Rita, propietaria del domicilio, relató que el ataque fue completamente inesperado y aseguró que nunca habían tenido conflictos previos. “Nos tirotearon la casa. Nunca tuvimos problemas con nada, pero pasó esto y ahora hay que vivir encerrados, no nos queda otra”, expresó con angustia.
La mujer explicó que la vivienda cuenta con rejas y medidas de seguridad habituales, aunque no disponen de cámaras de vigilancia. “Nunca pusimos cámaras porque jamás sentimos peligro ni problemas con nadie. Pero está todo muy violento”, señaló.
Según contó, al momento del ataque se encontraba en la casa únicamente su hijo de 19 años, ya que ella y el resto de la familia no estaban presentes. “Fue a la madrugada del sábado. Estaba mi hijo solo y llamó enseguida a la Policía. Vinieron rápido, pero los que dispararon ya se habían ido”, indicó. Afortunadamente, no hubo personas heridas.
Consultada sobre si se registran hechos similares en el sector, Rita sostuvo que en esa cuadra nunca había ocurrido algo así. “Acá no pasa, hasta que pasa por primera vez. Del otro lado de la Buteler es más común, pero de este lado no. Nosotros vivimos frente al IPV y siempre se escuchan tiros a lo lejos, uno se termina acostumbrando, pero nunca había pasado acá”, explicó.
La damnificada confirmó que realizó la denuncia correspondiente, aunque aclaró que solo pudo hacer una exposición policial. “No tenemos a quién denunciar, no sabemos quién fue”, afirmó.