provincial de Manejo del Fuego y Defensa Civil. Hay unos 390 efectivos en el lugar y el fuego "no ha entrado con la intensidad y la velocidad que nosotros consideramos que podía pasar con el viento que está rotando del sector sur", agregó Concha, aunque destacó que "igual hay que estar sumamente atentos".

Otro de los focos se encuentra en el Valle de Calamuchita, entre las localidades de Intiyaco y Athos Pampa, siniestro sobre el que el funcionario dijo: “El foco está contenido un 70%, también con perímetro inestable y muchos puntos calientes”.

El fuego devastó alrededor de 4.500 hectáreas, destruyó en su totalidad 65 viviendas y provocó daños de distinta magnitud en otras veinte.

El intendente de Potrero de Garay destacó también que desde ayer se hicieron presentes los ministros provinciales de Seguridad, Alfonso Mosquera; el de Gobierno, Facundo Torres, y de Desarrollo Social, Carlos Massei, para colaborar con la coordinación de las tareas. Además, contó que recibió el llamado del gobernador Juan Schiaretti, quien ofreció los fondos que tiene la Provincia para destinar a esos casos.

Las fiscalías de Alta Gracia y de Río Tercero iniciaron causas para tratar de determinar si hubo intencionalidad o negligencia en el inicio de los dos grandes incendios. Por ahora, no hay avances.

Guardia de cenizas para evitar el reinicio en Intiyaco y Potrero de Garay

Tras el intenso trabajo del miércoles y la madrugada de ayer, los dos focos de incendio fueron controlados ayer, aunque sigue la guardia de cenizas para evitar que se pueda reactivar.

“En horas de la tarde de ayer no se registraba actividad ígnea pero quedan puntos calientes en un perímetro inestable”, se informó desde la Provincia.

El foco iniciado en zona de Potrero de Garay y San Clemente está contenido en un 90 por ciento. En tanto que el frente que se abatió en el sector de Intiyaco y Athos Pampa está contenido en un 80 por ciento.

“Siguen habiendo puntos calientes en un perímetro todavía muy inestable, en donde sigue distribuida una gran cantidad de efectivos, tanto de bomberos voluntarios como del Etac, trabajando en el lugar”, señaló el director de Defensa Civil, Diego Concha.

El funcionario destacó que en horas de la tarde ya se habían dejado de hacer aplicaciones por parte de los medios aéreos.

“No han sido solicitadas nuevas aplicaciones por parte del personal que está trabajando en tierra. Y ha disminuido la intensidad del viento, cosa sumamente importante”, recalcó.

Concha explicó que llegó a haber ráfagas de viento sur a 40 kilómetros por hora, aunque se calmó por la tarde. “No hemos tenido prácticamente ningún reinicio en lo que va de la jornada”.

Sin embargo, las autoridades provinciales aseguraron que se va a seguir trabajando durante la madrugada de hoy, con recambio de personal por la mañana.

Redacción Puntal y Agencia Télam