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Crece la cifra de argentinos deportados desde Estados Unidos

Un cuarto vuelo se suma a los que llegaron al país entre el 12 de junio y el 26 de septiembre, con argentinos deportados desde Estados Unidos

En un operativo marcado por el hermetismo, llegó a Ezeiza el cuarto vuelo con argentinos expulsados desde Estados Unidos por el gobierno de Donald Trump.

Llegaron cerca de la 1 de la mañana a bordo de un avión de la empresa contratada por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, un Airbus A320-214 de GlobalX.

Este se suma a los anteriores que llegaron al país entre el 12 de junio y el 26 de septiembre, y es el cuarto vuelo que traslada Argentinos deportados como consecuencia del endurecimiento de la política estadounidense contra migrantes ilegales o que tienen causas penales.

Según informó La Nación, entre los ciudadanos que llegaron al país se encontraba una mujer que hacía 25 años que había emigrado a Florida, donde trabajaba como mesera.

Su hermana declaró que antes de ser expulsada la mujer estuvo cuatro meses detenida y que durante ese tiempo sus familiares casi no tuvieron contacto con ella, más allá de unas pocas comunicaciones telefónicas.

El 11 de septiembre, otro vuelo -un Boeing 767-300, de la empresa Omni Air International- había aterrizado en Ezeiza con otros diez argentinos.

Uno de los deportados en aquel vuelo, Mario Luciano Robles, de 25 años, habló con TN y contó que había sido detenido un mes antes de su expulsión en Texas, tras haber cruzado a Estados Unidos desde México. "No somos criminales, no matamos ni violamos, solo vamos por el 'sueño americano'", afirmó el joven, que ahora quedó separado de su esposa y su hijo, que están en México.

Otro hombre, Maximiliano García, fue detenido el 21 de agosto, cuando fue a realizar un trámite a la Oficina de Inmigración para ajustar su situación migratoria, ya que su hija nacida en el país norteamericano había cumplido 21 años y podía hacer una petición familiar para que él tuviera la residencia legal permanente. Había emigrado a Estados Unidos en 2001 y allí se había establecido con su familia y trabajaba -tenía un permiso legal para hacerlo hasta 2030 y un número de seguro social.

Pero al finalizar el trámite, fue apartado por las autoridades y detenido diciendo que tenía una orden de deportación pendiente de 2015. Estuvo en un centro de detención para migrantes en Miami hasta que fue deportado.

“Es notable el odio en cuanto al racismo” del gobierno de Trump, afirmó García, "a los ojos de ellos somos criminales". "Están partiendo familias a la mitad", lamentó.