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Hepatitis: "Estamos viendo una pequeña parte del mundo de los pacientes"

La médica hepatóloga Daniela Basso detalla, entre otras cuestiones, qué son las hepatitis virales y cuáles son los medios para prevenirlas. Necesitan de otros profesionales para dar con los pacientes

En el marco del Día Mundial de las Hepatitis Virales, que se conmemora mañana viernes 28 de julio, durante toda la semana habrá actividades de concientización y detección a nivel nacional. La Sociedad Argentina de Hepatología (SAHE), de la que la Dra. Daniela Basso (MP 35259) forma parte, lanzó una campaña de detección de hepatitis C que incluye testeos gratuitos, sin turno previo, en 68 puntos de testeo de 18 provincias del país.

“Las hepatitis virales son un conjunto de enfermedades de causas infecciosas, en este caso por virus. Hay distintos tipos de virus: A, B, C, D, E y otros. Hay virus que pueden producir inflamación en el hígado aunque no sea el órgano principalmente afectado. Estos cuadros pueden ser agudos o crónicos y pueden tener una forma de presentación muy diferente unos de otros. Algunos pueden ser asintomáticos y otros pacientes pueden desarrollar hepatitis fulminante a tal punto de necesitar trasplante”, comenzó explicando la Dra. Basso para Salud & Ciencia.

Al mismo tiempo reconoció que es un buen momento para concientizar a la población siguiendo el objetivo de la OMS (Organización Mundial de la Salud) que fijó esta fecha justamente para “hablar de hepatitis”.

¿Cuán peligroso puede ser una hepatitis cuando el hígado no da síntomas?

El peligro puede venir de dos maneras, la primera es estar enfermo y no saberlo, ese es un tiempo perdido porque la enfermedad progresa con mayor o menor velocidad en las formas crónicas y los pacientes pueden evolucionar a cirrosis o cáncer de hígado, que realmente tiene una gran mortalidad e impacto social y económico. Entonces esto es ignorar que uno lo tiene. El otro problema es que involuntariamente transmitís, eso hace que la enfermedad se propague y tal vez al que la tiene no le pasa nada, pero a quien contagio sí.

¿Cómo detectar y controlar?

Lo importante es saber que hay cosas que uno puede hacer para evitar contraer una hepatitis. Tenemos vacunas tanto para hepatitis A y hepatitis B. Todas las personas mayores de 18 años, deberían tener un test para hepatitis C al menos una vez en la vida. Además es importante recordar que la vacuna de hepatitis B es universal, gratuita, y son tres dosis en adultos. Las mujeres embarazadas que reciben la primera dosis en el último trimestre del embarazo, deben recordar completar el esquema. Para hepatitis A, la vacuna está en el carnet de vacunación desde junio de 2005 y se coloca al año de vida, los adultos que no tienen anticuerpos de defensa, deberían colocársela con prescripción médica, siendo necesario dos dosis. La vacuna para hepatitis A no se puede colocar en embarazadas.

Daniela Basso | Médica hepatóloga

¿Qué medidas tenemos que adoptar para no contagiar?

Depende del agente. En el universo de virus que pueden producir hepatitis quizás los más importantes sean A, B y C. El A tiene una forma de transmitir oral-fecal se contagia a través de la comida o el agua contaminada. A partir de ahí podemos ver qué cosas podemos hacer en el caso de que queramos cortar el ciclo de transmisión. Eso es, higiene de manos, de alimentos, manejo de efluentes cloacales, acceso a agua segura, vacunarse. Desde junio de 2005 se incorporó la vacuna contra hepatitis A en niños de un año. En adultos, sobre todo los que estén en riesgo, también se indica vacunarse, eso se realiza con prescripción médica. Se trata de pacientes inmuno-suprimidos, pacientes en diálisis, pacientes con HIV u otras enfermedades hepáticas. La transmisión de B y C es de madres a hijos, a través de la sangre y las relaciones sexuales, para esto la prevención está en la vacuna contra la hepatitis B, el uso de preservativo, tratar de detectar a los pacientes a tiempo para tratarlos precozmente y evitar la progresión del daño.

¿Qué incidencia tiene la hepatitis en el consultorio?

Es bastante amplio, porque no solo recibimos la consulta de pacientes de la ciudad y la región, si no también de otras provincias. No es tan frecuente verlo, de hecho la prevalencia de hepatitis B y C es baja, es del 1% en Argentina según los registros que tenemos. Sin embargo, en la consulta siempre se toca el tema, aunque el paciente venga por hígado graso nosotros tenemos que hacer el ejercicio de hacerle un análisis de sangre y detectamos al paciente que tiene la enfermedad, tanto como aquel que necesita la vacuna. Al menos hacer los pedidos y hablar del tema.

¿Cuándo un paciente va a lista de espera por un donante de hígado?

Una persona van a lista de espera por dos situaciones, generalmente, la primera por casos de cirrosis con un hígado que no funciona, es decir una cirrosis descompensada, esto puede darse por el consumo de alcohol, enfermedades virales, hepatitis autoinmunes, por distintas razones. Y también existe otra causa que es lo que se llama falla hepática aguda (hepatitis fulminante), un paciente sano que, por ejemplo, toma algún medicamento, le da toxicidad y el hígado falla. Hay otras situaciones que te llevan a un trasplante pero son mucho más raras y menos frecuentes. Según datos del Incucai del año 2021, eran unas 1500 personas las que estaban en lista de espera para trasplante de hígado y se trasplantaron 418, el año pasado fueron 422 trasplantes.

¿Qué colaboración tienen de otros profesionales de la salud?

Probablemente (el análisis de hepatitis) no se pida de rutina, esa sería una modificación importante, sí hay muchos colegas, sobre todo médicos clínicos y los ginecólogos también dan una mano importante por el screening que le hacen a las pacientes embarazadas para hepatitis B. En el consultorio recibo pacientes ya con la serología, pero creo que estamos viendo una pequeña parte del mundo de los pacientes y no creo que este tan arraigado en otros colegas hacer esa prescripción. Esta es una de las intenciones que tenemos cuando hacemos las campañas, que tengamos otros agentes que propaguen la información, podamos cortar la transmisión y disminuir la prevalencia de la enfermedad. El objetivo que propuso la OMS es que en 2030 no tengamos hepatitis, probablemente no alcancemos ese objetivo porque pandemia de por medio tuvimos un retroceso y no tenemos muchos recursos tampoco. Sin embargo, el objetivo es lograr tener menos enfermos y que los que tengamos no lleguen a estar tan graves.

¿Por qué hay tan pocos hepatólogos, tres en Río Cuarto?

Verdaderamente, no lo sé. No hay muchos tampoco en el país. La mayoría están concentrados en grandes urbes. De todas maneras, en Córdoba no estamos tan mal si nos comparamos con otras provincias del interior, tenemos una gran ventaja porque contamos con dos centros de trasplante que son el Hospital Privado y el Sanatorio Allende; y el Hospital Córdoba para el ámbito público. Además trabajamos en equipo, nos llevamos muy bien, tenemos un vínculo importante con estos centros. La situación es mucho más diferente en la Patagonia y en el norte argentino que tienen muchos menos recursos.

¿Para esta campaña cuáles son las actividades que van a realizar?

El objetivo es informar, que la gente entienda de manera simple de qué se tratan la hepatitis, qué podemos hacer para prevenirlas y aprovechar la vacunación. El Estado hace un enorme sacrificio para que la vacuna de hepatitis B sea universal y colocarle las 3 dosis a todo aquel que la quiera tener, y de hepatitis A para niños y grupos de riesgo.

¿Cuál es su rol dentro de la Sociedad Argentina de Hepatología de la que forma parte?

En la Sociedad Argentina de Hepatología, hemos tenido representación de la ciudad, me toca estar a cargo ahora, pero antes estaba el Dr. Carlos Mendoza, de hecho formamos una Unidad de Hígado en el Instituto Médico Río Cuarto y tenemos las mismas preocupaciones de hacer presentes las actividad de la Sociedad en esta ciudad y en las localidades de la región.

¿Qué actividades desarrollarán en redes sociales y la región?

Vamos a dirigir información a través de las redes sociales hacia nuestros colegas para conseguir que nos ayuden a encontrar a los pacientes. A veces no es necesario que lo haga siempre un especialista. Hay muchos médicos realmente comprometidos y que tienen el tema de la hepatitis muy presente, lo veo cuando recibo los pacientes. Además de la difusión hay un proyecto muy interesante, que se realizará la semana del 14 de agosto, en la localidad de Elena con el objetivo de hacer una campaña de testeo para hepatitis C y la pesquisa de diabetes, por eso ya estamos brindando toda la información para que esto tenga éxito.

Por Fernanda Bireni