El robo de al menos 50 placas de bronce y hechos de vandalismo fueron denunciados en las últimas horas por los vecinos que se llegaron al Cementerio de la Concepción a visitar a sus familiares. Los hechos se registraron durante los casi tres meses que estuvo cerrado el amplio predio como consecuencia de las medidas preventivas tomadas por el coronavirus.
A partir de la reapertura de la necrópolis local, los familiares de los deudos denunciaron el robo de las placas identificatorias de los muertos, otros elementos y también la rotura de puertas, pintadas y daños en los panteones.
Los visitantes se encontraron con la ingrata sorpresa a partir del jueves cuando el cementerio fue reabierto, tras el cierre dispuesto por el decreto que estableció el aislamiento social, obligatorio y preventivo. El lugar estuvo a merced de los delincuentes, según el relato de los damnificados.
Los denunciantes indicaron que fueron sustraídas placas de gran tamaño, que para retirarlas del lugar se necesita la tarea de más de una persona o se trata de un ladrón que realizó un trabajo de hormiga, aprovechando que el lugar no cuenta con medidas para prevenir los hechos delictivos.
Los damnificados reclaman que se instrumenten algunas medidas de mayor seguridad, como serenos permanentes o la instalación de las cámaras de seguridad, que han sido prometidas por los últimos gobiernos.
Los afectados realizaron la correspondiente denuncia en la oficina de atención municipal y otros en la dependencia policial.
Las placas son vendidas en el mercado negro como cualquier otro metal.
Los visitantes indicaron que se han observado pintadas en varios lugares, como así también puertas de panteones forzadas o vidrio rotos, con el fin de sustraer algunos elementos que se encuentran en el interior como candelabros o portarretratos.