Gallo, quien había sido condenado de homicidio calificado por alevosía por unanimidad en un juicio con jurados populares, quedó detenido y fue trasladado ayer a la cárcel local, por el crimen ocurrido el 6 de noviembre del 2012, entre las 17.30 y las 20, en la zona rural de Ranqueles, al sur de Córdoba.
Gallo había llegado al juicio en libertad y continuó hasta las últimas, luego que el máximo tribunal judicial de Córdoba confirmó el fallo de la Cámara del Crimen Nº 1 de nuestra ciudad.
En un primer momento, la causa fue investigada como muerte de etiología dudosa por parte del fiscal de Huinca Renancó,Marcelo Saragusti, hasta que llegó a la conclusión que no se trató de un accidente.
“Le pegó con un palo en la cabeza para dejarlo inconsciente, lo enlazó con un toro aún estando con vida, el animal corrió y lo mató por asfixia”, concluyó el fiscal investigador y ratificado durante el juicio.
El fiscal Julio Rivero, en su alegato, sostuvo que las pruebas dejaban en claro que Miranda no enlazó en la tarde del 6 de noviembre de 2012: “No empezó a enlazar, capar o ‘caravanear’, porque tenía todas las herramientas en su camioneta y sin usar”, dijo y sentenció: “La muerte con un toro ya resultaba extraña para cualquiera” y consideró “imposible” que Miranda, con tanta experiencia en su haber, fallara con el lazo al punto de morir”.
Tras el fallo , Gallo, por directivas de la Cámara, fue detenido y se le dictó la prisión preventiva, según confirmó el abogado Osvaldo Narcisi, quien representa a los hijos de la víctima.
Gallo tiene una última instancia en la Corte, pero seguirá preso.