El desarrollo del programa en curso fue el eje de la discusión, mientras se explora una negociación por otro plan que incluya fondos frescos.
"Tuvimos otra reunión productiva con el presidente Milei de Argentina. Hicimos un balance de los impresionantes avances logrados en la estabilización de la economía y su fortalecimiento en el mercado. Estamos dispuestos a apoyar a Argentina y a su pueblo para seguir avanzando en estos logros", publicó Georgieva en sus redes sociales luego del encuentro.
El jefe de Estado llegó al encuentro acompañado por Karina Milei, secretaria general de la Presidencia-; Gerardo Werthein, ministro de Relaciones Exteriores; Luis Caputo, titular del Palacio de Hacienda; y Pablo Quirno, secretario de Finanzas.
A fin de año, la Argentina termina el programa con el FMI que inició Mauricio Macri y renegoció Alberto Fernández. Y ahora toca definir qué programa negociará el país y bajo qué condiciones económicas y financieras. Milei y Caputo quieren un importante desembolso -al menos 10.000 millones de dólares- y la posibilidad de fijar los tiempos políticos para abrir el cepo financiero.
Georgieva, su staff y el board del Fondo eran reluctantes a las condiciones propuestas por la administración libertaria, pero la cena de Milei con Donald Trump reformuló la ecuación política-técnica. En el FMI asumen que Trump jugará al lado de Milei -ya lo hizo con Macri-, y se preparan para un disruptivo gesto de poder que ordene y acelere la negociación a favor de Balcarce 50.
Faltan dos revisiones
Todavía quedan pendientes dos revisiones del programa en curso y, a continuación, una reunión formal del board para aprobar el informe técnico (Staff Level Agreement) y autorizar los desembolsos respectivos. Esta secuencia burocrática debería suceder antes de Navidad.
Mientras tanto, Caputo y Quirno seguirán agotando sus celulares y computadoras para avanzar en una negociación que debería fluir con Trump en la Casa Blanca.
El gobierno tiene un escenario a favor: cumplió todas las metas -con una mínima desviación en las reservas-, tiene fondos para saldar lo que debe y nada indica que el programa de ajuste sufrirá cambios en las próximas semanas.
Desde esta perspectiva, Milei y Georgieva sonreirán para las fotos, y Caputo y Quirno iniciarán la marcha hacia Washington para preparar el terreno de un nuevo acuerdo con el FMI. Una época inédita, si se piensa que Argentina hace un año estaba con el programa caído y en default técnico.
Posteriormente, tras su cita con el primer ministro indio, Narendra Modi, Milei se encontró con Flavio Cattaneo, gerente general de la empresa italiana Enel, que en su momento -gobierno de Alberto Fernández- pensó en vender su empresa a Edesur.
Con la llegada de Milei a Balcarce 50, Enel revisó esa decisión empresarial y se quedó en la Argentina. La reunión del Presidente con Cattaneo apuntó a profundizar las inversiones de la compañía.