Al igual que la mayoría de los ríos y espejos de agua del sur provincial, el río Cuarto no ofrece por estos días su mejor postal. Los escasos niveles de agua que surcan el cauce no solo limita a los riocuartenses que pretendan refrescarse con un chapuzón, sino que también con ello afloran los restos vegetales que llegaron con la última gran crecida de marzo pasado y proliferan yuyos y malezas, modificando su habitual fisonomía.
Asimismo, la bajante del río aún no alcanzó el nivel histórico que mostraba antes de aquella crecida de finales de marzo, que era el correlato de una prolongada sequía. Consultado por Puntal, el profesor Nelso Doffo, docente del Departamento de Geología de la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC), explicó que la situación que atraviesan los ríos por estos días forma parte de un proceso cíclico natural que volverá a comenzar con la llegada de lluvias en el sector donde se encuentran las cuencas que los alimentan.
Explicó que cuando se registran precipitaciones importantes en esos sectores, parte de esa lluvia se canaliza por los cauces dando lugar a las crecidas y otra escurre por el mismo manto rocoso, para luego seguir aportando agua.
“Cuando pasa mucho tiempo entre crecida y crecida, empieza a descomprimirse esa agua almacenada y, hoy por hoy, los ríos serranos casi no traen agua porque casi están extenuadas las rocas y entregan lo último que les queda hasta tanto no se registre otra lluvia importante”, describió Doffo.
Riesgo “muy extremo” de incendio
Un tercio del sector sur del departamento Río Cuarto -junto con la totalidad del departamento General Roca- se declaraba ayer bajo riesgo “muy extremo” de incendio, mientras que el resto del sur provincial alcanzaba la categoría de “extremo”.
En tanto, los ríos y espejos de agua de la provincia muestran escasos niveles hídricos y empiezan a suscitarse inconvenientes en las localidades serranas donde la provisión depende de los cauces de cada región. Tal es el caso de Santa Rosa de Calamuchita, en donde si bien aún no se ha interrumpido el suministro del servicio desde la Cooperativa local, ya iniciaron una campaña de concientización para reducir el consumo de agua entre los vecinos. Asimismo, en el sector de Santa Mónica, la Cooperativa de Electricidad y Servicios Públicos, tomó medidas desde la semana pasada por la falta de caudal en el río.
Además, y tal como informara Puntal días atrás, en Alpa Corral la situación crítica también llevó a las autoridades a analizar la posibilidad de declarar la emergencia hídrica, medida que podría sustanciarse en caso de no registrarse precipitaciones en los próximos días.
Un panorama similiar registran los diques y embalses de la provincia, debido a que se encuentran todos en franco descenso y con niveles muy por debajo de la altura del labio del vertedero (ALV). Según los registros tomados ayer, el dique San Roque alcanzaba los 29,43 metros (ALV: 35.30 metros), La Viña 81,34 metros (ALV: 100,5 metros), Cruz del Eje 29,06 metros (ALV: 37,20 metros), Los Molinos 45,89 metros (ALV: 53 metros), Embalse 41,23 metros (ALV: 46,50), La Quebrada 24,85 metros (ALV: 34 metros), Pichanas 32,71 metros (ALV: 44 metros) y El Cajón 24,43 metros (ALV: 30,20 metros).