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Santiago Grippo se prepara para cumplir su sueño de jugar en Italia

"Hace rato tenía ganas de concretar este proyecto", cuenta desde Viadana. Se suma a Casado y Zóttola para ser el tercer riocuartense en el plantel

En los últimos tiempos Italia se ha convertido en una especie de segundo nido para las lechuzas riocuartenses. Es que a partir de junio Urú Curé tendrá un representante más en la división mayor del rugby de la península. Santiago Grippo jugará en el Viadana junto con Lautaro Casado y Alfonso Zóttola y será rival del Petrarca de Diego Galetto. “Estoy viviendo un proyecto que hace rato tenía ganas de concretar”, remarca en diálogo con Puntal.

“Acá se está haciendo notar el verano”, comenta desde una calurosa Viadana y agrega que le dijeron que en Río Cuarto pasa todo lo contrario. El ex Urú Curé está en Italia desde abril, cuando arribó para empezar con los trabajos previos a la pretemporada. “La idea de venir a jugar acá estaba desde hace un tiempo. Pero la pandemia y mis ganas de recibirme hicieron que se diera recién ahora”, explica el jugador de 24 años (cumplirá 25 en julio). Cuenta que a comienzos de año empezaron las comunicaciones con el club, a partir de los contactos con sus excompañeros de Urú Curé. Para ese momento Grippo ya tenía pensado sacar la ciudadanía, para no ocupar un lugar como extranjero.

Con el destino elegido, llegó el momento de cerrar su etapa de estudiante. Así, en febrero se recibió en Administración de Empresas. “Uno sabe que el rugby en algún momento se termina. Por eso era importante para mí tener un título y una carrera más allá del deporte”, remarca el forward. De hecho, ya está haciendo las primeras armas en su nuevo hogar, trabajando en una empresa de Viadana.

Esta no será la primera experiencia de Grippo en el exterior. Sobre finales del 2020 aprovechó el parate en el rugby de Córdoba para irse a Brasil, para formar parte de Cobras XV, la franquicia de ese país que juega en la Superliga Americana. “En ese momento la idea de venirme a Italia ya estaba, pero la posibilidad no era concreta. Por eso decidí aprovechar la oportunidad de esa vidriera. En ese momento, yo me venía recuperando de la primera operación de rodilla y me iba a venir bien jugar en ese nivel”, precisa Grippo.

El destino quiso que en abril del año pasado, jugando para Cobras XV, sufriera una nueva lesión en la rodilla (esta vez fue la derecha), que le demandó otro período largo de recuperación. “Después de la operación viví momentos duros, pero me pude recuperar. Cuando llegó la propuesta de irme para allá en enero, elegí esperar un poco, para poder recibirme y también para hacer la pretemporada con Urú y recuperarme bien”, explica Grippo. Agrega que desde el club le sugirieron estar lo antes posible en Italia para comenzar el período de adaptación.

El formado en Urú Curé señala que las ganas de irse afuera no tenían solo que ver con el rugby, sino con poder sumar nuevas experiencias de vida. “La verdad es que es un proceso intenso. Es la primera vez que vivo solo con mi novia, en otro país, con otro idioma. Es un cambio importante”, remarca Grippo.

“La adaptación no fue tan traumática. La verdad es que a la semana de estar acá ya parecía que hacía un año que vivíamos en Viadana”, describe. Indica que fue de mucha ayuda ir a un equipo en el que hay toda una comunidad rioplatense. Además de los otros dos riocuartenses, el entrenador, el preparador físico y otros jugadores del club son argentinos. “Las complicaciones por ahí están en el tema del idioma. Si bien nosotros tomamos algunas clases, no es lo mismo. Además, como somos muchos argentinos, el italiano lo usamos muy poco”, añadió.

El riocuartense arribó a Italia cuando la temporada se estaba terminando, por lo que ha tenido tiempo de ponerse a punto para lo que será el comienzo de la pretemporada en julio. “Por ahora me he entrenado casi solo. Hubo mucho recambio en el plantel, por eso cuando llegué no éramos muchos los que estábamos haciendo los trabajos”, puntualiza Grippo.

“De Río Cuarto extraño la vida social que hacía. Entrenar en el club, estar con mis amigos y mi familia. También el movimiento que había. Si bien es una ciudad chica, es grande en comparación con Viadana, que tiene 20 mil habitantes”, señala el exjugador de Urú sobre lo que dejó aquí. “Es muy tranquilo. Cuando se hace de noche no se siente nada en la calle”, explica. Añade que es algo que sabía que iba a suceder cuando tomó la decisión de partir.