El episodio ocurrió el sábado 29 de marzo en el domicilio paterno. Allí estaba Sergio junto con su hija, su nuera y sus nietos, uno de cuatro y un bebé de 9 meses.
Según el testimonio de Sergio, esa noche Michael llegó a la casa “muy alterado” y comenzó una discusión violenta con su pareja. “Cuando vino así, ya me imaginé que algo iba a pasar. Estaba con la lengua azul, lo notaba desencajado. Esa reacción él la tenía cuando consumía pastillas, esas azules, mezcladas con alcohol o energizantes”, relató en diálogo con el diario Puntal.
Los hechos escalaron rápidamente. Michael comenzó a agredir a su pareja, tomó del cuello a la joven mientras sostenía al bebé en brazos, y le destrozó el celular. Sergio, al ver la situación, intentó intervenir y separar a su hijo. “Le dije que se fuera, que se calmara. Pero no quiso. No paraba. Lo mandé al patio para sacarlo de la situación. Pero se descontroló”, reconstruyó.
Sergio hirió a su hijo con una navaja. Esa misma noche, el padre se presentó voluntariamente en la comisaría y quedó detenido. Ahora, se evalúa si actuó en legítima defensa.
En medio de ese intento de mediación, Sergio relata que su hijo arremetió contra él, y también contra su hermana menor, de 13 años, que intentó ayudar. El forcejeo culminó con un desenlace fatal: Sergio hirió a Michael en el cuello con una navaja. Aunque lo trasladaron de inmediato a un centro de salud cercano, el joven llegó sin signos vitales.
Esa misma noche, Sergio se presentó voluntariamente en la comisaría. Fue detenido por orden de la fiscal Patricia Baulies, quien lo imputó como supuesto autor de homicidio calificado por el vínculo. A pesar de esa calificación, la investigación judicial evalúa si actuó en legítima defensa o si hubo exceso en su accionar.
“Mi hijo estaba fuera de sí. No era la primera vez. Había episodios anteriores. Él ya había estado detenido por violencia de género durante la pandemia. Sin embargo, salió en libertad beneficiado por uno de los rebrotes de la enfermedad. O sea, había denuncias. Ella lo intentó ayudar muchas veces, y yo también. Pero era muy difícil. Cuando no consumía, era otra persona. Pero en ese estado era incontrolable”, explicó Sergio.
Michael había comenzado a consumir estupefacientes en la adolescencia, tras la muerte de su madre. “Tenía 17 años cuando empezó a drogarse. Fue un quiebre. Nunca pudo superar la muerte de su madre. Lo intenté llevar a tratamientos, se los ofrecimos entre todos, pero no se dejaba ayudar”, contó su padre.
La tarde que precedió al desenlace trágico, Michael había estado en el cementerio visitando la tumba de su madre, ese 29 de marzo habría sido su cumpleaños. “Iba seguido al cementerio, y después de eso siempre volvía distinto. Roto…”, agregó Sergio.
Tras su liberación, Sergio pudo reencontrarse con sus nietos. “El más grande pregunta por el papá. Está con tratamiento psicológico, pero todavía no se le contó la verdad. Es muy duro. Eso lo manejará la psicóloga con el tiempo”, dijo. También mencionó que su nuera, aún en estado de shock, permanece en la casa donde vivía con Michael. “Está muy decaída. Nunca pensó que esto podía llegar a un punto así. Lo que pasó nos arrastró a todos”, señaló.
A pesar de estar en libertad, Sergio asegura que convive con el peso de lo ocurrido cada día. “Hoy estoy libre, pero estoy preso en libertad. Me cuesta salir, me cuesta mirar a la gente a los ojos. Me siento juzgado por muchos, aunque quienes me conocen saben quién soy”, expresó con voz quebrada.
Cuando se le preguntó si cambiaría algo de aquella noche, su respuesta fue inmediata: “Sí, todo. Ojalá no hubiera actuado de esa forma. Lo hice por proteger a mi hija y a mi nuera, pero no quería ese final para mi hijo. Verlo así, perderlo así... no se lo deseo a nadie”.
Actualmente, Sergio no cuenta con apoyo psicológico profesional y trata de atravesar el proceso acompañado únicamente por sus hijas y su madre. “Me dicen que tengo que seguir, que tengo que ser fuerte. Que lo hecho, hecho está. Pero es muy difícil. Crié a mis hijos solo después de la muerte de su madre, y terminar así es lo más duro que me ha tocado en la vida”, concluyó.
La fiscal Baulies continúa investigando el hecho, analizando los testimonios y las circunstancias que rodearon al hecho. De confirmarse que Sergio actuó en defensa de su familia, la causa podría reencuadrarse.
Mientras tanto, Sergio y su familia intentan reconstruirse entre los escombros de una noche que cambió sus vidas para siempre.