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Qué problemas ambientales preocupan a los argentinos

Un trabajo de la Fundación Colsecor permite conocer que hay cinco principales preocupaciones para la población nacional: cambio climático, contaminación del agua, residuos, contaminación del aire y deforestación

En el contexto actual de ajuste, recesión, una inflación que duda en estancarse y salarios que no se recuperarán pronto; el tema ambiental podría pensarse lejos de las prioridades entre la población.

Un reciente informe publicado por la Fundación Colsecor indica que no solo existe la conciencia ambiental en la Argentina, sino que probablemente crezca. “Por los datos que venimos analizando hay conciencia ambiental, pero además lo más interesante es que imaginaríamos que probablemente esto crezca porque en estado potencial, no necesariamente real, hay afirmaciones con muchísimo nivel de apoyo”, señala Mario Riorda, politólogo y Director de la Maestría en Comunicación Política de la Universidad Austral. Mario es uno de los responsables del diseño y metodología del estudio.

Son elevados los índices de quienes dicen estar de acuerdo con la idea de que el ambiente debe ser protegido cueste lo que cueste, también oscila en valores del 93% de que cambiando de modo de vida puede detener el deterioro ambiental, entre otras aseveraciones. “Claramente hay, por lo menos en potencial, una conciencia ambiental que probablemente todos los días esté gestándose o consolidándose de a poco”, aseguró el profesional.

El estudio que se denomina ‘Problemas y percepciones respecto a prácticas ambientales y gestión de residuos en Argentina’, persiguió el objetivo de generar información sobre la temática teniendo en cuenta la importancia del cuidado del planeta, así como promover la toma de conciencia y la difusión de buenas prácticas.

Del trabajo se desprende que los cinco principales problemas ambientales para los argentinos son el cambio climático (17,9%), la contaminación del agua (13,1%), los residuos (9,9%), la contaminación del aire (8,2%) y la deforestación (7,6%).

“El cambio climático preocupa más a las mujeres, en tanto para los varones es más preocupante la contaminación del agua y el destino de los residuos. Las personas de 60 años o más manifestaron más preocupación por el cambio climático que los jóvenes. A su vez, los jóvenes están mucho más preocupados por el tema de los residuos que las personas adultas”, señala la publicación, y agrega que “en cuanto al tamaño de las ciudades, no parece incidir en la selección de las diferentes problemáticas ambientales, aunque se observó que en las grandes ciudades la mayor preocupación de los habitantes es la contaminación del aire”.

Conciencia ambiental

Frente a una serie de opciones valorativas, las personas consultadas acordaron ampliamente (ya sea porque están “muy de acuerdo” o “algo de acuerdo”) en que el ambiente debe ser protegido cueste lo que cueste (94,1%). También hay amplio acuerdo con que el deterioro ambiental puede detenerse con un cambio en el modo de vida (93,4%) y con que en los últimos diez años la situación ambiental empeoró considerablemente en el país (90,4%).

Las otras dos afirmaciones que recogen los mayores porcentajes de acuerdo son ´creo en las cuestiones ambientales porque tengo conciencia ambiental´ (90%) y ´la elección de un consumo energético se relaciona con el estilo de vida´ (89,2%).

Las mujeres están más de acuerdo que los varones en estas afirmaciones. Solo un 20,8% de los encuestados está de acuerdo con que el cambio climático no es un problema del que haya que ocuparse. Las personas de 60 años o más y las mujeres están más preocupadas por el cambio climático. A su vez, son quienes indican tener hábitos saludables con el ambiente.

Responsabilidad ambiental o ahorra de dinero

Riorda remarcó que “puede haber responsabilidad ambiental, conciencia ambiental y también ahorro de dinero, de hecho la primera de las medidas en más de un 77% de la sociedad es la idea de economizar energía, obviamente esto no puede desentenderse del contexto actual de un aumento tarifario en muchísimos servicios, incluyendo el servicio energético. Entonces a pesar de que pudiera haber conciencia, las acciones tienen que ver con apagar las luces, desenchufar equipos que no se usan, comprar aparatos de bajo consumo de energía, por ejemplo, entonces aquí hay probablemente responsabilidad ambiental y también ahorro de dinero, es decir, una dimensión económica. La segunda medida más frecuente es la de tener hábitos amigables con el ambiente y aquí claramente hay en primer término, no se descarta lo económico, pero en primer término la idea de usar bolsas reutilizables en las compras, comprar productos o elegir productos con un empaquetado mínimo, algún tipo de alimentación con bajo impacto ambiental. En tercer lugar, podríamos indicar lo que tiene que ver con la economía del agua, por ejemplo, reutilizarla, tomar duchas cortas, no regar. Y también en cuarto lugar, que también claramente tiene que ver con la conciencia ambiental, la idea de separar residuos, prácticamente un 50% (puntualmente el 49,1%) de la población argentina lo hace”.

¿Qué separás y cómo?

Ante esta pregunta, el 58,3% indicó que deja papeles y cartones por separado, en tanto un 57,2% dijo hacer lo propio con los vidrios. El 51,7% manifestó separar el plástico, mientras que el 41,3% declaró disponer los residuos secos todos juntos.

Con respecto a los residuos orgánicos, el 50,3% de las personas sostuvo que los separa. Las mujeres son más propensas a hacerlo que los varones, ya que ellos responden en mayor proporción que disponen los residuos secos todos juntos.

Por otro lado, dentro del grupo de personas que no separa los residuos, la mayoría indicó que es por falta de costumbre (48,6%). También se mencionó que no hay dónde dejar los residuos cerca de su casa (26,1%). Un porcentaje menor aseguró que no separa por comodidad (8,3%) o porque ´después se junta todo´ (6,4%) o por falta de información (6,1%). En menor medida se aduce falta de tiempo (2,5%) y porque no le importa el tema del reciclaje (1,8%). Quienes mencionaron en mayor medida la falta de costumbre son las personas jóvenes, quienes han completado estudios secundarios y quienes viven en ciudades de menos de 10.000 habitantes.

Residuos electrónicos

El estudio también consultó sobre las estrategias más usadas para desechar los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE). Estas son dejarlos en un contenedor previsto a tal efecto y donarlos. Es un dato alentador que solo un 19,1% indicó dejarlos en la calle, aunque el porcentaje debiera ser 0. Las mujeres, las personas de 60 años o más y quienes completaron estudios superiores indicaron tener estas prácticas en mayor medida que otros grupos que dejan estos residuos en los contenedores correspondientes.

El 42,4% de las personas encuestadas indicó que en su localidad no hay un espacio dispuesto específicamente para desechar residuos electrónicos. Quienes viven en ciudades de más de 100.000 habitantes indicaron en menor medida tener esos espacios en sus localidades, sólo el 37,6% dice que esos espacios existen.

Buscando responsabilidades sobre el cuidado ambiental

Frente a la pregunta, ‘¿Quiénes son los principales responsables del cuidado ambiental?’ el informe señala que sumando las opciones “muy responsable” y “bastante responsable”, las personas que participaron del trabajo indicaron en un 79,4% que los principales responsables son las comunidades, el municipio (78,9%) y las personas individualmente consideradas (78,4%).

“Esto es muy interesante porque da la sensación que el nivel más cercano a la persona es en donde se ubica la responsabilidad del cuidado ambiental, de hecho prácticamente un 80% adjudican que es responsabilidad de las comunidades, y en igual proporción a municipios y personas individualmente. Es decir que más que mirar a los gobiernos de altos niveles de decisión, están centrando la mirada de cuidado ambiental en la responsabilidad local”, resaltó Riorda.

Por otro lado, solo el 8% indicó que participa y opina frecuentemente en la creación de políticas públicas ambientales, mientras que el 18,8% sostuvo que no participa en ese sentido, pero que lo haría si supiera dónde hacerlo. Al respecto el investigador afirma que “de una u otra, que se le da muchísima importancia a la responsabilidad individual o social cercana en el cuidado del ambiente, pero hay muy poco nivel de implicación en las políticas públicas o en organizaciones que promueven actividades de promoción del ambiente”.

Por Fernanda Bireni