Tras siete allanamientos en Córdoba y Río Ceballos se desarticuló un grupo de WhatsApp, creado y administrado por menores de 13 y 14 años que distribuía imágenes sexuales de menores. Padres preocupados habían denunciado el caso, señalando que los menores buscaban alcanzar los 1500 seguidores en el grupo