Más de 5.000 hectáreas de cultivos y rotura de decenas de silobolsas dejó como saldo la tormenta que el domingo afectó una gran franja en la zona rural de Vicuña Mackenna. Días previos otros fenómenos climáticos provocaron caídas de árboles y hasta voladuras de herramientas menores.
Fueron alrededor de 40 minutos de fuerte viento y piedras de gran tamaño que se precipitaron abarcando una franja entre estancias y campos donde arrasó con cultivos de soja, maíz y provocó severos daños en silobolsas. Según los productores, unos 15 días antes otra tormenta había afectado la zona, pero la del domingo fue la que provocó mayores daños.
“En los lotes de maíz los daños rondan el 30 al 40%. Y en soja va desde un 50% hasta de un 80% y hasta del 100% en la zona de la estancia San Ignacio, por lo que he visto”, estimó Javier Salvatore, presidente de la Sociedad Rural de Vicuña Mackenna. Asimismo, mencionó centenares de daños en silobolsas que fueron literalmente “calados” por las piedras de gran tamaño, exponiendo al agua a la alfalfa allí contenida.
En diálogo con Puntal, Salvatore detalló el recorrido de la tormenta y sostuvo que en los últimos dos años han observado un incremento en la furia de estos eventos climáticos.
“La tormenta se desarrolló a partir de las 17 horas del domingo. Agarró una franja desde la costa del río Quinto, a unos 8 kilómetros en proximidades del club Río. Arranca con un sentido suroeste al noreste. Es una franja de unos 4 a 5 mil metros y se extiende a lo largo a unos 25 a 30 kilómetros lineales y llega a la altura de Mackenna, pasando siete kilómetros al norte de la ciudad, donde hay varias estancias, como la San Ignacio, que ya es la parte más noreste”.
Siguiendo con el recorrido de la tormenta, sostuvo que luego atravesó otra serie de estancias grandes y cruzó por Mackenna. “Agarra hacia el noreste hasta la línea contra Tosquita, y pasa por Sol de Mayo, las estancias Los Alfalfares, Don Salvador y otras”, precisó el productor.
“Principalmente hizo daño en soja, que está en período reproductivo, con lo cual estamos complicado para pensar en una resiembra. Por ahí se puede probar en hacer arriba algún más tardío”, especuló Salvatierra. En el caso de los maíces precisó: “Le ha pegado a los chiquitos una paliza bastante grande. Y a plantas por debajo del ápice de crecimiento con lo cual esos maíces no van a recuperarse”.
Silobolsas agujereados
Salvatore mencionó que no menor fue el daño a los bolsones de silobolsas que contenían en particular alfalfa y en proceso de fermentación. “Han sufrido roturas por las piedras; aunque no se llegaron a abrir quedaron todos agujereados. Por eso hay que taparlos o reembolsarlos”.
Pero advirtió que aun actuando de inmediato para cubrirlos va a haber pérdidas ya que se filtró agua al interior.
Consultado Salvatore sobre las versiones de muerte de animales, en particular terneros, sostuvo que no recibió reporte alguno. “Sí de gallinas, y otras aves más pequeñas, pero de terneros ni ovinos no sabemos nada”.
En una primera estimación de los daños que provocó la tormenta del domingo, el presidente de la Rural dijo que ha sido de más de 5.000 hectáreas, y arriesgó que podría llegar a las 7.000 hectáreas.
Reiterados daños
Hernán Forestello, uno de los productores afectados, comentó a Puntal que en su campo es la segunda tormenta en 15 días que le provoca daños. La primera destruyó una casilla.
Asimismo, el año pasado, un fuerte viento le voló por los aires un termo de leche.
“Tormentas fuertes como la de estos últimos dos años la verdad nunca habíamos tenido”, recalcó el productor.
El campo de Forestello está ubicado a 10 kilómetros al sur de Vicuña Mackenna, sobre ruta nacional N° 35.
“Nos golpeó la soja. Aún estamos evaluando la pérdida, pero un 10% seguro es irrecuperable. Pero seguimos trabajando y tratando de recuperar todo lo que dañó. Lo que sí nos rompió y mucho fueron los bolsones que habíamos hecho de silos de alfalfa y que las piedras agujerearon todo. Esto genera pérdidas porque se va a pudrir parte del material. Un lote de maíz también lo hizo pedazos. En otros campos destrozó la soja a punto de dejarla en palito”, graficó el productor. Y reiteró que la tormenta azotó en una franja puntual de la zona. “Apenas terminó salimos a recorrer el campo con mi hermano. Y mientras nuestros lotes de soja estaban destruidos, en el campo de al lado, del otro lado del alambrado, no pasó nada. Es una cosa de no creer. También es increíble que los animales no resultaran golpeados o lastimados por las piedras, que eran de gran tamaño. Fue un milagro. En los años que estoy en el campo nunca vi piedras así”.