La campaña agrícola argentina transita momentos de definiciones y por ahora hay un final abierto. Pero cuando la lupa empieza a ser más selectiva por regiones, hay algunos contrastes evidentes. Algunos ya los adelantó la Bolsa de Cereales de Buenos Aires en su último informe de la semana pasada cuando observó que en Córdoba el panorama es algo más alentador que en el promedio nacional.
Sin embargo, también dentro de la provincia hay diferencias. No es lo mismo el centro-oeste que el centro-este. El primero luce bastante mejor que el segundo, que a su vez es más relevante en términos productivos por contar con las mejores tierras productivas.
Desde Río Cuarto hacia Traslasierra y el arco del noroeste, las reservas son más importantes, especialmente en esta última región que se vio muy favorecida la semana pasada con abundantes lluvias. De hecho, el último mapa que elaboran de manera conjunta el Servicio Meteorológico, el Inta y la Facultad de Agronomía de la UBA (Fauba) respecto al agua útil en el perfil muestra un punto verde que se extiende desde el este de la capital provincial hasta el norte de San Luis y de allí se va difuminando hacia Villa de María de Río Seco.
Pero ese mismo mapa argentino muestra un rojo que se va acentuando a medida que desde el este cordobés se avanza hacia Santa Fe, Entre Ríos y gran parte de la provincia de Buenos Aires. Ahí la situación ya es preocupante. El déficit de humedad es notorio y es algo que se viene extendiendo desde fines del año pasado. Por eso, allí ya se reportaron lotes perdidos y algunos productores que decidieron picar el maíz observando el panorama de los cultivos y la proyección hacia adelante del pronóstico.
En el análisis del agua útil en el perfil, vale destacar dos zonas más: Santiago del Estero, que luce dentro de la franja de amarillo y verde, como extensión del norte cordobés; y la zona de Anta en Salta, que sigue dando pasos importantes en términos productivos y acaba de recibir abundantes lluvias.
Hasta abril habría lluvias normales, pero el calor se haría sentir con intensidad
Una buena y una mala. Así llegó el pronóstico de los próximos tres meses para Córdoba, según lo anticipó el Servicio Meteorológico Nacional.Por un lado, aseguró que las lluvias estarían dentro de los niveles normales para los tres meses, pero, por el otro lado, lo que se ubicaría por encima de lo habitual es el termómetro, con temperaturas más altas que las históricas para el cierre del verano y el arranque del otoño.
En el mapa correspondiente a las lluvias, Córdoba y gran parte del país están pintados de gris, lo que implica el color neutro que la ubica dentro de valores habituales para la época. Pero en el caso del mapa de temperaturas, luce un marrón que marca cifras por arriba de lo esperado para la época.
De cómo se resuelva esa combinación de lluvias y temperatura dependerá el resultado final de la campaña agrícola en curso, en la que Córdoba muestra un mejor panorama que el promedio nacional gracias a una serie de precipitaciones que se encadenaron entre diciembre y enero y que en la zona núcleo, por ejemplo, no llegaron.
De hecho, en el último balance presentado por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires la semana pasada, se destacó que la soja del centro-norte de Córdoba se encuentra en su totalidad en un estado entre normal y excelente. Ese porcentaje es muy inferior en el resto de las zonas agrícolas.
Puntualmente, en el sur provincial, el panorama luce dispar, pero en promedio también está en buenas condiciones, aunque sin sobrarle nada y a la espera de lluvias pronosticadas para esta próxima semana. Eso daría algo de respiro en las temperaturas máximas, que tendrían mañana su pico más alto con 37°.