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"Sigamos el camino de los derechos": la premisa 2024 para concientizar sobre VIH

En el marco del Día Internacional del VIH, conmemorado el pasado 1° de diciembre, Salud & Ciencia entrevistó al médico especialista en Infectologia, Diosnel Bouchet, quien dio a conocer no solo los últimos avances en materia de tratamientos sino también los cambios en la conceptualización para mitigar flagelos

“Hay muchos avances en conceptos vinculados al VIH. Por ejemplo, desde lo comunicacional se tiende a eliminar el término SIDA y preferimos hablar de infección por VIH o ‘enfermedad avanzada por VIH’, si fuese muy avanzado el deterioro inmunológico de la persona. Pero eliminar la palabra SIDA, en líneas generales, es una postura que se adopta en todos los países y tiene que ver con intentar instalar una respuesta adecuada a un verdadero problema que aún tenemos, que es el estigma y discriminación y aún la ‘criminalización’ vinculada al VIH”.

Quien dialoga con Salud & Ciencia es el médico especialista en infectología, Diosnel Bouchet (MP 23978/3 - CE 9030), jefe del Programa Provincial de VIH, ITS y Hepatitis Virales, dependiente del Ministerio de Salud de Córdoba, y destaca que en ese marco, el lema de este año propuesto por ONUSIDA es “Sigamos el camino de los derechos”, lo que para el profesional “plantea una opción” y que es “la de elegir abordar el tema de VIH desde un enfoque de derechos, el de la salud, un derecho esencial e inalienable de todas las personas”.

Embed - Diosnel Bouchet- Médico. Especialista en Infectologia MP 23978/3 CE 9030

“Los derechos que asisten a las personas con VIH en Argentina están plasmados en la Ley 27.675, que es una ley icónica en la región y que es muy especial, con aspectos superadores comparados con la ley anterior, porque incluye a las niñeces, a la jubilación, y en esa línea, explicita la ‘no criminalización por VIH’. Por eso es deseable que hablemos de respuestas al VIH, desde el Estado o en lo que cada uno desempeña en el día a día, para ir cambiando el término SIDA y, en esa línea, el ‘Sigamos el camino de los derechos’ es una opción”, consideró Bouchet.

-¿Cómo se diagnostica el VIH y cuál es la importancia de una detección temprana?

-La única forma de saber si una persona convive con VIH es a través de un test, que puede ser rápido, que en 20 minutos se obtiene un resultado, o bien, mediante una serología convencional que demora entre 48 y 72 horas, y que detecta anticuerpos -y a veces antígenos-, como partículas del virus. Asimismo, una vez que un test indique “positivo”, se toma otra muestra para confirmarlo con una carga viral y con estudios complementarios mucho más específicos del virus, también un dosaje de las defensas porque este virus lo que hace es afectar el sistema inmunológico, deteriorándolo, y eso facilita la aparición de infecciones oportunistas. Es muy importante tener en cuenta que este virus tiene mucho tiempo de latencia clínica, es decir, pueden pasar años sin que la persona tenga ningún síntoma. Pero hay que tener en cuenta que una sola relación sexual no protegida, amerita que la persona se acerque al sistema de salud, se asesore, se lo acompañe con los resguardo de confidencialidad y se haga el test. Entonces, si el test es negativo, haremos todo lo necesario para que esa persona adquiera prácticas sexuales saludables y continúe siendo negativo. Y si es positivo, lo que le tenemos que decir a esa persona es que hoy por hoy cuenta con tratamientos que son muy seguros y gratuitos desde el Estado y desde las obras sociales, y que eso augura una calidad y expectativa de vida equiparable a la de las personas no VIH. El diagnóstico oportuno y adecuado es clave, porque impide que la persona no ingrese a la categoría SIDA. Cuando la persona está clínicamente sana, se va a mantener sana, va a tomar una pastilla por día porque hoy por hoy el tratamiento es de por vida, pero se va a mantener sana, con una calidad y cantidad de vida equiparable parar a una persona no VIH. Ahora, si la persona no se hace el test y llega a estar internado por alguna infección oportunista, el pronóstico es distinto.

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-¿Cuáles son las formas más efectivas de prevenir la transmisión del VIH?

-Con el uso de preservativos en todas las relaciones sexuales y en todos los momentos del encuentro sexual. Hay todo un embate al preservativo de látex masculino. Hay estudios que hablan de una disminución del uso del preservativo. Nuestra provincia compró una cantidad importantísima de preservativos para estimular e instalar su uso y favorecer su accesibilidad. Por ello uno de los métodos más seguros son los que se denominan “métodos de barrera” como preservativos peneanos y vaginales, y el campo de látex. El otro recurso importantísimo para prevenir la infección es diagnosticar a las personas que ya viven con VIH, tratarlos con medicación efectiva y lograr que sean indetectables, y que al ser indetectables se tornen intransmisibles. El concepto es “I = I”, indetectable es igual a intransmisible, y esa persona que toma la medicación logra una carga en sangre cero (0) de virus y así no transmite por vía sexual a sus parejas. Otra cosa importantísima es diagnosticar otras infecciones de transmisión sexual tales como las ulcerativas (sífilis y herpes), o las supurativas, como las uretritis, ya que amplifican la transmisión de VIH. El uso de sangre insegura está descartado, porque cuando donamos sangre se hacen pruebas biomoleculares muy finas para que no se trasfunda sangre infectada a las personas. También es importante promover que no se compartan elementos cortopunzantes como agujas y los canutos para inhalación de sustancias. Hay que tener en cuenta que más del 98% de la transmisión de VIH en Argentina se da por contactos sexuales no protegidos, le sigue la transmisión perinatal que, si se diagnostica a tiempo realiza los controles adecuados de embarazos y logra carga viral en sangre infectable al momento del parto no transmitirá la infección a su hijo o hija.

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-¿Cuáles son las distintas alternativas de tratamiento del VIH?

-Al menos desde el punto de vista de la medicina alopática, el más relevante hoy por hoy es el tratamiento antirretroviral. Consiste en un esquema de dos o tres medicamentos antirretrovirales que se ingieren en conjunto, en uno o dos comprimidos, y que se toman de por vida. Decimos que el tratamiento también es preventivo, por eso lo de “I = I”, logra que sostener el buen estado inmunológico de la persona, y que en caso de estar muy deteriorado, levante las defensas para que se mantenga saludable, pero también que no transmita el virus a sus contactos. También habrán escuchado en este último tiempo la aparición de tratamientos inyectables de larga duración. A eso, en este momento, en Argentina no lo disponemos pero están recién insertándose en otros países del mundo. Y es lo que se viene. Ya están las nuevas tecnologías para que tengamos un fármaco que, aplicado de forma intramuscular, pueda ser efectivo por mucho tiempo. Al menos, durante meses. Y con ello se evitaría que la persona tenga que acordarse de tomar los comprimidos y se evitarían todas las molestias digestivas que pueda producir, favoreciendo la adherencia. Estos tratamientos antirretrovirales son muy bien tolerados, las personas realmente lo refieren así. Son muy poco tóxicos si comparamos con los que disponíamos hace unos años; y que si hubiesen existido esto antes, Freddy Mercury estaría acá como tantos otros. Realmente, ha cambiado tantísimo todo esto, y en poco tiempo, en realidad.

-¿Se está cerca de una cura definitiva de VIH?

-Por lo pronto, en VIH no se habla de cura, sino de control. Es decir, de un control adecuado del virus. Porque este virus es muy inteligente e infiltra lo que nosotros llamamos “santuarios” que se ubican en distintos órganos. Los medicamentos penetran en formas distintas a cada uno de ellos y no lo pueden erradicar. Cuando nosotros vemos que la carga en sangre es cero, en los tejidos no es así, y por eso decimos que el tratamiento es de por vida. La posibilidad de curación probablemente venga de otros recursos como anticuerpos monoclonales, y otros pero lo que disponemos hoy son fármacos y muy efectivos; para lo demás aún falta mucha investigación. Y todo está orientado a que para el 2030 logremos tal reducción de casos y que el VIH deje de ser un problema de salud pública.