La escuela Racedo es la víctima más reciente de la seguidilla de ataques vandálicos que vienen padeciendo los colegios de la ciudad. Durante la mañana de ayer, autores ignorados intentaron ingresar primero por las ventanas que dan al patio y luego lo consiguieron por el ingreso principal, aunque se activó la alarma y aparentemente eso los disuadió. En medio de todo eso, rompieron postigos, ventanas y puertas, pero no robaron nada del interior del edificio.
Marisol Vélez, directora del centro educativo ubicado en el sector oeste de la ciudad, aseguró que el episodio dejó a toda la comunidad intranquila, pese a que los delincuentes solo ocasionaron algunos daños y no pudieron robar nada del interior del edificio.
Intentaron primero por el patio
El ataque vandálico empezó por el patio, donde los sujetos ingresaron sin mayores inconvenientes, presuntamente con la idea de acceder al interior del colegio desde allí. Intentaron hacerlo forzando las aberturas y, en ese plan, rompieron los postigos y los vidrios de las ventanas de las aulas lindantes.
La directora presume que, al ver frustrada la primera posibilidad de entrar a la escuela, decidieron probar suerte por el ingreso principal.
"Nos rompieron la puerta del frente pero, como saltó la alarma, se asustaron y al final se fueron sin robar nada. Además, el móvil de la empresa de seguridad llegó rápido. Si bien no nos robaron nada, produce mucha angustia. Me da tristeza que lleguemos a esto, porque las escuelas siempre se habían respetado", expresó Vélez en diálogo con Puntal.
En otro orden, indicó que familiares de las directivas del colegio se ocuparon de hacer las primeras reparaciones sobre las aberturas dañadas, para que el edificio quede cerrado hasta que intervenga el área de Infraestructura de la Provincia.
“Bronca e impotencia”
Marisol Vélez, directora de la escuela, informó que ayer mismo se hizo la denuncia policial por los destrozos, tras lo cual se reforzó la vigilancia en el sector donde está ubicada la institución.
Finalmente, la directiva del establecimiento educativo manifestó su "bronca e impotencia, porque no hay cosas de gran valor en la escuela". Además, comentó que las medidas de seguridad como las rejas y la alarma las pagaron recaudando fondos entre la comunidad, con rifas y otras actividades.