Un grupo de vecinas de Alcira Gigena decidieron iniciar este año un curso de costura y reutilización de prendas que dicta el Centro de Inclusión Municipal (CIM) como un modo de afrontar la pandemia, con diferentes objetivos: algunas buscan aprender el oficio, otras lo realizan como entretenimiento y hay quienes también lo toman como una salida laboral.
María Teresa Luque es la profesora encargada de impartir los conocimientos en el curso. Con 62 años y gran parte de su vida dedicada a la costura, es una reconocida modista de la región que también enseña a un grupo de mujeres en la localidad de Berrotarán, en el marco del programa Universidades Populares.
“Para mí fue un honor que me llamaran para formar parte de estas capacitaciones. Si bien yo no soy profesora recibida, ni soy experta en moldería, llevo gran parte de mi vida ejerciendo el oficio. Me parece muy importante que aprendan como una salida laboral en tiempos de crisis”, relató.
En este sentido, comentó que cada vecina puede presentar sus propias ideas sobre lo que desea realizar con la indumentaria.
Asimismo, admitió que con la pandemia del coronavirus fue complicado darles continuidad a las clases; no obstante, resaltó que varias vecinas, pese a las suspensiones de presencialidad que tuvieron este año, decidieron seguir en el curso.
Por su parte, las alumnas gigenenses se mostraron satisfechas por los resultados de la capacitación.
“Lo elegí por una cuestión de satisfacción personal, de poder realizar prendas para mí y para mí hijo, de hacer cosas prácticas. Es un taller 100% práctico”, relató Evangelina Glorio, una de las asistentes al curso del CIM de Gigena.
Resaltó además: “Uno trae el proyecto que quiere realizar, la tela y todos los materiales que necesita, y la profe nos guía, nos orienta, básicamente nos enseña sobre un material. Es lo que tiene de lindo y creo que por eso nos vamos enganchando”.
“Uno viene con la idea de lo que uno quiere hacer y en base a eso se van desarrollando las clases”, subrayó y agregó que “cada una va haciendo diferentes cosas de acuerdo con las necesidades que tiene”.
Las clases se dictan dos días a la semana y durante varias horas las vecinas se encargan tanto de confeccionar prendas nuevas como de remendar o dar nuevo uso a la indumentaria que tienen.
“Es importante esto de la reutilización de las prendas en tiempos de crisis. Creo que ahora los arreglos en la ropa han tomado mucha más importancia, teniendo en cuenta los precios a los que está la moda. El curso es importante porque esto nunca pasa de moda”, señaló la profesora María Teresa.