“Estoy muy contento de haber podido cerrar esa etapa de esta manera. Siento que este libro puede llegar a ser muy interesante para quien le guste este tipo de experiencias y viajar. Y también tiene la frutilla del postre, lo que fue Argentina campeón del mundo contado en primera persona desde adentro. Creo que eso fue lo que me ayudó a tomar la decisión final de publicarlo”, asegura el laboulayense.
La palabra “Soniando” en el título del libro alude a “Soñando” y se inspira en el perfil de Instagram que creó el grupo para ir contando sus vivencias a través de fotos y videos.
“Siento que este libro puede llegar a ser muy interesante para quien le guste este tipo de experiencias y viajar. Y también tiene la frutilla del postre: lo que fue Argentina campeón del mundo”.
El proceso de materializar este libro fue todo un desafío para Franco. Con dudas e incertidumbres sobre compartir su experiencia, finalmente se decidió a dar el paso. La editorial riocuartense Ediciones del Puente le brindó el espacio perfecto para plasmar su historia. “Yo buscaba una compañía pequeña para publicar y di con ellos. Imprimí varios ejemplares que se venden a un precio accesible, tratando de que sean lo más barato posible, porque mi objetivo no es hacer dinero con esto, sino que el mensaje se comparta y llegue a todos los que sean apasionados por los viajes y estas aventuras”, dice.
El material ofrece un relato detallado desde los primeros pasos en Como (Italia) hasta llegar a Qatar. Franco introduce al lector en un recorrido lleno de encuentros con personas de diferentes culturas, desafíos financieros, emociones y decisiones cruciales del día a día viajero. Desde acampar por semanas en sitios inhóspitos hasta ser acogidos por familias en Irán, cada página está impregnada de magia, pasión futbolística y el anhelo de llegar al destino final: el estadio en el que la Scaloneta competiría por la gloria.
“Las primeras páginas cuentan la historia de mi comienzo, cómo empecé a viajar, la pandemia, luego cómo me rebusqué para seguir viajando con visas de trabajo en Europa. Y después cómo empezó surgir la idea en marzo de 2022, cuando nos encontrábamos en Tailandia con otros dos amigos y literalmente uno de los tres dijo: ‘Quiero ir al Mundial’. Yo siempre quise hacer un viaje en bici, así que pensé: ‘Me encantaría y quisiera conocer’. En ese momento tenía un vuelo a India y lo perdí porque esta idea de viaje me la dijeron dos días antes, pero no dudé cuando me lo plantearon. Primero nos fuimos a Nepal; la idea era comenzar desde ahí, no se pudo por cuestiones de visa, problemas fronterizos con India y Pakistán. Así que encontramos el vuelo más barato de Europa, que fue a Milán, de ahí llegamos a Como, donde comenzamos un viaje sin saber lo que iba a pasar. Inconscientes, pero en el buen sentido de la palabra, de no saber lo que podía ser siete meses de dormir en carpa todas las noches, hacernos de comer en medio de la nada. Arrancamos con un poquito de plata y después sí o sí fue un reinventarse en el día a día, porque nos quedamos secos al mes y medio. Todo lo que fue pasando fue mágico: la gente que cruzamos, los países que también fuimos atravesando, todo nos fue sorprendiendo. No sé cómo resumirlo en pocas palabras porque han pasado muchísimas cosas copadas que creo que no van a pasar nunca más en la vida y por eso siento que el libro es interesante”, expresa.
Los momentos más emocionantes, según expresa, fueron el encuentro de Franco y sus amigos con su “padrino” catarí, Mabkhout Al Marri, un influencer fanático de Argentina y de Lionel Messi, y todas las vivencias dentro la cancha. Estas experiencias únicas y las lecciones aprendidas en el camino quedaron plasmadas en cada página.
“El Mundial fue algo especial, fue el primero para mí y creo que quien va a un Mundial dice que es como una adicción y que no puede parar, así que seguramente iré al próximo, no sé con quién y de qué manera, ojalá que se dé en bici o en moto. Todo lo que pasó en Qatar fue increíble, el encuentro con nuestro padrino catarí, que fue quien nos acompañó para poder entrar y que nos dio alojamiento por los 40 días que estuvimos ahí sin pagar absolutamente nada, nos ayudó con entradas. Nos pasaron cosas muy locas y pude contar cómo vivimos el día a día del Mundial desde adentro y consagrándonos en el estadio Lusail el 18 de diciembre, es algo que va a quedar para toda la vida”, asegura el autor del libro.
Asimismo, Franco comparte su filosofía de que se puede viajar de forma económica y accesible, demostrando que no se necesita una fortuna para embarcarse en una aventura. A través de la creatividad para buscar soluciones, él y sus compañeros de viaje lograron financiar su travesía de una manera poco convencional, vendiendo fotos y recibiendo el apoyo de personas solidarias en el camino.
“Parece que esto de ser viajero es como un tabú para muchos; la gente piensa que sólo es para quien tenga plata, pero el viaje en bici lo que nos enseñó fue que cuando nos quedamos sin un peso buscamos la manera de subsistir. Empezamos a vender las fotos que habíamos sacado del viaje en la calle y la gente nos ayudaba. Siempre hay una manera de buscar la vuelta y poder viajar o hacer lo que a uno le gusta”, sostiene.
Para aquellos que deseen conocer esta apasionante crónica de viaje, el libro está disponible en la agencia de viajes Tunquelen en Río Cuarto o en Laboulaye en el local Sol de Roma (calle 1º de Mayo 34) , así como en formato PDF, que se puede solicitar con un MD a su cuenta personal de Instagram.
El mensaje final del viajero es claro: escuchar la voz interior y atreverse a emprender la aventura sin importar las dudas o el qué dirán. Con determinación, cualquier sueño puede hacerse realidad.