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25 años del INT: "Nuestro teatro siempre llevó a escena las problemáticas profundas de la comunidad"

Laura Vinayes y Oscar Nemeth cuentan de la actividad del Instituto Nacional del Teatro

El Instituto Nacional del Teatro (INT), organismo público autárquico creado a partir de la Ley Nacional del Teatro de 1997, está cumpliendo 25 años de existencia en los que modificó el mapa teatral de la Argentina y consolidó un modo de funcionamiento democrático y federal de particulares características.

El aniversario sirvió para dos reuniones de discusión públicas de exsecretarios generales del organismo, que se desarrollaron en La Rioja y Catamarca en el transcurso de esta 37 edición de la Fiesta Nacional del Teatro, donde se hizo un repaso de la construcción plural llevada adelante en estos 25 años, las fragilidades y los nuevos desafíos que impone la actualidad.

"El teatro es un modo de producción colectivo y entonces el INT sigue ese modelo en su constitución y funcionamiento", destacó en charla con Télam Oscar Nemeth, que participó del movimiento que dio origen a la Ley del Teatro y fue secretario general de la entidad entre 2002 y 2004, cuando era representante de Tucumán.

Mientras que Laura Vinayes, de la provincia de Río Negro y actual secretaria general del INT, señaló que "el teatro argentino independiente y de las provincias es un teatro que a lo largo de su desarrollo nunca se ha desprendido y siempre se ha sentido responsable de llevar a escena las problemáticas profundas de su comunidad, lo que le dio la capacidad de generar un ley que pudiera decir: 'Quiero que este Estado esté acá, en cada una de las regiones y los territorios'".

Producto de la ley y el movimiento que le dio origen, el INT tiene una particular conformación que le garantiza federalismo y diversidad junto con un estado de discusión permanente a través de un Consejo de Dirección que está integrado por un Secretario Ejecutivo, designado por el Gobierno nacional, un delegado del Ministerio de Cultura, cuatro representantes del Quehacer Teatral Nacional elegidos por concurso y seis delegados (uno por cada una) de cada una de las regiones teatrales en que se divide el país con una gestión de dos años, elegidos por las comunidades teatrales de cada provincia, entre los que se designa al Secretario General.

"Nosotros entendemos -aseguró Nemeth- que hay una diversidad de geografías desde las que se produce teatralmente en el país y que esto genera miradas propias y diversas que deben estar representadas en el mapa global en condiciones de equidad. Es evidente una tensión entre lo que se produce en el puerto con lo que se produce en geografías más lejanas como los Andes, la Patagonia o el Litoral, cierta tensión entre lo cosmopolita y el paisaje más agreste y es el INT la herramienta que nos permite tener esta mirada abarcadora que respete la gran geografía" cultural, política e histórica de cada una de las regiones y experiencias del país.

"Vivimos en esa tensión y en esa lucha del capital concentrado y la capital concentrando la producción del teatro con ciertos modelos demasiado urbanos y abandonando, al mismo tiempo, lenguajes más populares y ligados con herencias territoriales", remarco Nemeth, nacido en la provincia de Santa Fe, iniciado en los grupos de teatro independiente de Rosario, formado en la Universidad Nacional de Tucumán y residente desde hace décadas en el norte del país, actualmente en Catamarca, donde gestiona un espacio teatral, además de ser director, actor y rescatar la oralidad con su personaje El organillero cuentacuentos.

Nemeth señala que, por lo general, "son desconocidos una serie de procesos identitarios e históricos y se hacen a veces análisis demasiado ligeros. como en el caso de lo queer, que parece una gran novedad y descubrimiento del teatro porteño cuando el teatro queer se representa ante miles y millones de personas desde hace un montón de tiempo con la puesta en escena de las comparsas de carnaval del Litoral que viven de ese proceso de identidad".

Laura Vinayes analiza que "cuando nos llevan hacia una sola posición y se valoriza más el centro que lo propio, se produce una invisibilización de paisajes y lenguajes profundos que nos debilitan. Esto es mucho más grave en un momento de auge del neoliberalismo en el mundo, donde la identidad quizás sea la última herramienta para poder librar las batallas de sentido que necesitamos dar para subsanar inequidades e injusticias".

En este sentido y en sintonía con el funcionamiento interno del INT remarca que para los que hacen teatro en las distintas geografías del país "es muy importante que el Instituto genere funcionarios que vienen del quehacer teatral mismo de todo el territorio, un tipo de funcionarios muy diferentes de los habituales. El INT se lleva adelante en diálogo permanente con la comunidad para poder pensar mejor el territorio, para poder pensar mejor la política que desde la ley nos obliga a visibilizar y poner en valor la teatralidad como un hecho federal".

"Se hace teatro en todo el país -continúa Vinayes, que arrancó su vinculación con el teatro como técnica de luces y es desde hace 18 años coordinadora del encuentro de teatro adolescente Galponeando con el grupo Libres en la localidad de Luis Beltrán-. Esto lo hemos fomentado en estos 25 años y ahora el gran desafío es cómo vamos a acompañar mejor todo esto que hemos fomentado, esta es una responsabilidad no solo del organismo sino de toda la comunidad teatral.

-¿Cómo se modificó el teatro argentino a partir de la existencia del Instituto?

Oscar Nemeth: Lo primero fue poner en evidencia aquello que se desconocía. Antes de la aparición de la ley se desconocía que existía un teatro en cada rincón del país, el primer mapa de salas teatrales dio más de 1.000 salas cuando antes de ese relevamiento se pensaba que no llegaban a 600 y la primera etapa del INT fue crear aun más espacios en condiciones de recibir y producir teatro. El Instituto hizo que en estos 25 años floreciera el teatro nacional, que se desarrollara un proceso de crecimiento a partir de dotarlo de visibilidad. Hoy tenés un mapa teatral de más de 2.000 salas en todo el país, repartidas en los lugares más insólitos, hechas desde el esfuerzo de un grupo independiente y el apoyo del INT, que pueden desarrollarse porque el Estado está presente y mira de otra manera a nuestras comunidades, nuestras producciones, nuestro sistema de representación artística, nuestro lenguaje, nos da la posibilidad de que las voces se escuchen un poquito más.

Laura Vinayes: Además de lograr la ampliación de los públicos y de apuntar al desarrollo y consolidación de propuestas federales en los distintos territorios, el INT ha dejado una trayectoria institucional que es innegable. Digo esto porque estamos en un momento en que hay que poder comunicarle a la comunidad teatral de qué se trata el INT, porque al INT lo queremos mucho pero no lo conocemos tanto. Hay que fortalecer ese conocimiento porque, más allá de cualquier circunstancia política, todo lo que viene es defensa. Lo que está creciendo es la concentración y una forma de comunicación que distancia, unifica, invisibiliza, niega la diversidad y frente a eso el teatro quizás es la única vacuna que nos queda, porque acá la presencialidad y el encuentro con el otro es la posibilidad de la acción y la organización, porque no hay otra posibilidad de hacer teatro que en la presencialidad y en el encuentro de un público y actores y actrices y técnicos juntos. Todo lo que se moviliza alrededor de un espectáculo teatral antes y después es de un enorme valor, por eso nos queda una gran batalla todavía que solo vamos a poder desarrollar a fondo si conocemos lo que tenemos mientras que si lo desconocemos nos va a resultar mucho más difícil.