La pesadilla de los créditos otorgados por medio del sistema UVA (unidad de valor adquisitivo), que fueron implementados durante la presidencia de Mauricio Macri y que actualmente tienen vigencia con Alberto Fernández, tiene en vilo a miles de personas en la Argentina, debido al aumento excesivo de las cuotas y el capital. En ese marco, se han presentado diversas demandas judiciales para intentar ponerles un freno, aunque no en todos los casos se ha conseguido un resultado favorable. En las últimas horas, el Juzgado Federal de Río Cuarto emitió una sentencia por la que ordenó al Banco Nación reducir el monto del abono mensual a una familia que pidió dinero prestado para adquirir una casa. Al respecto, el doctor Enrique Novo dijo a Puntal que se trata de una determinación que no registra antecedentes en la provincia y que, seguramente, será tomada como un precedente ante otras acciones similares.
-¿De qué se trata el fallo con respecto a los créditos UVA?
-El pasado viernes fue dictada una medida cautelar en la que, en concreto, de pagar en junio casi $ 65 mil la cuota, los demandantes (un matrimonio que son dos empleados en relación de dependencia) pasarán a pagar en julio solo $ 40 mil (casi un 40% menos), lo que significa un muy buen alivio para esta familia, que ya no estaba pudiendo llegar a fin de mes por haberse “metido” en este callejón sin salida que son los créditos UVA. Cabe resaltar que comenzaron pagando $ 12 mil, a principios de año ya estaban pagando más de $ 40 mil y en los últimos meses se elevó de manera descomunal hasta los casi $ 65 mil. Fue una acción que presentamos junto con los colegas Ezequiel Blencio y Lucas Mongi.
-¿Es un fallo de primera instancia? ¿Puede ser apelado?
-Sí, fue una resolución dictada por el juez federal de Río Cuarto, Carlos Ochoa (creo que es la primera que se dicta para un UVA hipotecario en la provincia). Y no sólo que puede ser apelada, sino que lo más probable es que sea apelada. Aunque, por el tipo de juicio que es, seguro no le darán efecto suspensivo a la apelación. De esta manera, mientras dure el juicio, los clientes (Luis y Elizabeth) abonarán una cuota significativamente menor que la que el Banco Nación les pretende cobrar actualizada mediante el terrible UVA. Es decir, gracias al Poder Judicial, sólo será actualizada por el CVS (coeficiente de variación salarial). Nos parece que los tribunales empezarán a ponerles un “tope” a las cuotas, para que no superen el 25% de los ingresos reales de los deudores, por ejemplo.
-¿En qué consistió la demanda?
-En la demanda solicitamos la readecuación del contrato de préstamo y la reestructuración de la deuda mediante la doctrina del “esfuerzo compartido”. Hemos pedido que el Poder Judicial Federal declare la inconstitucionalidad del sistema de crédito UVA que regula el préstamo otorgado, no sólo por ser abusivo e irrazonable (nuestros clientes hace cuatro años tomaron un crédito por dos millones cuatrocientos y ahora “deben” diez millones, pese a que llevan pagados un millón doscientos), sino también porque las normas del Banco Central que lo autorizan son incompatibles con el mismísimo Código Civil y Comercial de la Nación. Es así porque dicho Código, al regular los préstamos bancarios, establece que el mismo consiste en que el banco presta una suma de dinero y el deudor debe devolver “esa” suma, más intereses. Pues bien, el sistema UVA, regulado por normas de menor jerarquía (meras resoluciones del Banco Central, no del Congreso) posibilita que los Bancos cobren una cuota mayor, mes a mes, y que cada vez el deudor deba más. De esta manera, los bancos aumentan la ganancia que les genera este tipo de préstamos en una manera exponencial y desproporcionada y mucho mayor que cualquier otra inversión en concreto que hagan. Es decir, lo que supuestamente había nacido para beneficiar a gente necesitada de un techo, terminó perjudicándola, generando angustias por la posible pérdida de su vivienda (mucha gente no puede pagar las cuotas). Mientras, en paralelo, las entidades financieras reciben mayores dividendos que los que recibirían de cualquier otra operación bancaria ordinaria en su favor.
-¿Pasa tanto en los bancos privados que en los públicos?
-Sí, o peor, los bancos públicos (en este caso el Nación) se ven beneficiados por normas procesales que les dan ciertas prerrogativas y las usan en contra del cliente, que es un votante necesitado. Lo paradójico es que las autoridades políticas actuales del Banco Nación, que es estatal, al momento de crearse el sistema UVA, estaban en la oposición y se habían manifestado en contra del sistema (ya que alertaban que podría perjudicar a los deudores), pero ahora que podrían cambiar las cosas para darles un poco de oxígeno ante tamaño descalabro actúan peor que los bancos privados. Se ve que al irse del otro lado del mostrador les pareció interesante las “pingües” ganancias. Fíjese que en los juicios que tuvimos con bancos privados por los UVA personales (no hipotecarios) las autoridades de los mismos les abrieron las puertas a los demandantes para buscar una solución, solución que les llegó sin necesidad de obtener sentencias definitivas. En este juicio lo vemos difícil, aunque no perdemos las esperanzas. Aunque, si no llega extrajudicialmente, estamos convencidos que llegará de la mano de los jueces, que no deberían convalidar esta desmesura.
-Teniendo en cuenta que hay muchas personas que están en la misma situación, con cuotas impagables y un capital cada vez mayor, ¿cree que puede ser tomado como precedente y que otras personas inicien reclamos similares?
-Nosotros estamos convencidos de que los deudores, mientras no aparezca una ley que frene esta terrible pesadilla, estarán mejor “dentro de un expediente judicial” demandando la readecuación del contrato, que siguiendo a expensas del bruto mercado y de las insensibles y abusivas cláusulas UVA emanadas del Banco Central (que también demandamos en el juicio). Claro que será tomado como un importante precedente. Además, tenemos la idea de que la Corte Suprema de Justicia de la Nación también protegerá a los deudores. Pero, para que lo haga, estos deben judicializar sus créditos. Salvo, reitero (como les decimos a todos nuestros clientes), que antes llegue la solución política a través de una ley que se está haciendo esperar y mucho (el anterior gobierno generó esta locura y el actual gobierno en diciembre del 2019 prometió arreglarla, pero sigue sin hacer nada al respecto).
-¿Cada caso se debe analizar de manera particular o se puede iniciar una acción colectiva?
-Hay una matriz común en todos los créditos que hemos estudiado (de bancos privados y de bancos públicos), pero cada escritura de préstamo UVA con garantía hipotecaria tiene sus particularidades (no todos los bancos las confeccionan igual ni fijan iguales cláusulas). Además, la realidad socioeconómica de cada deudor es diferente a la de los otros. Por ello, nosotros hacemos demandas individualizadas, para evitar que pase lo mismo que lo sucedido con los juicios colectivos de planes de ahorro para compra de autos (la matriz financiera de los UVA es similar, pero incluso más abusiva), que se han desmadrado un poco. Pero jamás objetaremos a aquellos que van a una demanda colectiva ni mucho menos a los abogados que las llevan adelante. En esto no hay dueños de la verdad, tan sólo diferentes enfoques de cómo ayudar a los que nos necesitan.
Nicolás Cheetham. Redacción Puntal