Río Cuarto | Trabajo | joven | emprendimientos

A los 24 años, vencer los miedos para lograr la autonomía económica

Por la falta de trabajo, Ana Lucía decidió en 2020 iniciar su propio proyecto pero la sorprendió la pandemia. Con el IFE logró darle forma al emprendimiento, planea seguir creciendo y alienta a otras mujeres para animarse a seguir su camino

Después de haber terminado el colegio secundario, comenzó a estudiar en la Universidad pero al poco tiempo abandonó por problemas de salud. En los años siguientes atravesó por diferentes actividades laborales hasta que quedó embarazada y decidió encarar su propio proyecto. La historia de Ana Lucía Méndez se asemeja a otros casos que optaron por darles forma a sus emprendimientos en los últimos años, particularmente en el período de la pandemia.

“Que se animen, porque errores cometemos todos. Equivocarnos nos vamos a equivocar, pero de estar esperando no vamos a conseguir nada”, es el mensaje de la joven de 24 años para otras mujeres que estén buscando una autonomía económica.

Que se animen, porque errores cometemos todos. Equivocarnos nos vamos a equivocar, pero de estar esperando no vamos a conseguir nada Que se animen, porque errores cometemos todos. Equivocarnos nos vamos a equivocar, pero de estar esperando no vamos a conseguir nada

Ana Lucía le abrió las puertas de su hogar a Puntal y contó cómo inició su proyecto destinado a la elaboración y venta de productos de limpieza. Ella convive con su pareja, su hijo de 2 años y una hija de su pareja.

La joven emprendedora señaló que comenzó revendiendo artículos que tenía su suegra y luego se percató de que necesitaba más cantidad de productos, por lo que nació la idea de comprar la materia prima para producir ella misma los líquidos.

Por falta de trabajo

Ana comentó que la iniciativa surgió a comienzos de 2020, por la falta de trabajo.

Tuve mi hijito y, después de eso, trabajo fijo o trabajo seguro no conseguía, y alguien que me cuidara al nene, que pudiera quedarme tranquila para irme a trabajar y me lo cuidaran bien, él era muy chiquito. Entonces en lo que me enfoqué es en conseguir algo en donde yo pudiera tener a mi hijo, conseguir el monto que a lo mejor yo considero que sería un sueldo ideal, porque eso también: a veces trabajabas muchas horas y no te pagaban lo que te debían pagar y no te reconocían tampoco el esfuerzo”, relató.

“Entre un trabajo y el otro, digo: ‘¿Por qué no hago algo yo?’, entonces para fijarme en qué es lo que gasto, qué es lo que realmente se debe poner en un negocio para poder mantener a un empleado o qué es lo que se debe poner y demás. Es como que quería tener más información de lo que implicaba tener a alguien a cargo o pagarme yo misma, obviamente”, completó la joven.

Entre un trabajo y el otro, digo: ‘¿Por qué no hago algo yo?’, entonces para fijarme en qué es lo que gasto, qué es lo que realmente se debe poner en un negocio para poder mantener a un empleado o qué es lo que se debe poner y demás Entre un trabajo y el otro, digo: ‘¿Por qué no hago algo yo?’, entonces para fijarme en qué es lo que gasto, qué es lo que realmente se debe poner en un negocio para poder mantener a un empleado o qué es lo que se debe poner y demás

Buscaba algo que no me generara gastos muy grandes de servicios y lo otro, que fuera para una necesidad primaria, que la gente precisaba sí o sí, y que fuera a largo plazo, no por un tiempo y dejarlo”, especificó Ana Lucía.

Ahora ya apunta a seguir creciendo y planea alcanzar una venta de tipo mayorista.

Sorprendida por la pandemia

A principios de 2020 analizó la posibilidad de comprar las pastas para elaborar los productos, pero al poco tiempo la sorprendió la pandemia. En ese momento vinieron los altibajos. “A veces se vendía, a veces no, y con el tema de la pandemia había gente que se fijaba más en comprar comida y no en lo que era un detergente o un líquido para la ropa y los precios subían como si nada, entonces como que no daba el bolsillo. Tuve que remontar dos o tres veces más o menos para tenerlo como tengo ahora”, recordó sobre el origen del proyecto.

Cuando estuvo el primer IFE (Ingreso Familiar de Emergencia), lo primero que hice fue pensar en qué lo podía gastar y en algo que me generara nuevamente dinero, así que compré material para poder comenzar con la elaboración propia y me largué sola”, destacó la joven.

Cuando estuvo el primer IFE (Ingreso Familiar de Emergencia), lo primero que hice fue pensar en qué lo podía gastar y en algo que me generara nuevamente dinero, así que compré material para poder comenzar con la elaboración propia y me largué sola Cuando estuvo el primer IFE (Ingreso Familiar de Emergencia), lo primero que hice fue pensar en qué lo podía gastar y en algo que me generara nuevamente dinero, así que compré material para poder comenzar con la elaboración propia y me largué sola

Al principio era de boca en boca, después agarré en el Facebook pero no fue mucha la actividad hasta que en WhatsApp vi que estaba la opción de WhatsApp empresarial, entonces ahí armé un catálogo. Hace poquito armé el Instagram de ‘Química JI’, entonces gente que iba conociendo le iba mandando”, explicó.

Este año había empezado a trabajar en una brasería y les ofrecí en cantidad, entonces eso me permitió vender más cantidad, y a clientes de ahí como que les iba ofreciendo cuando iban preguntando. Ahí de a poco se fue agrandando la venta y también los vecinos siempre piden”, precisó la emprendedora.

Ayuda para crecer

La joven recalcó que fue buscando ayuda para poder crecer con su proyecto. A fines de 2021 participó del programa municipal Trama Emprendedora, con el que pudo conocer nuevas herramientas, algunas vinculadas al ámbito contable, y también intercambiar experiencias con otras mujeres que buscan independizarse económicamente, sostuvo.

Me sirvió para conocer gente, intercambiar experiencias, algunas más duras, otras no, pero todas querían sacar adelante sus familias porque la mayoría tenían chicos como yo y querían aportar algo a la casa y poder ganarse unos pesos con algo que hicieran ellas y poder organizar los horarios, los chicos, la casa, todo”, valoró.

Agregó que siempre está buscando asesoramiento y ampliar sus conocimientos. “Yo había tomado por Google Actívate capacitaciones sobre E-commerce, había arrancado herramientas de marketing, siempre me gustó estar informándome”, resaltó.

Yo había tomado por Google Actívate capacitaciones sobre E-commerce, había arrancado herramientas de marketing, siempre me gustó estar informándome Yo había tomado por Google Actívate capacitaciones sobre E-commerce, había arrancado herramientas de marketing, siempre me gustó estar informándome

Al pedirle un mensaje para otras jóvenes, respondió: “Que no se queden, en mi caso mi ayuda fue del IFE, pero mucha gente por ahí se queda esperando una ayuda de 5 mil pesos del Gobierno y por ahí esos 5 mil no te alcanzan, entonces decir de esos 5 en cuánto multiplico para que pueda comprar lo que yo quiera o lo que les haga falta realmente a mis hijos. Que vean de multiplicar esa poquita ayuda que tengan para poder avanzar”.

Lo que se lee ahora