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Los salarios intentan recuperar su nivel predevaluación, pero dependen de la inflación

La duda está puesta en si el Gobierno logra finalmente romper el piso del 4% que el IPC viene mostrando en los últimos 4 meses. Sin eso, será difícil sostener la mejora de ingresos. El dato del Indec de esta semana, clave

En los últimos meses, y a partir de una pérdida postdevaluación muy fuerte y luego una desaceleración de la inflación importante, los salarios intentaron recuperar todo el terreno perdido. Se desbarrancaron en los primeros meses del año y luego empezaron a remontar.

Por eso un gráfico elaborado por Nadin Argañaraz, titular del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) mostró que luego del derrumbe de diciembre, los salarios se mantuvieron casi sin poder mejorar hasta marzo inclusive. Cayeron y se quedaron hundidos. En abril, recién empezó un leve rebote, siempre dentro del pozo. Eso en parte fue posible por las paritarias que se activaron en el caso de los trabajos formales, y las tenues recomposiciones que se hicieron en sectores informales combinados con una desaceleración de la fuerte inflación inicial. Pero hoy, según el economista cordobés, no estarían tan lejos de la superficie.

Vale recordar que en abril el IPC mostró un valor de 8,8% mensual, pero luego del 25,5% de diciembre, el 20,6% de enero, el 13,2% de febrero y 11% de marzo. Toda esa bola de nieve derrumbó el poder de compra de los ingresos en general y de los salarios en particular.

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A partir de ahí el Gobierno celebró que el IPC pasó a 4,2% en mayo, pero desde ahí no pudo seguir bajando y se estancó cuatro meses seguidos. Por eso, la recuperación de los salarios empezó a estar en duda si no se logra quebrar ese piso. Esta semana se conocerá el índice de septiembre, que finalmente podría bajar de 4%. Y según se anticipa, tras haber alcanzado un alza del 4,2% en agosto que marcaba una exigua aceleración respecto al 4% de julio, el índice inflacionario habría vuelto a evidenciar una merma en el ritmo del aumento de precios en el mes pasado.

Tanto desde el Gobierno como desde las consultoras privadas, esperan que la medición que difundirá el Indec el jueves 10 de octubre esté por debajo del 4%, logrando romper finalmente con la barrera que se había creado en ese orden, al no poder continuar con el proceso de desaceleración a un menor nivel.

El Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), que elabora el Banco Central en base a las estimaciones privadas, calculó que la inflación de septiembre alcanzó el 3,5% y proyectó para el año un aumento de precios del 123,6%, lo que representa una suba de 0,8 puntos porcentuales frente a lo pronosticado el mes pasado. Allí también se observa la duda sobre la tendencia inflacionaria y por ende la recuperación de los ingresos, y más aún los niveles de pobreza, ya que en Argentina se define por la relación entre ingresos y canasta.

Lo cierto es que Argañaraz hizo un repaso de los últimos meses y el vínculo entre ingresos e inflación y además los cruzó con respecto a otras devaluaciones de las últimas décadas para observar cómo fue esa recuperación de haberes.

“Los datos de julio muestran que la caída real respecto a noviembre de 2023 se siguió achicando. En el mes de diciembre de 2023, la caída fue del 11,5%, mientras que en julio se redujo al 2,6%”, explicó el economista.

“Al comparar con lo sucedido luego de otras devaluaciones del peso, se aprecia que la recuperación actual es más benigna que en otras tres. La única recuperación que la supera es la posterior a la devaluación de 2019, que tuvo una intensidad menor. En efecto, mientras en la de 2019 la suba real del tipo de cambio fue del 22%, en la diciembre de 2023 fue del 54%. De igual manera, en el mes de agosto 2024 los salarios reales podrían llegar a coincidir y luego ya sostenerse por encima, dado el contexto”, vaticinó Argañaraz.