No es casualidad que haya un interés creciente de los productores este año por apostar por el trigo. En Córdoba, durante el invierno, las precipitaciones son escasas o nulas y por ende los milímetros acumulados en los primeros meses del año son cruciales al momento de definir la siembra del cereal.
De acuerdo con los datos de la Red de Estaciones Meteorológicas de la Bolsa de Cereales de Córdoba, las precipitaciones ocurridas en el transcurso de marzo superaron el promedio histórico en todos los departamentos de la provincia. Lo cual, benefició la recarga de humedad en los suelos y permitió que a comienzos de abril el porcentaje de agua útil en el perfil, en comparación al año previo, sea mayor en prácticamente todo el territorio cordobés.
Además, hasta junio el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) pronostica precipitaciones por encima de la media en casi toda la Provincia.
En cuanto al precio del cereal, la posición diciembre 2025 en A3 Mercados se opera en torno a los US$ 213 por tonelada. Este valor, representaría un incremento del 11% del precio a cosecha en comparación al ciclo previo (US$ 21por tonelada).
En la actualidad, el mercado centra su atención en el desarrollo del cultivo en el hemisferio norte, el cual dependerá del clima que se presente en los próximos meses. Por lo cual, se podría observar cierta volatilidad en las cotizaciones del cereal en el corto plazo.
Por otro lado, los márgenes agrícolas continúan en una situación delicada. En base a un planteo técnico promedio a nivel provincial y considerando un rinde medio (25 quintales por hectárea), el margen bruto proyectado para el ciclo 2025/26 arroja un resultado positivo de US$ 16 por hectárea, mejorando respecto a la pérdida de US$ 37 por hectárea estimada para el ciclo anterior.
Sin embargo, remarca la Bolsa, es habitual que el cereal sea el antecesor de un cultivo estival. Por lo cual, se estimó el margen bruto y el resultado operativo para un planteo de trigo y soja de segunda en Córdoba.
En dichos cálculos, se observa que el margen bruto sería positivo, pero una vez que el productor afronte el costo de arrendamiento y diversos gastos de estructura, obtendría una pérdida de US$ 39 por hectárea.
De esta manera, enfatiza la Bolsa, “la estimación de un área sembrada récord sería explicada en mayor medida por las condiciones agrometeorológicas esperadas que por los resultados económicos”.