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Grandes hitos 2020, parte III: julio-septiembre

Jueves 9 de julio.- “Vine aquí a terminar con los odiadores seriales”.- No es un dechado de originalidad, no, pero ¡qué gran frase para darle una impronta única a su primer discurso, en un aniversario de la independencia, la del presidente Alberto Fernández! Decíamos que no es un dechado de originalidad, porque ya sabemos que el kirchnerismo se la tiene jurada a los odiadores seriales desde siempre, los escracha en actos públicos y por las redes sociales, les manda inspecciones de la Afip, reproduce memes en que amadores seriales del movimiento nacional y popular les llenan la cara de dedos, y, por qué no, amaga con armarles causas penales. De hecho, hay caracterizados militantes para los cuales terminar (o más bien exterminar) con los odiadores seriales, es la razón de su vida, como Hebe o Luis D’Elia, que deberían ser convocados al efecto, si el anuncio de Alberto va en serio. No vamos a negar que es un desafío peliagudo, porque la onda paz y mano tendida ya había sido cultivada antes, por Cristina, por Mauricio, y hasta podríamos remontarnos a Mitre, Rosas y los congresistas de Tucumán, y por algún motivo misterioso nunca termina de prender. A lo mejor, es porque los odiadores seriales suelen resistirse a entender que los que tienen razón son los que, enarbolando las banderas del amor, quieren borrarlos sin contemplaciones de la faz de la tierra.

Martes 14 de julio.- Duros cuestionamientos al Presidente, en una carta de las Madres de Plaza de Mayo.- Con su clásica moderación, Hebe se quejó del coqueteo presidencial con los que no sólo “explotan a nuestros trabajadores y trabajadoras”, y “saquearon el país”, sino que “secuestraron a muchos de nuestros hijos e hijas que luchaban por una Patria liberada”. Y Alberto respondió con la energía que corresponde a un Presidente agraviado de tal forma: dejó en claro lo contento que lo ponían las acusaciones de ser cómplice de la explotación, el saqueo y el genocidio, porque sabía que Hebe las formulaba “desde el afecto”. En cambio, no contestó a la invocación que la afectuosa Madre de Todos, pero sobre todo de los hijos que le han salido medio duros, había realizado por radio, porque lo de la carta le había resultado medio poco. “¿Quién gobierna, Fernández?”. Tal vez, porque la respuesta le habrá parecido redundante.

Martes 28 de julio.- Patricia Bullrich: “Son muchas las posibilidades de ganar las próximas elecciones”.- Y quién po- dría ponerlo en duda si se siguen las estrategias de Patricia, cuya perspicacia queda reflejada en algunas de las consignas con que salió a arengar a la militancia: “Debemos mostrar que tuvimos una política que buscaba la inclusión real y no otra que deja a la gente permanentemente en la informalidad", por ejemplo, es un recordatorio muy oportuno, porque -aunque usted no lo crea- hay abombados que no advirtieron lo realmente inclusivas que eran las políticas del gobierno de Mauricio. “Tenemos que decirle que aprendimos. Que planteamos un proyecto con la autocrítica ya hecha. Ir con nuestras verdades", no nos convence tanto, a ver si con toda esa autocrítica terminamos haciéndole creer a la gente que hicimos algo mal. Y lo fundamental: “No somos lo mismo que ellos”. Menos mal que a ésta la usan todos los partidos, porque se va haciendo cada vez más difícil recordarle al votante lo distintos que son.

Viernes 31 de julio.- Máximo Kirchner: “Macri es mejor turista que Presidente”.- El Principito está cada vez más suelto e incisivo en sus aportes al debate. Claro, más de un observador mal llevado y predispuesto a sacar las cosas de contexto reprochará cierto facilismo en la figura retórica: también acertaría quien dijera que Macri es mejor orador que presidente, mejor futbolista que presidente, mejor domador de reposeras que presidente y si nos apuran, mejor bailarín que presidente. Pero hay que aplaudir el valor y la predisposición a asimilar las posibles respuestas de quienes lo quieren poco: Máximo es mejor hijo que diputado, mejor agente inmobiliario que diputado, mejor heredero que diputado y, ya que tiene la piel dura para bancarse el cruel estereotipo, mejor jugador de playstation que diputado. La conclu- sión sería que, en general, ver a los políticos hacer política es una invitación a soñar con un mundo en que todos se dediquen a hacer lo que hacen mejor.

Miércoles 5 de agosto.- La CGT le respondió a Máximo Kirchner: “No laburó nunca en su vida y no tiene derecho a criticarnos”.- No es la primera vez que en el seno del movimiento que defiende los derechos de los trabajadores surgen pequeñas discrepancias en torno de cómo defenderlos mejor, si hablando con los empresarios garcas como hizo la CGT o cortándoles el rostro, como le habría gustado a Máximo. Que no por primera vez aparece en el centro de la disputa, se recuerda aquella vez que trascendió que Hugo Moyano lo llamaba “Mínimo”, no sé si sería cariñosamente. En realidad, el reproche se nos presenta como un poco injusto. Primero, porque un muchacho que se busca a sí mismo hasta casi pisar los cuarenta no es que sea vago, es que está ejerciendo un ocio creativo y reflexivo, que en este caso desembocó en una no por tardía menos encomiable vocación política. Y segundo, porque los laburos (es un decir) del tipo antes de ser diputado, el de “socio” de la inmobiliaria que administraba los bienes familiares, o el de integrante del directorio de Hotesur, Los Sauces y demás emprendimientos hoteleros e inmobiliarios del holding asediado por el lawfare, lo caracterizan más como sobreocupado que como ni-ni. Por lo demás, también son injustas las réplicas del tipo de las que se preguntan cuántos viajes hizo al volante de un mionca cualquiera de los Moyano, o cuántos paquetes de fideos etiquetó Rodolfo Daer, o cuántas inyecciones puso su hermano Héctor durante la pandemia, o si alguna vez baldeó un palier Víctor Santa María, o cuánto hace que llenó un tanque de nafta Carlos Acuña, al parecer el que se ocupó insidiosamente de la supuesta falta de antecedentes laborales del Principito. Es que en realidad, si para defender los derechos de los trabajadores hiciera falta trabajar pero trabajar, no habría conducción sindical, ni movimiento, ni peleas por quién defiende mejor a los que sí trabajan.

Jueves 6 de agosto.- Cristina Kirchner demandó a Google, porque en mayo apareció en el buscador como “ladrona de la Nación”.- Hay que defender el buen nombre y honor de la lideresa, que como se sabe no ha sido en absoluto mancillada por la acumulación de dólares y propiedades familiares, sino por las horribles cosas que se dicen sobre ella en los medios hegemónicos, una campaña de desprestigio a la que se ha plegado Google. Suponemos que en la demanda, junto a la millonaria compensación que descontamos exigirá a los desaprensivos calumniadores, se incluirá el pedido de que la búsqueda lleve a la definición correcta de la demandante: el título de “Jefa espiritual de la Nación” ya está tomado, pero quedan unos cuantos -por demás- apropiados como “abogada exitosa de la Nación”, “arquitecta egipcia de la Nación” o “sincera autora de best sellers de la Nación”, por mencionar los primeros que se nos vienen a la mente al pensar en la polifacética personalidad de la difamada.

Viernes 14 de agosto.- Después de ocho meses, vuelve a reunirse el Consejo contra el Hambre.- Debut en las pantallas -porque el regreso será virtual- de un organismo cuyo trabajo ha sido tan silencioso, en línea con la personalidad de su integrante más conspicuo, Marcelo Tinelli, que casi nos habíamos olvidado de que existía. No, señor. No hemos olvidado a nuestros compatriotas que no morfan, así que aquí venimos a derramar unas lágrimas sensibilizados por su intolerable situación y a renovar ese compromiso inclaudicable, que seguramente nosotros y los que vengan después seguiremos renovando por los siglos de los siglos. El trascendental evento tendrá este cronograma: 14 horas, apertura de la videoconferencia; 14.15, lectura del orden del día, breves palabras del presidente y del ministro, ratificación de la importancia de la lucha contra el hambre y del rol clave del Consejo en la materia; 15.30, revisión pormenorizada del trabajo realizado hasta ahora por el Consejo; 15.31, cierre de la videoconferencia, no sin antes solicitarle al ministro Arroyo que, en las próximas semanas, inicie una ronda de consultas para establecer un cronograma, con vistas a fijar un temario que incluya como aspecto central la fijación de la fecha de convocatoria de la próxima reunión.

Viernes 4 de septiembre.- “Derrotaremos al virus, acabaremos con la pandemia y saldre- mos más fuertes que nunca”.- En su discurso de aceptación de la candidatura a seguir en el cargo, Donald Trump no volvió a proponer combatir al coronavirus desinfectando conductos digestivos o vasos sanguíneos con lavandina o similares -método cuya eficacia hemos tenido la oportunidad de comprobar aquí: la autopsia del nene al que los padres le dieron dióxido de cloro reveló que no tenía ni rastros de Covid-19-, pero ratificó su firme convicción de prometer sólo aquello que puede cumplir, con el hermoso muro pagado por México como telón de fondo y los hackers rusos listos para revivir la campaña “América primero”. Fuerza, Donald, si hay algo que tu país y el mundo necesitan en estas horas críticas es cuatro años más con tu liderazgo y, por supuesto, tu palabra.