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Alerta: por el cambio en las retenciones, la soja de Río Cuarto quedó con ecuación en rojo

La próxima campaña, que comenzará en unos meses, tendrá resultado negativo por los bajos precios internacionales y la alta carga tributaria. Es una de las zonas del país en las que ya no conviene cultivar la oleaginosa, según advirtió un informe de Crea

El cambio dispuesto por el Gobierno nacional de retrotraer la alícuota de retenciones a la soja del 26 al 33 por ciento provocó un cambio radical en la ecuación económica de los agricultores del sur de Córdoba. Concretamente, de proyectar un resultado levemente positivo para la próxima campaña, ahora la ecuación quedó en rojo.

A mayor nivel de retenciones, menores áreas productivas pasan a ser rentables. Es decir, a mayor alícuota menos productores se ven impulsados a sembrar. Es lo que pasaría en la campaña 2025/26 si las condiciones actuales se sostienen.

Así lo muestra un reciente informe de Crea que, en términos generales, muestra que todo el centro norte de la Argentina podría sembrar soja si se eliminaran los derechos de exportación, lo que daría como resultado un salto cuantitativo de envergadura en los volúmenes de producción. En cambio, con el 26% de carga impositiva dispuesta en los meses de febrero a junio, con la rebaja aplicada a fines de enero, sólo la mitad de esa superficie seguía siendo rentable. Finalmente, con el 33% de alícuota, apenas la Pampa Húmeda y los campos más cercanos al puerto mantienen una ecuación económica positiva. Crea asegura que el 80% de la superficie cultivable del país pasa a tener un resultado negativo con el nuevo esquema de retenciones vigente desde ayer. La de Río Cuarto se transforma allí en una zona en rojo.

El análisis por cultivo

El informe destaca que “en el corto plazo los derechos de exportación distorsionan los precios relativos y promueven una menor producción agrícola, mientras que en el largo plazo tienen un impacto negativo sobre la sostenibilidad de las empresas, las cadenas de valor y la economía argentina”.

En lo que respecta a la planificación de la nueva campaña agrícola 2025/26, las proyecciones realizadas por la unidad de Investigación y Desarrollo de Crea, con los precios esperados a la fecha, muestran que el cultivo de soja de primera no lograría cubrir los costos de producción en un 39% del área agrícola en función del rendimiento promedio del último lustro para cada una de las regiones.

“Si se considera en los márgenes proyectados de la soja de primera 2025/26 con un precio de la oleaginosa sin derechos de exportación, entonces el cultivo sería económicamente viable en casi toda el área nacional”, señaló Ariel Angeli, líder de la unidad de Investigación y Desarrollo de Crea.

“Sin embargo, los márgenes proyectados con precios de la soja gravados con un derecho de exportación del 33% tornarán inviable el cultivo en el 80% de la superficie agrícola”, alertó el trabajo de Crea.

Vale recordar que desde ayer la soja pasó de tener una alícuota del 26% a una del 33% y el maíz y el sorgo, del 9,5% al 12%.

En lo que respecta al cereal 2025/26 (ponderando planteos tempranos y tardíos), con los precios actuales esperados a cosecha –según la referencia del mercado de futuros agrícolas A3– el cultivo sería viable económicamente sólo en la mitad del área nacional con el 9,5% que regía hasta el lunes, mientras que con un aumento del derecho de exportación al 12% esa cifra se reduciría al 39% de la superficie.

En cuanto al doble cultivo trigo/soja de segunda, se trata del caso más comprometido porque un aumento de derechos de exportación torna inviable el negocio en el 87% de la superficie agrícola.

“La proporción territorial de la inviabilidad económica del negocio agrícola 2025/26 se incrementó de manera notable en las últimas semanas a causa del deterioro de los precios internacionales de los principales granos, lo que es particularmente grave en las regiones más alejadas de los puertos y con condiciones más marginales para la agricultura”, remarcó el referente de Crea.

Además del área potencial que podría no sembrarse en la campaña 2025/26, también es necesario considerar el impacto de la menor inversión en tecnología, algo que las entidades del campo y muchos dirigentes viene alertando y que también tiene un impacto directo en los volumenes finales cosechados.

En ese sentido, Angeli explicó que existe una correlación histórica robusta entre el precio de los granos y las dosis de fertilizantes aplicadas. Sin derechos de exportación, afirma el el informe de Crea, la mejora esperada que habría en el precio de los granos (+12%) se traduciría en una mayor dosis de fertilización (+6%) en la primera campaña posterior a la implementación de la medida y, en tal escenario, es factible proyectar un incremento en la producción de cereales (+2% en maíz y +2,7% en trigo) que equivaldría a un aumento de las exportaciones por más de 300 millones de dólares a valores FOB actuales.

Un efecto similar podría estimarse en el cultivo de soja con mayor aporte de nutrientes.

En resumen, “sin desconocer la situación macroeconómica” actual de la Argentina, Angeli recalcó que existen razones para poner el foco en los derechos de exportación porque afectan la sostenibilidad de los sistemas productivos y la capacidad de incorporar tecnología para incrementar la producción y el valor agregado en la cadena agroindustrial.