Francia, Inglaterra, Irlanda, Escocia, Gales e Italia representarán a Europa, mientras que Nueva Zelanda, Sudáfrica, Australia, Argentina, Fiji y Japón harán lo propio desde el sur.
La competencia será bienal y utilizará las ventanas internacionales de julio y noviembre, con un formato que combina enfrentamientos entre conferencias y cruces interregionales.
El diseño del certamen contempla que todos los seleccionados se enfrenten entre sí de manera equilibrada, evitando la saturación del calendario y los extensos traslados.
La fase final de la Nations Cup se disputará en una sede única, donde se realizarán los partidos de reposicionamiento y se coronará al campeón.
Aunque todavía no se confirmó qué país albergará esta instancia, la idea busca concentrar la atención deportiva y mediática en un cierre espectacular, al estilo de un Mundial reducido.
La primera edición se desarrollará en un contexto de transición, ya que aún restan definirse aspectos logísticos y criterios de localía, especialmente para los seleccionados del Pacífico como Fiji, que podrían jugar sus partidos “de casa” en territorio europeo.
Las federaciones involucradas continúan negociando los detalles de las giras y los desplazamientos. Por ejemplo, el presidente de la Federación Francesa, Florian Grill, adelantó que su seleccionado enfrentará en julio a Nueva Zelanda, Australia y Japón.
En tanto, medios británicos sostienen que Inglaterra se mediría con Los Pumas, Fiji y Sudáfrica, mientras que Irlanda incluiría en su agenda partidos ante Australia, All Blacks, Japón, Fiji y Argentina.
Hasta el momento, no hay confirmaciones oficiales sobre estos cruces, pero se espera que el calendario completo se anuncie antes del cierre de este año.
Para Los Pumas, la llegada de la Nations Cup representa tanto una oportunidad como un desafío. La Selección argentina, que habitualmente disputa 12 test matches anuales, perderá seis partidos debido al nuevo esquema, lo que llevó a la UAR a buscar alternativas para mantener la competitividad.
Hasta ahora, se aseguraron tres encuentros en el país durante el periodo habitual del Rugby Championship (entre agosto y septiembre): dos ante Australia y uno frente a Sudáfrica, todos con sede aún por definir.
De acuerdo con el calendario acordado entre las uniones del sur y del norte, el Rugby Championship regresará con normalidad en 2027, 2028 y 2029, mientras que en 2030 volverá a pausarse para dar lugar a una nueva edición de la Nations Cup y a giras extendidas entre All Blacks y Springboks.
En síntesis, el ciclo que se inicia en 2026 marcará un nuevo equilibrio entre la tradición y la innovación del rugby internacional: un calendario global más integrado, una competencia de elite regular entre hemisferios y un desafío renovado para Los Pumas, que buscarán consolidarse entre los mejores del mundo.
Los Pumas cerraron el Rugby Championship y ya piensan en la ventana europea
Los Pumas culminaron su participación en el Rugby Championship con un saldo que, pese a ubicarlos últimos en la tabla, dejó sensaciones positivas de cara al futuro.
Las victorias ante los All Blacks en Mendoza y frente a Australia en Sídney permitieron al seleccionado argentino escalar un puesto en el ranking mundial, del séptimo al sexto lugar, superando precisamente a los Wallabies.
Esta mejora resulta fundamental para el sorteo del Mundial 2027, que por primera vez contará con 24 equipos.
El nuevo formato del torneo incluirá seis zonas de cuatro selecciones cada una y una instancia de octavos de final, a la que accederán los dos primeros de cada grupo y los cuatro mejores terceros.
En este contexto, ocupar una posición dentro del Top 6 del ranking mundial es clave, ya que garantiza ser cabeza de serie en el sorteo. Actualmente, los equipos que ocuparían ese privilegio son Sudáfrica, Irlanda, Nueva Zelanda, Francia, Inglaterra y Argentina, lo que le permitiría a Los Pumas evitar a esas potencias en la fase inicial.
En el segundo bombo del sorteo figurarían Australia, Escocia, Fiji, Italia, Georgia y Gales, mientras que el tercero lo integrarían Japón, España, Estados Unidos, Chile y Tonga.
Finalmente, el cuarto grupo lo conformarían Uruguay, Portugal, Rumania, Hong Kong, Canadá y Zimbabwe, con un último clasificado que saldrá del repechaje entre Samoa, Bélgica, Namibia y el ganador del duelo entre Brasil y Paraguay.
El ranking del 1° de diciembre será el que defina los bombos del sorteo, y su composición final dependerá de los resultados que obtengan las selecciones en la ventana internacional de noviembre, donde los equipos del hemisferio sur enfrentarán a los del norte.
En el caso de Argentina, el seleccionado dirigido por Felipe Contepomi tendrá una gira exigente: debutará ante Gales el 9 en Cardiff, luego se medirá ante Escocia el 16 en Murrayfield y cerrará frente a Inglaterra el 23 en Twickenham, tres compromisos que podrían consolidar o modificar su actual ubicación.
La incógnita pasa por saber si Australia, pese a su séptimo puesto, mantendrá su condición de cabeza de serie por ser el anfitrión del Mundial.
Mientras tanto, Los Pumas buscarán sostener su momento y defender su lugar en la élite, sabiendo que cada punto ganado o perdido en esta ventana puede ser determinante para el futuro.