La protesta se desarrolló frente al domicilio ubicado en Dinkeldein Norte casi Río Segundo.
La abogada Adriana Amaya comentó que su cliente es el propietario legítimo del inmueble que era alquilado por una mujer, que al no pagar el alquiler se inició el juicio de desalojo, con fallo favorable por parte de la jueza Mariana Martínez de Alonso.
Explicó que el dueño de la casa -de nacionalidad boliviana- vive en otra vivienda ubicada al fondo del mismo terreno.
La inquilina lo denunció por violencia de género hace unos meses, con restricción, pero el Ministerio Público Fiscal lo autorizó que siguiera viviendo en el lugar.
Tras el fallo del pasado 4 de septiembre que obliga a la mujer a desalojar la casa, el miércoles lo denunció nuevamente por violencia de género, por lo que se le aplicó una nueva restricción y fue detenido.
La abogada denunció que la mujer puso en venta la casa por las redes sociales, cuando no es la dueña. Ante esta situación, advirtió que se podría consumar una estafa, al indicar que su cliente tiene la escritura y la posesión legal del inmueble.
Los integrantes de la comunidad boliviana apoyaron anoche a su compatriota y reclamaron que la Justicia intervenga con celeridad en el desalojo y se evite una nueva estafa.