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Retenciones: para la soja, el tipo de cambio llegará ahora a 792,3 pesos

Actualmente, reciben 717,38 pesos por efecto del dólar blend. La reducción temporaria de los derechos de exportación implica una mejora de casi 10,5 por ciento en el tipo de cambio. Qué pasa con los demás cultivos

¿Cómo impactará la baja de las retenciones que anunció el Gobierno y que contempla reducciones en las alícuotas de hasta 7 puntos hasta junio?

Después de que se difundiera el anuncio, se dieron a conocer cálculos sobre cuánto más recibirán los productores a partir de la reducción de las alícuotas.

David Miazzo, economista y director de DataMiazzo, publicó en la red social X que el tipo de cambio efectivo para la soja pasará de 701,94 pesos a 775,28 pesos.

Pero además de la caída de la alícuota del 33 al 26 por ciento, hay que sumarle el efecto del dólar blend. En ese caso, el tipo de cambio efectivo pasa de 717,38 a 792,33 pesos. En términos porcentuales, implica una mejora de 10,4 por ciento para los productores que liquiden la soja.

En dos décadas, las retenciones representaron el 7,5% de la recaudación.

Además, Miazzo publicó el tipo de cambio efectivo para el trigo, cuya alícuota pasa del 12 al 9,5 por ciento. En ese caso, el tipo de cambio efectivo pasa de 921,95 a 948,16 pesos. Pero si se considera el efecto del blend, el tipo de cambio se ubica en realidad en 969 pesos.

Para el caso del maíz, cuyos derechos de exportación están en el 12 por ciento y pasan al 9,4 por ciento, se trata del mismo tipo de cambio efectivo que tendrá el trigo. Por cada dólar, el productor recibirá 969 pesos si se considera el blend.

El único cultivo que recibirá un tipo de cambio por encima de los 1.000 pesos será el girasol, que actualmente tiene una alícuota del 7 por ciento y pasará a tributar el 5,5 por ciento. El tipo de cambio efectivo, que estaba en 974,33 pesos, pasará ahora a 990,05, pero si se calcula el blend, entonces por cada dólar recibirá 1.011,83 pesos.

Ese es el efecto que tendrá en el tipo de cambio real la baja del 20 por ciento en las alícuotas de los derechos de exportación.

El economista Salvador Vitelli, de Romano Group, publicó en su cuenta de X que actualmente el cambio en las retenciones implicará una mejora de alrededor de 28 dólares para el caso de la soja y de 6 dólares para el maíz.

Según señaló el propio Vitelli, hoy por hoy quedan 17,6 millones de toneladas de soja por comercializar.

Los derechos de exportación se han convertido en un pilar fundamental de la recaudación tributaria argentina.

Según un informe de Fada, en las últimas dos décadas las retenciones significaron, en promedio, el 7,5 por ciento de la recaudación anual.

Durante el 2023, según el informe, los derechos de exportación representaron el 15 por ciento del aporte tributario de las cadenas agroindustriales. Se trató del tercer impuesto con mayor peso, luego del IVA (43 por ciento) y las contribuciones a la Seguridad Social (21 por ciento).

Sin embargo, el 2023 fue una excepcionalidad porque la sequía redujo significativamente la producción y la exportación, con lo cual el peso relativo de las retenciones se redujo. En Fada señalan que para tener un panorama más representativo hay que tomar el promedio de los períodos anteriores.

Fada indica además en su informe cuál es la política de retenciones que existe en otros países: “Argentina es uno de los pocos países en los que el sector agropecuario tiene impuestos a la exportación de manera permanente y con alícuotas elevadas. En efecto, se encuentra en contra de la tendencia global:sólo 38 países de una muestra de 116 implementan retenciones y, de estos, sólo cinco, incluyendo a la Argentina, tienen un peso de los impuestos a las exportaciones sobre el PIB superior al 0,5 por ciento. Estos cinco países son:Rusia (1 por ciento del PIB), Kazajistán (1 por ciento), Costa de Marfil (1,2 por ciento), Argentina (1,4 por ciento) e Islas Salomón (3,7 por ciento)”.

Para Fada, las retenciones y otras restricciones explican la dinámica económica del país. “Incluso si se consideran las otras trabas que se presentan en Argentina, como las restricciones comerciales impuestas en los últimos años y la falta de un dólar único, se puede explicar en gran parte por qué nuestro PBI per cápita de los últimos 30 años creció sólo un 56%, frente a un crecimiento mucho mayor en países de la región como Uruguay (324%), Paraguay (252%) y Brasil (257 por ciento)”.