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"Hoy hay una apertura mucho más importante de la sociedad para hablar de salud mental"

El flamante presidente de la delegación Río Cuarto del Colegio de Psicólogos analizó los desafíos de la profesión, las demandas en los consultorios y el contexto económico

La delegación local del Colegio de Psicólogos de Río Cuarto, que es la más grande en territorio de las delegaciones de esa institución provincial, acaba de renovar sus autoridades, en un contexto desafiante y al que no le faltan obstáculos.

Marcos Faletti (MP. 7188 ME 664-665) es el flamante presidente de la institución luego de encabezar una lista de unidad en el último proceso electoral. Y desde allí repasa las principales dificultades que hoy afronta la profesión, que conjuga una gran demanda con condiciones laborales que no le escapan al contexto económico nacional. Sin embargo, Faletti destaca que desde la promulgación de la Ley Nacional de Salud Mental hubo un avance significativo en el ejercicio de la profesión, aunque hoy esa realidad no está exenta de riesgos, alertó.

“Nos encontramos en un momento económico y de ejercicio de la profesión complejo. Es un momento en el que se está poniendo en dudas la Ley Nacional de Salud Mental, que es el marco regulatorio que debe seguir trazando el destino de esta profesión. Entonces nos encontramos en momentos de mucha tensión que nos obliga a tomar posicionamientos, que reflexionemos al interior del colegio profesional y con nuestros colegas sobre la pertinencia o no de ciertos debates y críticas”, dijo el flamante presidente de la delegación Río Cuarto del Colegio de Psicólogos de la Provincia de Córdoba.

“Estamos también en un momento en el que se plantea la desregulación de ciertas prácticas que hacen a las prestaciones por discapacidad y eso como Colegio nos obliga a tomar posición ante la posibilidad de que se ponga en vilo el cumplimiento de determinados derechos de acceso a la salud”, agregó Faletti en diálogo con Puntal.

Un capítulo aparte es el de los prestadores: “Las obras sociales y las pregagas están en plena tensión. Las de carácter gremial o sindical se encuentran en una crisis económica importante que nos afecta de manera directa porque muchas tienen convenios con nuestro colegio profesional. Y las prepagas, que también presentan tensiones con procesos de regulación y desregulación en donde los prestadores nos vemos involucrados y en ocasiones perjudicados a la hora de recibir nuestros honorarios profesionales mínimos”, explicó.

Y agregó: “En muchos casos tienen dificultades y en otras se rehusan a pagar el honorario mínimo de referencia que fija nuestra institución a nivel provincial. Eso nos obliga a tener negociaciones permanentes y tensiones, al mismo tiempo que recibimos los planteos de los colegas que nos reclaman la defensa de sus derechos”.

Un contexto complejo...

El contexto no es de los mejores. Si bien nunca fue fácil porque el reconocimiento de las prestaciones en salud mental siempre fue muy difícil de parte de las obras sociales. Se ganó mucho terreno con la Ley de Salud Mental y el establecimiento del programa médico obligatorio. Pero también en los últimos años, con las dificultades económicas que venimos atravesando estamos muy afectados como prestadores de la salud y por lo tanto los destinatarios también, nuestros pacientes”, indicó Faletti.

La delegación Río Cuarto tiene unos 1.600 matriculados, pero abarca desde Río Tercero hasta el extremo sur provincial.

-Y después están quienes ejercen en el sector público...

-Sí, y que no lo hacen muchas veces en las mejores condiciones, con becas, como prestadores de servicios. Allí el Colegio debe acompañarlos para que regularicen su situación laboral. Y en ese marco, se discontinuaron las residencias, lo que termina debilitando también las prestaciones en el sector público.

-Más allá del contexto, ¿hay una percepción distinta de la sociedad hacia la salud mental?

-Creo que hubo un cambio importante a partir de la Ley Nacional de Salud Mental, que fue un hito fundamental porque legitima el rol del psicólogo y psicólogas como profesionales del campo de la salud mental a la par de otros profesionales. A nivel social, hay una evidente apertura respecto a hablar de salud mental, a acudir a espacios de atención para poder superar adversidades, construir otra idea sobre el padecimiento mental o emocional y entender que eso forma parte de una realidad asequible para todos y no de algo extraordinario o fuera de lo común. Hablar de salud mental implica interpelar determinados modos de padecimiento que habían sido naturalizados. Por supuesto que allí podemos mencionar vínculos de violencia, discriminación, maltrato. Y también animarse a hablar de aquello que nos cuesta, que no podemos, que nos supera y podamos asistir a un profesional entendiendo que forma parte central de nuestra salud. Aquello de lo que no se habla se transforma en tabú y eso también nos enferma.

-¿Cómo incide el factor económico?

-Hay dificultades de los pacientes para poder sostener sus tratamientos y eso lo vemos todo el tiempo en conversaciones con los colegas. El pedido del paciente de distanciar las sesiones o encuentros para poder hacer frente al costo del tratamiento. Eso es una constante de este tiempo; hay demanda pero los pacientes piden sesiones más espaciadas, no porque quieran, sino porque no pueden hacerle frente.

La delegación local es la más grande en territorio del Colegio de Psicólogos de la provincia y en profesionales de todo el interior.

-¿Y cómo se resuelve?, porque el factor económico podría afectar el plan de tratamiento...

-En ese marco, muchos de los colegas empiezan a sostener tratamientos por debajo de los honorarios de lo que se sugiere como mínimo ético. Algo que no deja de repercutir en las condiciones de trabajo.

-En ese contexto, ¿cómo está la institución?

-Desde lo institucional me toca asumir la conducción de un colegio con una solidez muy importante y con una articulación importante entre las delegaciones y la conducción provincial. Eso posibilita trabajar de manera conjunta y potencia las acciones. Estamos con un equipo de trabajo que viene gestionando desde hace años y eso facilita. También hace que conozcamos plenamente las necesidades, inquietudes y las expectativas de nuestros colegas.

-¿Y la matrícula?

Es una delegación que crece constantemente en cantidad de profesionales porque hay dos instituciones formadoras a nivel local que aportan colegas todos los años que ejercen nuestra profesión. También parte de la conducción del Colegio es docente en estas instituciones y por lo tanto conocemos también el perfil de los jóvenes psicólogos, sus fortalezas y debilidades, y eso nos permite también trabajar desde el Colegio para continuar con su capacitación.