La Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) recortó ayer la estimación de siembra de trigo en 200.000 hectáreas a causa de la falta de humedad en zonas productivas del norte y el oeste del área agrícola nacional y llevó la cifra a 6,1 millones de hectáreas contra 6,3 millones de la previsión anterior.
Con similar tendencia, la entidad bursátil también ajustó la proyección de producción de maíz en dos millones de toneladas respecto a las previsiones de la semana pasada: de 36 a 34 millones de toneladas, debido a los bajos rendimientos observados en el grano a medida que avanzan las cosechadoras.
Respecto al maíz, los rendimientos obtenidos en gran parte del país se alejaron de las proyecciones correspondientes a cada zona, por lo que con un avance nacional de cosecha del 43,6% y un rinde medio de 48,4 quintales por hectárea (qq/ha), la BCBA ajustó la previsión de producción a 34 millones de toneladas.
De concretarse este nuevo guarismo, la cosecha 2022/23 marcaría una merma de 18 millones de toneladas respecto a las 52 millones de toneladas producidas en el ciclo anterior.
Por el lado del trigo, “la irregularidad en las precipitaciones sobre el Chaco, ajustan la superficie proyectada inicialmente sobre la región del NEA, al mismo tiempo que la falta de humedad superficial sobre el centro-oeste de la región agrícola, impiden cumplir con los planes originales de siembra”, indicó la BCBA.
De esta manera, con 6,1 millones de hectárea a implantarse, la campaña 2023/24 del cereal se mantendría en los mismos niveles que en el ciclo anterior.
Actualmente, las labores se concentraron durante la semana en el sudeste de Buenos Aires, donde se cuenta con condiciones adecuadas de humedad para llevar a cabo la siembra, destacó la entidad.
En cuanto a la soja, la recolección se ubicó en el 99,4% de la superficie apta y resta recolectar solo 88.400 hectáreas que se concentran el sudeste de Buenos Aires. La producción lleva acumulada al momento 20,8 millones de toneladas.
Finalmente, luego de que las condiciones ambientales permitieran el avance de las labores de recolección sobre los cuadros de sorgo granífero, el progreso nacional de cosecha se ubicó en 57,9 %.
En línea con el maíz, la proyección de producción de sorgo se reduce en 200.000 toneladas hasta 2,5 millones de toneladas, un millón de toneladas menos a las obtenidas el año pasado.
Las lluvias pusieron un piso
Según la Bolsa de Comercio de Rosario, las precipitaciones de la segunda mitad de mayo salvaron la siembra de la nueva campaña triguera, y lo que pintaba inicialmente a ser una caída abrupta de área entre campañas, ahora se proyecta que sea una baja cercana al 5%. Para esta entidad, la proyección de siembra es de 5,6 millones de hectáreas y por una recuperación esperada en los rindes, la estimación de producción se ubicaría en 16,2 millones de toneladas.
En términos productivos, a pesar de que estos 16,2 millones de toneladas representarían una recuperación del 40% en la producción de trigo del país, luego de la fatídica cosecha 2022/23, marcaría aun así la segunda menor producción triguera argentina en los últimos 8 años. Es decir, quitando la campaña pasada, esta sería la menor producción de trigo para Argentina desde la cosecha 2015/16. Esto se debe principalmente a que el área sembrada en el país sería la menor desde la campaña 2017/18, y a que la proyección de rindes, con ciertas dudas sobre el paquete tecnológico que se aplicará a los cultivos en una campaña más que particular, se ubica por debajo de otros registros.
Por último, el país podría exportar unas 9,5 millones de toneladas entre diciembre y noviembre 2024, lo cual representaría un incremento del 120% frente a 2023.