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Río, sol y buena temperatura, el combo que eligieron muchos riocuartenses para iniciar el año

Cientos de personas se volcaron al principal pulmón verde de la ciudad para pasar las primeras horas del 2025 con amigos o familiares

Tímidamente, a medida que el mediodía se fue acercando y luego de un descanso reparador de la noche de Año Nuevo, muchos riocuartenses comenzaron a poblar las costas del río para seguir disfrutando de las primeras horas de 2025, que comenzó a puro sol, con buenas temperaturas y sin viento. Ideal para el aire libre. Por eso no extrañó el paisaje que se vio durante toda la tarde, con rondas de reposeras, algunos sándwiches, comida sobrante de la noche anterior, algunas bebidas y el tradicional mate que iba y venía.

Los chicos corrían del agua a improvisadas canchas de fútbol. No faltaron algunos juegos de cartas, bochas y hasta el tejo. Por supuesto, algunos niños no se despegaban de los regalos que habían recibido en Navidad. Todo fue bienvenido para pasar una buena tarde a un bajo costo.

Mientras tanto, y por las lluvias caídas durante el 31, especialmente hacia el oeste de Río Cuarto, el cauce tuvo un crecimiento importante en el nivel de agua y eso facilitó el disfrute de los más chicos, que mayormente se sumergieron para combatir el calor.

Claro que, además de riocuartenses, el río atrajo a visitantes que eligieron la ciudad para arrancar el nuevo año. Algunos incluso hicieron un alto en su viaje a las sierras. Otros llegaron para pasar Año Nuevo con amigos o familiares. Hubo mil historias que se encontraron en las orillas del curso de agua. Pero varios denominadores comunes: el descanso, el inicio de vacaciones para muchos, la intención de compartir y pasar un buen momento.

Entre las 16 y las 18, cuando la concurrencia tocó su punto más alto en las costas del río, la temperatura alcanzó los 30 grados y se sostuvo, mientras las nubes, que eran una amenaza con alguna probabilidad de precipitaciones, finalmente se disiparon.

Pero los que aparecieron en ese momento fueron algunos heladeros en bicicleta ofreciendo sus productos para combatir el calor. También estuvieron los que vendían donas y pastelitos, que para la hora del mate tuvieron su recompensa por trabajar un primero de año.

Finalmente, muchos se quedaron hasta casi la caída del sol, cuando comenzaron a recoger las pertenencias y a dar por cerrada la jornada. Aunque muchos anticiparon que volverán para disfrutar del principal recurso natural de la ciudad, que vive su temporada alta de concurrencia. Y según anticipan los pronósticos, en estos próximos días las condiciones serán ideales para un chapuzón en el río.