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Córdoba: un productor que siembre soja en campo alquilado terminará sin rentabilidad

La rentabilidad de los productores de cara a la campaña 2024/25 enfrenta una situación delicada debido al escenario bajista en los precios internacionales. Según un trabajo que realizó la Bolsa de Cereales de Córdoba, en el caso de la soja, del total de ingresos que se generan de una hectárea en la provincia, el productor no recibe ningún tipo de ingreso luego asumir el riesgo de realizar la inversión y producir. Mientras que, la mayor parte de lo generado, se lo lleva el Estado Nacional mediante los derechos de exportación.

De esta manera, los ingresos que genera una hectárea de soja (precio de exportación por rendimiento promedio), el 33% se lo lleva el Estado Nacional, el 27,4% los costos directos de producción, el 27,1% el arrendamiento y el 13,7% los gastos comerciales (transporte y acondicionamiento). Por lo tanto, con los precios a cosecha vigentes, el resultado para la producción de soja en campo arrendando sería negativo considerando un rendimiento promedio.

Además, “durante los últimos años, los productores no solo se vieron afectados por los derechos de exportación, sino también por la brecha cambiaria. La cual, no solo dificulta el correcto funcionamiento de la economía, sino que también actúa como un impuesto adicional, ya que las ventas de granos son liquidadas al tipo de cambio oficial. No obstante, para brindar un tipo de cambio más atractivo y así incentivar las ventas por parte de los productores, se han implementado sucesivos programas de incremento exportador (PIE)”, señaló la Bolsa.

Vale recordar que en la actualidad, dicho programa continua en vigencia, y las exportaciones son liquidadas al tipo de cambio denominado “blend” compuesto por el 80% del tipo de cambio oficial y el 20% del dólar contado con liquidación (CCL).

Bajo la gestión del gobierno de Alberto Fernández, la brecha entre el dólar oficial y el blue promedió el 85%. En lo que va de la actual administración, dicha diferencia se posiciona en los niveles más bajos de los últimos cuatro años, promediando el 30% en lo que va del 2024, con un recorte extra durante los últimos días.

Finalmente, la Bolsa cordobesa remarcó que “los derechos de exportación son un tributo sumamente distorsivo que generan distintos efectos negativos a nivel microeconómico (productor) y macroeconómico. Entre ellos, se pueden mencionar los siguientes: disminuyen el precio recibido por el productor; distorsionan los precios relativos, alterando la asignación eficiente de recursos en la economía; disminuyen la capitalización de los productores agropecuarios; desvalorización de la tierra agrícola; al ser arbitrarios, generan incertidumbre ante posibles cambios en sus niveles; desalientan inversiones y adopción de tecnología en la producción agropecuaria; y disminuyen la sostenibilidad de los sistemas productivos.