El vocero presidencial, Manuel Adorni, insistió ayer en que las provincias deberán hacer un ajuste si los gastos superan los ingresos porque no está previsto que el gobierno nacional, “que está ordenando sus cuentas”, vaya a asistir a algún Estado subnacional si, por ejemplo, no tiene recursos para pagar los salarios de su plantilla de personal.
En los hechos, se advierte que el anticipo de Adorni, que ya fue expresado con anterioridad por el ministro de Economía, Luis Caputo, y el propio presidente Javier Milei, comenzó a concretarse.
De hecho, un trabajo realizado por el economista cordobés y titular del Iaraf (Instituto de Análisis Fiscal), Nadin Argañaraz, muestra que las transferencias no automáticas -es decir, todo lo que iba por fuera de la obligación legal de coparticipación y leyes especiales- se desplomaron en el primer mes de 2024. En el promedio general se observa una caída del 98% en el capítulo de crédito efectivamente pagado. Para Córdoba la caída fue levemente menor: 92%. Hubo dos provincias que se salieron del molde con mermas reales del 26% y del 30%: Corrientes y Chubut, respectivamente. La primera, gobernada por el radical Gustavo Valdés y la segunda, por Ignacio Torres, del Pro.
El trabajo de Argañaraz destaca que “en enero de 2024 las provincias recibieron $13.322 millones (crédito pagado), lo que implica una caída interanual nominal de 91% y una caída real de 98%. Si se considera el gasto devengado se observó una suba nominal del 36% y una caída real del 62%”, aclara con respecto a los giros a las provincias.
Y sumó: “Todas las jurisdicciones tuvieron una caída interanual real en el gasto pagado. Las menores caídas se observaron en Corrientes (-26%), Chubut (-30%) y Córdoba (-92%). Por otra parte, respecto del gasto devengado, 4 jurisdicciones tuvieron una suba interanual real: Santiago del Estero (44%), Catamarca (37%), Misiones (19%) y La Rioja (4%)”.
Transferencias
automáticas: -11,1%
Si bien el anuncio del recorte a los giros discrecionales a las provincias era algo sobre lo que los funcionarios del Gobierno venían insistiendo desde comienzos de año y que los gobernadores podían intuir que ocurriría, la mayor sorpresa e impacto vino por el lado de las transferencias automáticas, ya que los recursos enviados a las provincias también cayeron; en este caso, un 11,1%. Allí Córdoba también estuvo entre las menos perjudicadas porque el informe del Iaraf muestra un retroceso en el ingreso real de recursos del 9,7%. De hecho, detrás de CABA (-8,1) y junto con Santa Fe fueron las que completaron el podio con menos pérdida de fondos correspondientes a coparticipación y leyes complementarias y compensaciones.
Concretamente, en enero de 2024 el gobierno nacional envió al consolidado de provincias más CABA $2.290.000 millones en concepto de coparticipación, leyes complementarias y compensaciones, frente a los 731.000 millones enviados durante igual período del año anterior.
Es decir que se observó una variación nominal del 213,3%. Descontando el proceso inflacionario del período, esto se traduciría en una caída real del 11,1%. Esta caída es explicada principalmente por el mal desempeño en la recaudación del impuesto a las ganancias (-38,8% real interanual). La recaudación de IVA, luego de la caída de diciembre, volvió a crecer en términos interanuales, con un incremento del 15,5% real interanual según la información oficial.
El informe de Argañaraz remarca que, al considerar la evolución individual en las jurisdicciones, “se observa que en todos los casos la variación real fue negativa. Sin embargo, hubo una amplitud de 5,4 puntos porcentuales, entre Buenos Aires (-13,5%), que fue la jurisdicción con mayor caída, y CABA (-8,1%), la de menor”.
Por coparticipación, en enero el Gobierno envió al consolidado de provincias más CABA $2.193.000 millones, frente a $676.000 millones enviados durante igual período del año anterior. Es decir, se observó una variación nominal del 224%. Descontando el proceso inflacionario del período, esto se traduciría en una caída real del orden del 8% a todas las jurisdicciones.
Por leyes complementarias y compensaciones, en enero el gobierno nacional envió al consolidado de provincias más CABA $97.406 millones, frente a $54.000 millones enviados durante igual período del año anterior. Es decir, se observó una variación nominal del 78,1%. Descontando el proceso inflacionario, da una caída real del 49,5%. Santa Fe (39,9%) y Córdoba (40,2%), las que menos perdieron.
Dólares por exportaciones en 2023: la cifra más baja en 12 años
Durante el 2023 Argentina exportó el equivalente a US$ 66.787 millones, lo que representó una disminución del 24% respecto las divisas liquidadas en 2022. En ese marco, el rubro productos primarios (PP) sufrió el mayor impacto (-40%) pasando de US$ 23.867 millones -récord- a US$ 14.430 millones para el año 2023. Por su parte, las manufacturas de origen agropecuario (MOA) disminuyeron un 28% respecto del período previo, al establecerse en US$ 23.823 millones. Los rubros que menores disminuciones experimentaron respecto del año anterior fueron manufacturas de origen industrial (MOI) (-10%) y combustible y energía (CyE) (-6%), cuyos valores fueron US$ 20.656 y US$ 7.878 millones, respectivamente, según detalló un trabajo de la Bolsa de Cereales de Córdoba.
Considerando la exportación conjunta de productos primarios y las manufacturas de origen agropecuario, de cada US$ 10 que ingresaron al país durante el 2023, US$ 5,7 se originaron en la cadena agroindustrial. Sin embargo, este valor se posiciona como el más bajo desde 2012.
En cuanto a las importaciones, se observó una caída del 9,6% en su valor respecto el año 2022, al situarse en US$ 73.714 millones. Según la clasificación de usos económicos, las categorías que concentraron el 75,3% de importaciones argentinas son bienes intermedios (BI), con el 38,7% de participación; piezas y accesorios para bienes de capital (PyA), con el 21,7%; y bienes de capital (BK), con una participación del 15%.
Con importaciones que superaron las exportaciones, la balanza comercial argentina finalizó en rojo el 2023 por un valor de US$ 6.928 millones. En 2022 había sido positiva casi por la misma cifra.